¿Te sientes acompañado por Jesús? El Cuarto Evangelio (17)
V Domingo de Pascua, El Cuarto Evangelio (XVII)
Texto Evangélico: “Yo soy el Camino”
“En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras (Jn 14, 2-6.11).
Comentario
Adelantamos el orden de los comentarios sobre el Cuarto Evangelio, para coincidir con el texto evangélico que se proclama el V Domingo de Pascua.
La Iglesia se ha fijado especialmente en la declaración de Jesús acerca de Sí mismo: “Yo soy el Camino”. Pero para ponerse en camino se debe haber sentido la llamada, de lo contrario puede ser un proyecto pretencioso y agotador.
Jesús vuelve a su Padre. El Verbo estaba vuelto hacia Dios, y después de cumplir la misión que le había confiado el Padre, de hacerse hombre, redimir la humanidad y revelar el amor de Dios, retorna a Él.El camino que nos muestra Jesús es la forma de vivir según Dios. Él nos da la clave: “Que no se haga lo que yo quiero, sino lo que Tú quieras”.
El Maestro no solo es el Camino y la meta, se hace compañero de camino a través de mediaciones, como son las Sagradas Escrituras, los sacramentos, los acontecimientos y las mociones consoladoras, que por la paz interior nos conducen a Dios.
Ya no tenemos que imaginar quién es Dios; se nos ha revelado en su Hijo: “Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre”. La parábola del Buen Pastor (Jn 10), la multiplicación de los panes (Jn 6), el trato con enfermos y pecadores (Jn 8), que ha mantenido Jesús, nos dan a conocer las entrañas divinas: “Jesús, viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban, se conmovió en su espíritu, se estremeció y preguntó: «¿Dónde lo habéis enterrado?». Le contestaron: «Señor, ven a verlo»” (Jn 11, 33-34).
Propuesta
¿Te sientes acompañado por Jesús?