El cardenal Cañizares anunció en la Misa de la Patrona de Valencia la creación de una Comisión Diocesana para trabajar en el remedio de los parados que va a dejar la crisis del coronavirus e hizo sacar la imagen de la Virgen de los Desamparados a la puerta del templo para que bendijera la ciudad.

Tres Misas en una –las tradicionales  Missa de Descoberta, la MIssa d´Infants y la Misa de Pontifical- se fundían simbólicamente en la Misa a puerta cerrada celebrada en la Real Basílica de la Virgen de los Desamparados en el día de la Patrona de Valencia y su Reino, la Mare de Déu dels Desamparats, según explicó en la monición de entrada, el vicerrector de la Real Capilla, Alvaro Almenar, al introducir al acto, que presidió el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, y comenzó con la Descoberta de la imagen, la alzada del telón que por la noche la cubre. El prelado concelebró con los obispos auxiliares, Javier Salinas y  Vicente Juan, y  el arzobispo dimisionario de Zaragoza, Manuel Ureña,  el vicario general, Vicente Fontestad, el rector, Jaime Sancho, y miembros del Cabildo de la Catedral,  y capellanes asistentes y confesores del templo más visitado de los valencianos.

El Evangelio lo proclamó Jaime Sancho y en su homilía el cardenal recordó los emotivos y populosos actos de la Virgen de los Desamparados que por la pandemia este año no pueden ser celebrados externamente “momentos difíciles en que Ella es nuestra Jesús su Hijo debemos pedir “quédate con nosotros, porque necesitamos de tu presencia alentadora, necesitamos ser como tú fieles a Dios, sabemos que Tú no nos abandonas nunca”.

"Tenemos múltiples pobrezas"

Fue trenzando el prelado la poesía del Himno de la Virgen, su iconografía, la Mariología, con el Evangelio y la realidad social del momento. En su concreción al tiempo del coronavirus que vivimos, Cañizares dijo que Jesucristo, el hijo de María, nos ha traído el infinito amor de Dios misericordioso, entregado por y para el hombre. Estamos en una situación muy difícil de pandemia con fallecidos y enfermos, tenemos la gran crisis económica, destrucción de empresas y empleo, tenemos múltiples pobrezas. Jesús nos pide que permanezcamos en el amor, que no nos apartemos del amor, que nos amemos con el mismo amor que son amados por El y la Virgen todos los desamparados, por la multitud que sufre”.

Cañizares anunció que en los próximos días la Diócesis anunciará medidas especiales para atender a afectados por la pandemia, a cuyo efecto se va a crear una Junta o Comisión Diocesana. Dentro de las obras de misericordia que enseña Jesús está el “hacer por los parados todo lo que podamos, que nadie les robe la dignidad del trabajo en una situación tan grave como la que estamos viendo. Colaboremos unidos. El pueblo valenciano vibra con la Virgen de amor, misericordia y perdón. La fe del pueblo valenciano por Ella no muere. La esperanza es la respuesta al desamparo, permanecer atentos al dolor de los enfermos, de los ancianos, de la soledad, de los que están amenazados en sus vidas. Estar atentos a las carencias y necesidades de los hombres, a la increencia e indigencia que tienen de Dios.

Al término de la Misa el prelado impartió la bendición apostólica del Santo Padre y saltó la sorpresa. Propuso Cañizares que la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados fuera sacada a la puerta de la Basílica para que desde allí bendijera Valencia. Así se hizo. La imagen salió al mismo dintel, acompañada por los concelebrantes y en la plaza basilical se había congregado mucha gente, guardando las distancias de seguridad, que aplaudieron su aparición. Se interpretó los Himnos de la Coronación y el Regional por el canónigo tenor de la catedral, Miguel Bou. Y Se dio por concluida la ceremonia.