"¿Debemos considerar una tregua las palabras de amor de la vice dictadora?" La renuncia del cardenal Brenes y la extraña (y cariñosa) despedida de Rosario Murillo
"A él, a su eminencia Lepoldo José, Polito, le expresamos el cariño de las familias nicaragüenses, y el muy especial reconocimiento por esa labor tan meritoria que viene desempeñando con un mensaje pastoral consecuente con el buen pastor". El cariñoso mensaje con el que la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, felicitó el 7 de marzo al cardenal nicaragüense y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, en ocasión de su 75 aniversario, no ha pasado desapercibido cuando el país centroamericano vive desde hace unos años unas tensas relaciones entre el Gobierno sandinista y la Iglesia católica
"A él, a su eminencia Lepoldo José, Polito, le expresamos el cariño de las familias nicaragüenses, y el muy especial reconocimiento por esa labor tan meritoria que viene desempeñando con un mensaje pastoral consecuente con el buen pastor". El cariñoso mensaje con el que la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, felicitó el 7 de marzo al cardenal nicaragüense y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, en ocasión de su 75 aniversario, no ha pasado desapercibido cuando el país centroamericano vive desde hace unos años unas tensas relaciones entre el Gobierno sandinista y la Iglesia católica.
Las palabras de la esposa del presidente Daniel Ortega coinciden también con el momento en el que el purpurado nicaragüense ha presentado preceptivamente su renuncia al Papa al cumplir al edad canónica para su jubilación, que deberá ser aceptada por Francisco, quien se ha mostrado en los últimos tiempos partidario de dilatar ese tiempo, sobre todo en aquellos casos donde hay mayor confianza y necesidad del servicio del pastor en cuestión.
Una vez que Francisco acepte su renuncia, el cardenal dijo que se pondrá a la orden del nuevo arzobispo de Managua "en lo que le pueda ayudar y colaborar". "Estaré siempre atento y luego, pues, darme tiempo para descansar un poco. No salir del país porque soy poco para salir”, indicó en declaraciones recogidas por la agencia EFE.
Murillo se acuerda también de la madre de Brenes
"Hoy estamos junto a su eminencia, reverendísima, el cardenal Leopoldo Brenes, a su familia y, por supuesto, con el pensamiento también puesto en su madre, doña Lilliam, que lo trajo a este mundo, celebrando su 75 aniversario de vida", expresó Murillo, en un mensaje a través de medios oficiales en Managua, destacando que la madre del purpurado, ya fallecida, ofreció a su hijo como "misionero del mensaje y de la práctica de Cristo Jesús".
Murillo envió un "saludo de buena voluntad desde un cristianismo verdaderamente fraternal, respetuoso, solidario, practicante, que es la cultura en nuestra Nicaragua bendita" al cardenal Brenes, subrayando, además, que "gracias a Dios hemos venido dejando atrás los días de campanas y cristales rotos, esos días terribles cuando intentaron romper el sentido de familia y comunidad, así como también la alianza de reconciliación y unión en nuestra Nicaragua", en alusión a las manifestaciones que estallaron en abril de 2018 por unas controvertidas reformas a la seguridad social y que el Ejecutivo sostiene que fue un intento de golpe de Estado.
"Intentaron, pero no pudieron y no podrán, porque eso está en nuestras venas, esa unión por el bien común, desde un cristianismo fraternal y solidario", añadió la también la primera dama, quien ahora considera que Brenes es un discípulo del fallecido cardenal nicaragüense y arzobispo de Managua Miguel Obando y Bravo.
Tensas relaciones desde 2018
Estas palabras de Murillo -que contrastan con las que su marido le dedicó a la Iglesia, a la que tildó de "mafia", entre otras descalificaciones, se producen cuando el Gobierno sandinistas ha detenido a 55 religiosos y excarcelado y desterrado a 44 de ellos, en el marco de la crisis sociopolítica que vive el país desde abril de 2018, según denunciaron en la víspera tres organizaciones humanitarias en un informe titulado 'Ataques a la libertad religiosa en Nicaragua´.
De hecho, la prensa más crítica con el gobierno del tándem Ortega-Murillo ha calificado de "hipocresía" el mensaje de la vicepresidenta y la activista y defensora de los Derechos Humanos, Martha Patricia, ha señalado en sus redes sociales que "no es una tregua, solo cambia el estilo de represión, persecución y ataque".
"El cardenal no representa a toda la Iglesia"
"¿Debemos considerar una tregua, las felicitaciones y palabras de amor de la vice dictadora Rosario Murillo hacia el cardenal Leopoldo José Brenes? El cardenal es un miembro más de la Iglesia Católica, no la representa en su totalidad. Existen cienes de sacerdotes y religiosas", señaló la abogada e investigadora nicaragüense, en lo que parece también una cierta crítica a la labor del purpurado, a quien, desde algunos sectores, le habían exigido pronunciamientos más contundentes por ejemplo cuando se produjo el asedio policial al obispo Rolando Álvarez, finalmente encarcelado y expulsado al Vaticano
¿Debemos considerar una tregua, las felicitaciones y palabras de amor de la vice dictadora Rosario Murillo hacia el cardenal Leopoldo José Brenes?
— Martha Patricia M (@mpatricia_m) March 8, 2024
El cardenal es un miembro más de la Iglesia Católica, no la representa en su totalidad. Existen cienes de sacerdotes y religiosas pic.twitter.com/UaIzOi7rLz