El purpurado presentó su renuncia al haber cumplido los preceptivos 75 años Francisco busca ya al sustituto del cardenal Poli para Buenos Aires
El lunes 28 de noviembre llegó a la edad límite de 75 años que establecen las normas eclesiásticas el cardenal arzobispo de Buenos Aires, razón por la que ha enviado una carta la Papa presentando su renuncia
Si bien su reemplazo puede demorarse, se cree que no tardará. Los arzobispos de Bahía Blanca, San Juan y La Plata, se encuentran entre los candidatos a sucederlo. Francisco decide
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Entre los nombres que se barajan para sucederlo se cuenta en primer lugar el arzobispo de Bahía Blanca, Carlos Azpiroz, de 66 años, nacido en Buenos Aires y miembro de la orden de los dominicos, seguido por el arzobispo de San Juan, Jorge Lozano, de 67 años, ex obispo auxiliar de Buenos Aires en tiempos de Bergoglio y actual secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), y el arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, de 60 años, oriundo de Córdoba.
¿A la búsqueda de un perfil más alto?
La probable rapidez del recambio podría tener que ver con un pedido del propio Poli -quien se reunió con el Papa en mayo- o con el deseo de Francisco de avanzar prontamente en la configuración de un perfil más alto que el que tuvo Poli en la conducción de la jurisdicción católica más importante del país, que él mismo ocupaba hasta ser elegido Papa. Poli evitó declaraciones fuertes hacia los gobiernos de turno y optó en su accionar por la discreción.
Si bien fue designado por Francisco a las pocas semanas de su elección papal -ya lo tenía “in pectore” para proponérselo al Vaticano como su sucesor, ya que él mismo estaba por jubilarse-, dicen que la sintonía de Poli con el actual pontífice no fue plena. Si bien todos en la Iglesia le reconocen a Poli su honestidad y austeridad, habrían surgido -por caso- diferencias de criterio sobre el modo de llevar adelante la gestión de las cuestiones económicas.
Auditoría del Vaticano
A comienzos de mayo se conoció que el Vaticano había realizado el año pasado una auditoría en el arzobispado de Buenos Aires y detectado que ventas y alquileres de inmuebles de la curia porteña no habían sido sometidas a los controles que establecen las normas eclesiásticas. Además, recomendaba que se hicieran las “transacciones estrictamente necesarias”, dado que este 29 de noviembre iba a hacerse efectiva la renuncia del cardenal Poli.
En el informe no se mencionaban operaciones concretas, pero sí se advertía por la falta de conformación del Colegio de Consultores y del Consejo de Asuntos Económicos de la arquidiócesis, integrado por sacerdotes y laicos, que deben supervisar las transacciones, y recordaba que cuando el monto supera los trescientos mil dólares debe consultarse a la Santa Sede. Además, deslizaba que “asesores financieros” se habrían beneficiado con las operaciones.
En aquel momento, cientos de sacerdotes de la ciudad de Buenos Aires salieron a defender la honorabilidad del cardenal Poli, en un hecho inédito. A su vez, Poli difundió una declaración de desagravio a los sacerdotes que lo asisten en cuestiones económicas, al considerar que fueron víctimas de una “infamia, montada sobre denuncias subjetivas y calumniosas, muy lejos del espíritu evangélico que debiera reinar entre los cristianos”.
No se postuló para presidente del Episcopado
En las primeras elecciones en la Conferencia Episcopal -el organismo que agrupa al centenar de obispos del país- tras su nombramiento como arzobispo de Buenos Aires, Poli pidió a sus pares que no lo votaran para la presidencia. Es que los obispos se suelen inclinar por quien está al frente del arzobispado porteño. No obstante, lo eligieron vicepresidente. Actualmente, es titular de la comisión de Educación de la Iglesia.
En línea con la posición histórica de la Iglesia tras la crisis de 2001, Polí exhortó a los dirigentes en cada Te Deum por el 25 de Mayo al diálogo y la búsqueda de consensos para sortear la crisis que vive el país.