Los Testigos de Jehová.
Tal vez sea yo un tanto carca cuando afirmo esa idea tan antigua de tiempos de Trento que la Biblia no es un libro para ser leído por cualquiera. En mi opinión es un libro muy peligroso si se carece de preparación para abordarla, y el grave problema de muchos protestantes y de los Testigos de Jehová es que se dedican a leer la biblia sin preparación alguna y más por precepto que por consejo, y así terminan surgiendo muchos disparates que sin duda afectaron a la Iglesia Católica y que le costo desde siglos hasta concilios superar.
La biblia dice muchas cosas y algunas son contradictorias. Otras en cambio no pueden interpretarse de forma literal porque te creerías una mentira. Y algunas tienen unos orígenes insospechados. Algunos consejos y recomendaciones bíblicos no son para hoy, lo son para el ayer, y de aplicarse hoy serían una salvajada. De seguir ciertos preceptos bíblicos y a nuestro antojo, seríamos desde una sociedad polígama como plantearon los mormones, a una sociedad con pena de muerte como sostienen muchos pastores protestantes de EEUU o como llegó a sostener el catolicismo en su día, o una sociedad muy negacionista con nuestros orígenes y la ciencia. Los Testigos de Jehová tienen un cuerpo doctrinal y teológico propio, como los católicos, tal vez menos o nada apoyado en tradiciones, pero así son.
A mi me parece estupendo en el caso del catolicismo que tengamos la preparada y universitaria figura del sacerdote. Por lo menos alguna idea tiene aunque su paso por el seminario fuese decorativo. Los protestantes de Perú han llegado a tener a un mocoso de 8 años como pastor que les hacía un absurdo show del que muchos protestantes se han enorgullecido, y los de España a poco no hacen su pastor a cierto cavernícola del que menor ni hablamos.
En numerosas ocasiones llamaron a mi puerta los Testigos de Jehová. La verdad es que con ellos es preferible no abordar cuestiones de doctrina, ya se lo tienen todo muy preparado y estudiado. Da igual que la biblia diga una cosa en los evangelios, si su interpretación es en base a su teología y cuerpo doctrinal, es como hablar desde mundos paralelos. Ellos ven una cosa y nosotros otra. Con ellos me resulta más divertido darle la vuelta al tema, adoptar la postura del escéptico, trasladar un texto bíblico desde lo doctrinal a su origen y contexto histórico. En eso ellos patinan más, su estudio bíblico es solo para reconfirmarse en su teología y su doctrina, si sin embargo en lugar de hablar de doctrina hablas de historia ya no hay ni queda mucha doctrina de la que hablar, es más, es ahí donde existe la frontera personal sobre la fiabilidad de tus fuentes, donde está la base real de sus temores.
Así en una visita de un Testigo de Jehová junto con su acompañante, me mencionaron un texto del evangelio de Marcos, y yo con gusto comencé por despacharme con los errores históricos y geográficos de este evangelio. Es hasta entretenido hablar con ellos sobre las posibles fechas de composición de un evangelio, sobre todo porque no son los temas objeto fundamental de estudio de un Testigo de Jehová, y se encuentran de repente que en lugar de hablar sobre lo doctrinal de la biblia abordas lo histórico, y toda su preparación para adoctrinarte es inútil. En lugar de darte una lección sobre el evangelio de Marcos a ti se la das a ellos, no desde lo doctrinal, sino desde lo histórico.
Su interpretación de las transfusiones de sangre está dentro de su marco de doctrina, y para lo que nosotros es una interpretación errónea desde nuestra doctrina, para ellos no lo es. Y lo que para un católico un texto tiene más valor de catequesis que histórico, para ellos es justo lo contrario. Más absurda aun es su creencia en la forma en que murió Jesucristo, según ellos no fue clavado en una cruz, sino con los brazos en alto, cosa que si se niega las tradiciones o se usa la traducción que a uno le conviene, todo es bíblicamente posible. Hubo un momento en que ellos renegaron de la cruz como renegaron de las transfusiones de sangre.
En mi opinión lo ocurrido con la Testigo de Jehová fallecida ha sido clara y llanamente un suicidio. Escuché una vez a unos Testigos de Jehová afirmando que existe una especie de suero sustitutivo de la sangre. No tengo ni idea si tal cosa existe. Un médico de urgencias me contó un día que si ingresa un Testigo de Jehová y hay que hacerle una transfusión, primero lo sedan o se hacen los bobos sobre su religión, y luego le ponen una transfusión sin que se entere de la verdad. Además, difícil es según me explicó, que un paciente te denuncie por salvarle su vida con una transfusión, antes podrían denunciarte por cometer una negligencia médica por dejar morir un paciente teniendo curación.
