13 de Marzo: I Jueves de Cuaresma:
VII Profecía de la Pasión: Jesús confía en su Padre
Evangelio del día
“Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre” (Mt 7, 7-8).
Profecía
“Yo soy el hombre que ha conocido el sufrimiento bajo la vara de su cólera; me ha conducido y llevado a la tiniebla y no a la luz; contra mí ha vuelto sin parar su mano todo el día. Ha consumido mi carne y mi piel, ha quebrado mis huesos; ha levantado un cerco y me ha rodeado de veneno y pesadumbre; me ha confinado en las tinieblas, como a los muertos de antaño. Me ha tapiado y no puedo salir, me ha cargado con pesadas cadenas; aunque grito y pido socorro, cierra sus oídos a mi súplica; ha cerrado mis caminos con sillares, ha retorcido mis sendas” (Lam 3,1-8).
Camino de Esperanza
El creyente descubre en las caídas la mano de la misericordia de Dios. “Levanto mis ojos a los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme; no duerme ni reposa el guardián de Israel” (Sal 120,1-8).
Oración del salmista
“Dios mío, sálvame, que me llega el agua al cuello: me estoy hundiendo en un cieno profundo y no puedo hacer pie; he entrado en la hondura del agua, me arrastra la corriente. Estoy agotado de gritar, tengo ronca la garganta; se me nublan los ojos de tanto aguardar a mi Dios. Más que los pelos de mi cabeza son los que me odian sin razón; numerosos los que me atacan injustamente” (Sal 68,2-5).
Propuesta
No dudes de acudir al Señor en el momento del aprieto.