El Papa Francisco nos interpela repitiendo ““si no somos personas de pensamiento incompleto, no podemos aprender de los demás” Rodrigo Guerra: "La Iglesia debe trabajar en el diálogo intergeneracional para no perder más feligreses"

El actual secretario de la Pontificia Comisión para América Latina en el Vaticano, el mexicano Rodrigo Guerra López, calificó como muy pertinente el Mensaje Mundial para la Paz del Papa Francisco para esta parte del continente, pues confirmó que Su Santidad está “muy consciente y le hemos informado con mucho detalle de la realidad América Latina”

“El Papa Francisco sabe muy bien, que hoy nuestra sociedad está profundamente desgarrada, prácticamente todos los países de América Latina están viviendo tensiones extraordinarias de tipo social, de tipo económico, de tipo político”.

Durante su ponencia titulada “Un Análisis para América Latina, del Mensaje Mundial para la Paz, desde la Santa Sede” comentó que es muy importante poner énfasis en las palabras del Papa Francisco que destaca la importancia del diálogo intergeneracional, ya que dijo, hoy en día es importante evitar esa fractura cultural que se vive entre las nuevas generaciones y las generaciones de adultos.

LA PRESENCIA DE LA IGLESIA COMO INSTANCIA DE VALOR

“Hoy cualquier padre de familia que dialoga con su hijo adolescente, verifica que hay una dificultad de comprensión en ambas direcciones y aunque hablamos el mismo lenguaje, las palabras no tienen exactamente el mismo contenido, no se diga entre maestro y el alumno, entre el rector del seminario y el joven seminarista que llega por primera vez al seminario, existe un cambio cultural importantísimo que es necesario que aprendamos a entender, a atender y a actuar al interior de él, para reconquistar la cultura, que no es sólo lo que hace la escuela, las culturas es lo que hacemos todos con nuestras costumbres, con nuestra idiosincrasia, con nuestra forma de ser y que requiere ser evangelizado o evangelizado por primera vez”. 

Guerra López, advirtió que este mensaje no solo debe verse como un bonito discurso lleno de buenos sentimientos sino que nos debe interpelar a una nueva solidaridad entre las personas y entre las generaciones. Además de que enfatizó que trabajo y el mensaje de la Iglesia católica es esencial para disminuir justamente la polarización y la división y fractura social que se vive en muchos países. 

“Justamente, en América Latina, las tensiones sociales, las violencias increíbles que se ven por ejemplo en México, con motivo del narcotráfico, de la falta de Estado de Derecho, de la polarización política y social tan grave que se vive, sólo pueden ser atendidas realmente, cuando una instancia como la iglesia cumple con su misión” 

“La voz de la Iglesia, la palabra de la Iglesia, la presencia de la Iglesia es esencial para disminuir justamente la polarización y la división y fractura social que se vive en muchos países, porque la presencia de la iglesia,  porque es prácticamente ya la única instancia que afirma con valor, que la solidaridad y el perdón son posibles… Prácticamente ya, es la única voz a nivel internacional y latinoamericano que afirma con fuerza y con coherencia que es necesario cuidar al otro con ternura, con cercanía, esa es la voz de la Iglesia y particularmente la del Papa Francisco y de muchos de nuestros obispos” 

“O la Iglesia propone lo esencial de su mensaje o se va a hundir en la ideología de los valores comunes, es decir en las modas y en las tendencias contemporáneas y va a perder su novedad y por lo tanto su atractivo” sentenció. 

UNA NUEVA CULTURA DE LA PAZ

El también fundador del Centro de Investigación Avanzada (CISAV), señaló que en este mensaje el Papa Francisco recupera la idea del pensamiento social cristiano, repetida por Paulo VI y Juan Pablo II: “el desarrollo es el nuevo nombre de la paz”. 

“Para el Papá Francisco decir que el desarrollo es el nuevo nombre de la paz, digámoslo así es la manera amable de decir, existen causas estructurales de las violencias que vivimos hoy, y que solo pueden ser atendidas y entendidas, promoviendo desarrollo humano integral y de esa manera evitando una paz meramente cosmética”, dijo. 

Y es que aunque destacó que en este momento no existen conflictos bélicos en América Latina, sí hay fuertes presiones sociales que violentan la dignidad de la persona humana. 

“A lo mejor, en Brasil, en Argentina, en México, en este momento no hay un conflicto bélico pero si hay graves violencias, en el que existen personas que no viven conforme a su dignidad, que no encuentran oportunidades justas para trabajar, para respirar, para asociarse, para expresarse con libertad, etcétera en algunos países no existe ni siquiera libertad para educar, y se ejercen presiones gravísimas en contra de las instituciones que fomentan una educación crítica y libre; eso es violencia y el Papa nos dice hay que explorar qué causa estas violencias”. 

Resaltó que la paz desde la desde la antigüedad, desde San Agustín suele ser definida por los cristianos como la tranquilidad en el orden, “esto significa que no es mera tranquilidad, no es mera ausencia de guerra, sino es que realmente exista una vida ordenada en lo personal y en lo social que nos permita respetar nuestra dignidad personal y de los demás”.

Rodrigo Guerra, afirmó que sólo podemos educar para una nueva cultura la paz, para un diálogo intergeneracional eficaz y potente, que no quede en la mera consigna o en un eslogan, escuchando a los demás, escuchando a los que muchas veces no piensan como nosotros. 

“El Papa Francisco ha repetido la misma idea en varias ocasiones: si no somos personas de pensamiento incompleto no podemos aprender de los demás”. 

“Lo voy a decir ahora de otra manera, esto sí ya es mío, es decir no hay nada más peligroso que una persona de un solo autor o de una sola editorial o de un solo tipo de libros, de un solo tipo de referentes intelectuales o afectivos, sino que es necesario expandir la mente y el corazón reconociendo que hay verdad en todo y en todos los que hemos luchado”, finalizó. 

Este encuentro fue moderado por el padre Eduardo Corral Merino secretario ejecutivo de la Dimensión de Pastoral Educativa y Cultura del episcopado mexicano,  organizado por ésta dimensión en colaboración con la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA), la Universidad Vasco de Quiroga (UVAQ) y la Organización de Universidades Católicas (ODUCAL) en México.