"Como antesala a la VIII Jornada Mundial de los pobres" "Todo lo que tienes… hace falta"

Vasijas
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"Su Santidad, el Papa Francisco, quiere que reflexionemos sobre la pobreza en la antesala de la VIII Jornada Mundial de los pobres a celebrarse el próximo 17 de noviembre 2024"

"Un llamado así de nuestro amado Papa nos hace pensar en muchas cosas buenas. También nos trae a la mente tristezas"

"En realidad, lo que pasa es que así es que estamos viviendo, con la vista hacia la generosa grandiosidad de Dios Padre y los pies empantanados en nuestra capacidad para la miseria"

"Mientras tanto, Dios nos sigue amando… y cuál será nuestra respuesta en el camino?"

Su Santidad, el Papa Francisco, quiere que, desde todas partes del mundo, reflexionemos sobre la pobreza, en la antesala de la VIII Jornada Mundial de los pobres a celebrarse el próximo 17 de noviembre 2024. Un llamado así de nuestro amado Papa nos hace pensar en muchas cosas buenas. También nos trae a la mente tristezas. En realidad, lo que pasa es que así es que estamos viviendo, con la vista hacia la generosa grandiosidad de Dios Padre y los pies empantanados en nuestra capacidad para la miseria.

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Si el mejor don que puedo tener es la vida, no sólo es Dios el que me la ha dado, sino que además me ha prometido la vida eterna. Si aprecio tener familia, no sólo Dios me la ha dado, sino que ha puesto al alcance que todos podamos ser hermanos e hijos de un mismo padre. Si lo que ansío es tener amor, pues Dios, que es amor, está en todas partes. En Dios tenemos TODO lo que podemos necesitar, todo en abundancia y, sin necesidad de merecerlo o de ganarlo.

Dios Es Amor – Vida Church

Pero dije que también me hace meditar sobre cosas tristes.

En ese universo de abundancia, los seres humanos nos hemos desarrollado en los seres de dolor y miseria. Es tanto eso que, visto desde el cielo, debemos parecer ridículos, tratando de acaparar para encumbrarnos y poseer individualmente lo que ha sido creado para el bienestar de todos.

En otros tiempos se decía que la economía era la ciencia de la administración de los bienes escasos. Hace sentido. Sin embargo, ese principio puede esconder la dolorosa realidad sobre cómo tenemos organizada la sociedad. Se obstaculiza el camino de la gente para que se haga escaso todo lo que sea posible y eso sirva para implantar la prosperidad de los pocos a costa de la miseria de los muchos.

Todo lo que siento que tengo, en realidad es de Dios. El que lo tenga a cargo durante la vida terrenal no me hace su dueño. Lo que me toca es hacer con ello la voluntad de Dios. 

Decía el buen San Agustín; “Investiga las cosas que son necesarias y verás cuán pocas son. Ved que no sólo es poco lo que os es suficiente, sino que ni siquiera Dios os exige mucho. Pide lo que te dio, de ello quita lo que te sea necesario; los demás bienes, que son superfluos para ti, a otros son necesarios. Los bienes superfluos de los ricos son necesarios a los pobres. Posees lo ajeno cuando posees lo superfluo.”

Una verdadera economía sería, por ejemplo, que se organizara la distribución de las cosechas para que el alimento alcanzara para todos, que la producción de medicinas y los recursos médicos llegaran a todos, que la grandeza y la fama se midieran de manera que se reconociera al que lo da todo por los demás. Pero nuestro sistema nos enseña a medir las cosas de otra manera. Nos enseña que la grandeza se obtiene llegando a ser más que los otros, derrotando a los otros, aprovechándonos de los otros. Llegamos al extremo de pararnos soberbios ante el humilde crucifijo a decirle al Dios de la misericordia, el perdón y el amor que le damos las gracias por ser mejores que los demás.

Mientras tanto, Dios nos sigue amando… y cuál será nuestra respuesta en el camino?  

La llamada de Dios en Cristo

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