“Porque así dice el Señor: «Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz, como un torrente en crecida, las riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán; como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo, y en Jerusalén seréis consolados” (Isa 66, 12-13)
Dios es Dios de paz: “Pues sé muy bien lo que pienso hacer con vosotros: designios de paz y no de aflicción” (Jer 29, 11) El cuelga el arco de guerrero, y conduce por senderos de paz. “Me has enseñado senderos de vida, me saciarás de gozo con tu rostro” (Act 2, 28).
San Ignacio, en sus Ejercicios Espirituales, aconseja poner los cinco sentidos sobre lo meditado cada día, “notando y haciendo pausa en las partes más principales, y donde haya sentido mayores mociones y gustosespirituales. (EE 227) Y más adelante: “propio es de Dios y de sus ángeles en sus mociones dar verdadera alegría y gozo spiritual” (EE 329).
El Maestro Eckhart en sus sermones enseña: “Porque, cuanto te has adentrado en Dios, tanto estás en paz, y cuanto [te hallas] apartado de Dios, tanto estás apartado de la paz. Si algo se encuentra únicamente en Dios, entonces tiene paz. Cuanto en Dios, tanto en paz” (Pláticas instructivas, 23).
¿Tienes paz?