Después de ser aireada su negativa y a la presión de una recogida de firmas La Generalitat Valenciana recula y dará tablets a los alumnos de Colegio de NIños Huérfanos de san Vicente Ferrer
Las tablets , al igual que en otros colegios, eran para que los alumnos necesitados siguieran las clases desde casa en su confinamiento.
Educación negó los dispositivos, e Igualdad, con toda la desfachatez, les dijo que lo pidieran a Dios por mediación de san Vicente Ferrer.
Director: "No se trata de privilegios, sino de justicia, equidad, buen gobierno. Hay voluntad, pero hemos de superar ciertos prejuicios.”
Director: "No se trata de privilegios, sino de justicia, equidad, buen gobierno. Hay voluntad, pero hemos de superar ciertos prejuicios.”
| Baltasar Bueno corresponsal en Valencia
La Generalitat Valenciana ha reculado en su decisión de dejar sin tablets a los alumnos de Colegio Imperial de Niños Huérfanos de san San Vicente Ferrer, fundado en el siglo XV, el segundo más antiguo de España, después de la presión ejercida por numerosos valencianos que firmaron un escrito en el sentido de que no fueran discriminados con respecto a otros colegios y pudieran seguir las clases desde sus casas en tiempos de confinamiento por el coronavirus.
Antes de dicho escrito, el director del centro. P. Jose Ignacio López, estuvo haciendo gestiones ante la Conselleria de Educación primero, y luego ante la de Igualdad, en base a que tenía unos alumnos en sus casas sin medios para poder seguir las clases por vía telemática, solicitando se les dotara de tablets, al igual que se ha hecho con casos similares de otros centros escolares.
Ambas Consellerías se negaron a ello y la segunda contestó invitándoles que se lo pidieran a Dios a través de san Vicente Ferrer, indicio inequívoco de la soberbia, arrogancia e insolidaridad con que gobiernan cuando se trata de centros religioso.
Ayudas privadas
El sacerdote decidió entonces solicitar a entidades privadas y particulares la ayuda que le negaban por cuestiones burocráticas los organismos oficiales, que no querían entrar en el fondo de la cuestión, y una de las iniciativas fue el airear en los medios de comunicación el problema, además de realizar una recogida de firmas a través de “Change.org.”.
Y como los políticos sólo reaccionan cuando se ven en los papeles, negro sobre blanco, no ha sido necesario hacer ninguna rogativa más. Los alumnos del Colegio de Huérfanos de san Vicente Ferrer van a tener el doble de tablets de lo que pidieron gracias a la respuesta a la presión ejercida por la Conselleria de Educación, que en este caso no ha sido insolente como la de la Conselleria de Igualdad.
De esta manera se va a solucionar la brecha digital de los niños y niñas del Colegio. Primero, gracias a Caixa Popular y después, a remolque, a la Conselleria d’ Educació, que ha conseguido las 20 tablets. Caixa Popular ha ofrecido al colegio 25 routers y tarjetas de datos. Inmediatamente, la Consellería de Educación solicitó la lista de los 20 alumnos necesitados para enviarles las tablets. Como ahora sobra, se ha pensado en que como algunas familias cuentan con varios colegiales en edad escolar y para que no tengan que compartir los equipos, se podrá dotar a cada niño del suyo propio y ayudar a los que durante estos días han visto cómo sus dispositivos personales dejaban de funcionar, además de tener reservas para los diversos imprevistos que puedan surgir, pues tras un análisis más detenido, se ha detectado nuevos casos de alumnos necesitados.
El director el centro ha dicho que “Las tablets (Conselleria), llegarán seguramente durante la próxima semana y también distribuiremos los routers con tarjeta de datos (Caixa Popular) y los portátiles (Colegio) para que los niños y niñas internos de San Vicente Ferrer, puedan seguir el curso escolar desde sus domicilios familiares, mientras dure el confinamiento. Durante esta semana hemos estado definiendo los beneficiarios, preparando los equipos y distribuyendo las rutas”.
El director del colegio da las gracias “a todos los que se han interesado por la situación de estos niños y nos han brindado su apoyo e incluso su aportación económica. Como ya decíamos, el problema del Colegio no es de índole económica, sino de visibilidad. Es decir, que la Administración tenga en cuenta la situación familiar de los menores beneficiarios y no la obvie, siguiendo "criterios objetivos" que les perjudiquen, como es el ISEC de centro. Hay otros criterios igualmente objetivos que sirven mucho mejor para detectar estas necesidades reales como es el de la beca de comedor de tipo A, como se ha hecho para repartir los vales de compra de Consum, y la asignación de horas de educación compensatoria (PAM), que indican la situación de vulnerabilidad de las familias.”
Y ha concluido diciendo: “En esta ocasión nuestra voz ha sido escuchada, y estos niños y niñas van a contar con los medios oportunos. Aún nos quedan pendientes algunas cuestiones que confiamos se vayan solucionando y que, en lo sucesivo, no sea necesario volver a lanzar alertas de este tipo. No se trata de privilegios, sino de justicia, equidad, buen gobierno. Hay voluntad, pero hemos de superar ciertos prejuicios.”