Un relato para Navidad
Grita de alegría. Alégrate y celébralo con el todo tu corazón… Tienes dentro de ti al Señor. No dejes caer tus manos… El Señor, tu Dios está dentro de ti, como un Salvador poderoso…se goza de alegría contigo, y te renueva con su amor; danza por ti con gritos de alegría, como en días de fiesta…
Elprofeta Sofoníasnos muestra al mismo Dios como un centro luminoso de fiesta y de alegría, que quiere comunicar a su pueblo este gozo de la salvación. Me llena de vida releer este texto:Tu Dios está en medio de ti, te renueva con su amor y danza por ti con gritos de viva alegría.
Es la alegría que se vive en medio de las cosas pequeñas de la vida cotidiana, como respuesta a la invitación de nuestro Padre Dios: Hijo, en la medida de tus posibilidades trátate bien… No te prives de pasar un buen día (Sir 14,11.14) ¡Cuánta ternura paterna se intuye detrás de estas palabras! (nº 4)
“Me llena de vida releer este texto” qué paz rezuman estas 7 palabras, que nos descubren un poco de la intimidad de nuestro Papa Francisco, de su sendero hacia la intimidad con el Misterio de Amor, este Misterio que estamos celebrando en estos días, y que deben ser para nosotros, cristianos, las fuentes permanentes de nuestra vida. La Palabra de Dios… los hontanares de la vida, de la verdadera vida.
Este es el rostro que Dios quiere mostrar a la humanidad en la fiesta del Nacimiento de su Hijo, el Mesías, y la Iglesia, la liturgia, considerando la importancia de esta presencia viva en Dios en el corazón de la humanidad, en el centro de tu corazón de monje, en el centro de tu corazón de hombre, en el centro de tu corazón de mujer…
Nos invita a vivir la fiesta del Nacimiento pendientes del corazón, porque es aquí donde gusta de refugiarse este Dios, que, en su deseo de ser profundamente humano, ha establecido su morada en aquel espacio más íntimo del ser humano.
Un Dios que ha buscado y sigue buscando el corazón de la humanidad, porque es el espacio propicio para la nueva creación que se inicia con la encarnación, con el revestimiento de humanidad en el cuerpo de santa María.
En la celebración de este Misterio de Amor necesitamos también contemplar el modelo de santa María, mujer fuerte, valiente y entregada en la respuesta a la Palabra, y con la sencillez de la mujer de Nazaret, que lleva a escribir al poeta:
Si tú no hubieras sido sencilla, ¿cómo podría
tener lugar en ti lo que ahora ilumina la noche?
Mira, el Dios que retumba en las nubes
se hace benigno y viene en ti al mundo
(Rilke, Vida de María)
Amigo lector te deseo el espíritu del salmista:
¡Qué deseables son tus moradas!...
Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo…
Dichosos los que viven en tu casa alabándote siempre,
dichosos los que encuentran en ti su fuerza
y la esperanza de su corazón…
(Sal 83)
Este espíritu está a tu alcance: basta que hagas un esfuerzo de sencillez en tu vida, y relee la Palabra de Dios, los relatos de la liturgia, de la Palabra de Dios, que nos narra este Misterio del Nacimiento, dejando que descienda al santuario de tu corazón. Como al Papa Francisco “se te llenará de vida”.