Pues para mi que más vale ponerles sangre, y si se molestan pues que se jodan. Conciencia y hasta religión tiene también un médico, y no creo que a uno le guste que le impongan contra su conciencia, contra su religión o contra su juramento hipocrático el dejar morir por una estupidez a un paciente.
La biblia dice muchas cosas y algunas son contradictorias. Otras en cambio no pueden interpretarse de forma literal porque te creerías una mentira. Y algunas tienen unos orígenes insospechados. Algunos consejos y recomendaciones bíblicos no son para hoy, lo son para el ayer, y de aplicarse hoy serían una salvajada. De seguir ciertos preceptos bíblicos y a nuestro antojo, seríamos desde una sociedad polígama como plantearon los mormones, a una sociedad con pena de muerte como sostienen muchos pastores protestantes de EEUU o como llegó a sostener el catolicismo en su día, o una sociedad muy negacionista con nuestros orígenes y la ciencia. Los Testigos de Jehová tienen un cuerpo doctrinal y teológico propio, como los católicos, tal vez menos o nada apoyado en tradiciones, pero así son.
A mi me parece estupendo en el caso del catolicismo que tengamos la preparada y universitaria figura del sacerdote. Por lo menos alguna idea tiene aunque su paso por el seminario fuese decorativo. Los protestantes de Perú han llegado a tener a un mocoso de 8 años como pastor que les hacía un absurdo show del que muchos protestantes se han enorgullecido, y los de España a poco no hacen su pastor a cierto cavernícola del que menor ni hablamos.
En numerosas ocasiones llamaron a mi puerta los Testigos de Jehová. La verdad es que con ellos es preferible no abordar cuestiones de doctrina, ya se lo tienen todo muy preparado y estudiado. Da igual que la biblia diga una cosa en los evangelios, si su interpretación es en base a su teología y cuerpo doctrinal, es como hablar desde mundos paralelos. Ellos ven una cosa y nosotros otra. Con ellos me resulta más divertido darle la vuelta al tema, adoptar la postura del escéptico, trasladar un texto bíblico desde lo doctrinal a su origen y contexto histórico. En eso ellos patinan más, su estudio bíblico es solo para reconfirmarse en su teología y su doctrina, si sin embargo en lugar de hablar de doctrina hablas de historia ya no hay ni queda mucha doctrina de la que hablar, es más, es ahí donde existe la frontera personal sobre la fiabilidad de tus fuentes, donde está la base real de sus temores.
Así en una visita de un Testigo de Jehová junto con su acompañante, me mencionaron un texto del evangelio de Marcos, y yo con gusto comencé por despacharme con los errores históricos y geográficos de este evangelio. Es hasta entretenido hablar con ellos sobre las posibles fechas de composición de un evangelio, sobre todo porque no son los temas objeto fundamental de estudio de un Testigo de Jehová, y se encuentran de repente que en lugar de hablar sobre lo doctrinal de la biblia abordas lo histórico, y toda su preparación para adoctrinarte es inútil. En lugar de darte una lección sobre el evangelio de Marcos a ti se la das a ellos, no desde lo doctrinal, sino desde lo histórico.
Su interpretación de las transfusiones de sangre está dentro de su marco de doctrina, y para lo que nosotros es una interpretación errónea desde nuestra doctrina, para ellos no lo es. Y lo que para un católico un texto tiene más valor de catequesis que histórico, para ellos es justo lo contrario. Más absurda aun es su creencia en la forma en que murió Jesucristo, según ellos no fue clavado en una cruz, sino con los brazos en alto, cosa que si se niega las tradiciones o se usa la traducción que a uno le conviene, todo es bíblicamente posible. Hubo un momento en que ellos renegaron de la cruz como renegaron de las transfusiones de sangre.
En mi opinión lo ocurrido con la Testigo de Jehová fallecida ha sido clara y llanamente un suicidio. Escuché una vez a unos Testigos de Jehová afirmando que existe una especie de suero sustitutivo de la sangre. No tengo ni idea si tal cosa existe. Un médico de urgencias me contó un día que si ingresa un Testigo de Jehová y hay que hacerle una transfusión, primero lo sedan o se hacen los bobos sobre su religión, y luego le ponen una transfusión sin que se entere de la verdad. Además, difícil es según me explicó, que un paciente te denuncie por salvarle su vida con una transfusión, antes podrían denunciarte por cometer una negligencia médica por dejar morir un paciente teniendo curación.
Pues para mi que más vale ponerles sangre, y si se molestan pues que se jodan. Conciencia y hasta religión tiene también un médico, y no creo que a uno le guste que le impongan contra su conciencia, contra su religión o contra su juramento hipocrático el dejar morir por una estupidez a un paciente.