"La señal de que eres mi amigo Es que amas y respetas a los que no son de tu equipo, movimiento, congregación o hinchada" Toño Casado: "La señal es que los cristianos os queréis como Iglesia, santa y pecadora"
"La señal es que amas a mis amigos. Aunque sean flojos, aunque sean pocos y aburridos en Europa, aunque se equivoquen, aunque tengan un historial de santos y asesinos, de héroes y pederastas, de misioneros e inquisidores"
"La señal es que das de comer al hambriento, de beber al sediento, das posada al peregrino, visitas a los enfermos, vistes al desnudo, visitas a los presos y acompañas a tus amigos en los entierros"
"La señal es que consuelas a los tristes, corriges con tacto, das buenos consejos, enseñas a los que no saben, perdonas al que te hiere, tienes paciencia y te acuerdas de todos ante Dios"
"La señal no es que te pongas un cucurucho en la cabeza, Ni una corona, Ni una mitra, Ni una cofia. Ni siquiera una corona de espinas. No, no es la señal"
"La señal es que consuelas a los tristes, corriges con tacto, das buenos consejos, enseñas a los que no saben, perdonas al que te hiere, tienes paciencia y te acuerdas de todos ante Dios"
"La señal no es que te pongas un cucurucho en la cabeza, Ni una corona, Ni una mitra, Ni una cofia. Ni siquiera una corona de espinas. No, no es la señal"
Te voy a dar una señal
Para que sepan que somos amigos por los siglos.
No hace falta que te vistas distinto,
Que lleves el pelo engominado,
Que te pongas un velo o te dejes barbas largas
O vistas camisa negra o verde o amarilla..
No hace falta que te sientas como una casta superior.
Yo no creé una secta de seres sin cerebro
Y uniformes uniformados.
Esa no es la señal.
La señal no es que construyas edificios enormes,
o pintes cuadros,
Que vivas separado de la gente,
Que procesiones por las calles
Con trompetas y tambores.
Esa no es la señal.
La señal no es que te pongas un cucurucho en la cabeza,
Ni una corona,
Ni una mitra,
Ni una cofia
Ni siquiera una corona de espinas.
No, no es la señal.
La señal de que eres mi amigo
Es que amas apasionadamente a las personas
Que se cruzan en el camino de tu vida.
Que sonríes fácilmente
A pesar de tus decepciones,
Que ayudas y conoces a tus vecinos.
La señal es que eres comprensivo con las caídas ajenas
Y también paciente con las tuyas.
La señal es que luchas por los derechos de los demás
Y no te callas ni eres cómplice de los abusones del patio de la vida.
La señal es que das de comer al hambriento, de beber al sediento,
das posada al peregrino, visitas a los enfermos, vistes al desnudo,
visitas a los presos y acompañas a tus amigos en los entierros.
La señal es que consuelas a los tristes,
corriges con tacto, das buenos consejos, enseñas a los que no saben,
perdonas al que te hiere, tienes paciencia
y te acuerdas de todos ante Dios.
Esa es la señal.
La señal de que eres mi amigo
Es que amas y respetas a los que no son de tu equipo,
movimiento, congregación o hinchada.
La señal es que amas los que piensan diferente,
rezan diferente, bailan diferente.
La señal es que te sabes hermano de los otros,
De los de tu parroquia, de tu comunidad,
De tu obispo, aunque sea muy largo en las homilías,
del Papá, se llame Benedicto, Francisco o Sebastián...
La señal es que amas a mis amigos
Aunque sean flojos, aunque sean pocos y aburridos en Europa,
Aunque se equivoquen,
Aunque tengan un historial de santos y asesinos,
De héroes y pederastas,
De misioneros e inquisidores.
La señal es que los cristianos os queréis como Iglesia,
santa y pecadora.
La señal por la que sabrán que sois mis amigos
Es que os amáis.
Y ya.
Esa será la señal.
Y todos la entenderán.
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