Conocí diversos venezolanos,
a los que se puede llamar: amigo,
a los que siento como mis paisanos
y que quiero tener cerca conmigo.
Emigraron por una dictadura,
de un malandro apellidado Maduro
que es todo un grandísimo caradura
que les arrancó hasta el último duro.
Vienen con las ganas de trabajar,
aunque para ello tengan que sudar,
sus metas no las van a rebajar,
a sus familias quieren ayudar,
por eso no se van a relajar,
de su objetivo no van a dudar.