"Esta difícil decisión, tomada por unanimidad, se ha llevado a cabo con tristeza" Suspendida la Semana Santa Marinera por la pandemia del coronavirus
"Con tristeza, pero con la firmeza y la responsabilidad que requiere la actual coyuntura provocada por la pandemia originada por el COVID-19 y con el fin de seguir fielmente las recomendaciones e indicaciones de las autoridades sanitarias, la Conselleria de Sanitat, la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España"
Las primeras noticias escritas que se tienen acerca de las procesiones que en la Valencia marinera conmemoraban la Semana Santa datan de principios del siglo XVIII
| Baltasar Bueno corresponsal en Valencia
La populosa Semana Santa Marinera de Valencia, que se desarrolla en los barrios marítimos de la ciudad, no en el centro, ha sido suspendida a causa de la pandemia del coronavirus COVID 19, acuerdo adoptado por su Junta Mayor, una vez conocidas las instrucciones de la Conferencia Episcopal Española a las Hermandades y Cofradías de todas las Diócesis de no celebrar sus actos externos y masivos, como traslados y procesiones.
Al término de la reunión han emitido un comunicado en el que textualmente se lee: “El Consejo de Gobierno de la Semana Santa Marinera, junto con los Presidentes y Hermanos Mayores de las cofradías, hermandades y corporaciones que componen la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera de Valencia, han decidido en una reunión extraordinaria celebrada en la tarde de hoy en la sede de la Junta Mayor, suspender todos los actos de la Semana Santa Marinera 2020.
Esta difícil decisión, tomada por unanimidad, se ha llevado a cabo con tristeza, pero con la firmeza y la responsabilidad que requiere la actual coyuntura provocada por la pandemia originada por el COVID-19 y con el fin de seguir fielmente las recomendaciones e indicaciones de las autoridades sanitarias, la Conselleria de Sanitat, la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España para minimizar los riesgos de contagio de la enfermedad y en beneficio de los ciudadanos".
La Semana Santa Marinera
Las primeras noticias escritas que se tienen acerca de las procesiones que en la Valencia marinera conmemoraban la Semana Santa datan de principios del siglo XVIII, en el Grao donde, noticias no certificadas documentalmente, las remontan a los tiempos de San Vicente Ferrer, en el siglo XV.
Desde entonces, cuando se acerca la primavera, los vecinos del Grao, el Canyamelar y el Cabanyal se preparan para celebrar su fiesta grande en sus parroquias, en sus calles y en sus casas, en la que revivirán los momentos de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, a través de un apretado programa de actos que recoge una manifestación de religiosidad popular que sorprende al numeroso público que acude a contemplarla.
Inicialmente las imágenes que participaban en las procesiones, representaban al Nazareno, al Cristo y a su Madre Dolorosa. Esta trilogía de imágenes representa la manifestación más clara de la relación de la Semana Santa Marinera con la mar.
En el sufrimiento del Nazareno, cargando con la cruz, camino del Calvario, se veían representados los marineros cuando sobre su barca soportan los embates de los temporales. La Dolorosa plasmaba el dolor de las mujeres esperando noticias de sus maridos que saben en medio de una tormenta. Y el Cristo mostrando la imagen de la muerte más dolorosa y cruel, clavado en la cruz, a quien se encomiendan, rogando por los familiares ahogados en la mar.
La presencia de estas tres imágenes en las procesiones, quedaba complementada con la participación de personajes bíblicos, representados por los propios miembros de las cofradías que recordaban a los fieles, y continúan haciéndolo en la actualidad, algunos de los últimos momentos que vivió Cristo en la tierra. Especialmente emotivos son en el Via Crucis de la mañana del Viernes Santo, los encuentros con su Madre, con la mujer Verónica que le limpia el sudor del rostro, o el momento del descendimiento de Jesús de la cruz.
No fue hasta el primer cuarto del siglo XX cuando aparecieron nuevas cofradías con nuevos grupos escultóricos representando otros momentos de la pasión y muerte de Jesús. Con este motivo, los organizadores de la fiesta decidieron organizar tres procesiones en las que participan conjuntamente todos los colectivos de la fiesta.
En el atardecer del Jueves Santo, la Visita a los Monumentos en la que las hermandades visitan las parroquias, acompañadas únicamente por el sordo rumor de los tambores. En la noche del Viernes Santo, el Santo Entierro cuando todos los colectivos con sus respectivas imágenes, bellamente iluminadas y adornadas con flores, componen una verdadera catequesis plástica y, en el mediodía del Domingo de Pascua, el Desfile de Resurrección, que ofrece un alegre y colorido broche final a las celebraciones.
Tres actos colectivos que transcurren por las calles de las feligresías de las iglesias de Santa María del Mar; Nuestra Señora del Rosario; Cristo Redentor-San Rafael y Nuestra Señora de los Ángeles. Ellas acogen también las distintas procesiones que comienzan el Viernes de Dolores y terminan el Domingo de Pascua.
Contemplando las distintas procesiones, al visitante que acuda por primera vez, le llamará la atención la repetición de imágenes. Se trata de una reminiscencia histórica que recuerda cuando el Marítimo estaba dividido en los tres núcleos de población ya mencionados: el Grao; el Canyamelar y el Cabanyal, cada uno de ellos con su propia iglesia y, por supuesto, con sus propias procesiones.