Creo que fue hace 8 años que defendí mi trabajo académicamente dirigido: pervaporación en membranas de poliamida. Me tocó defenderlo ante un tribunal de tres profesores, dos ellos profesores asociados y uno titular. Mi trabajo lo tengo entre otros libros ahora en una caja en casa, hasta poderlo poner en una estantería. Y una copia en un disco duro externo y tal vez en mi viejo ordenador de sobremesa. Ubicado lo tengo, y no lo he perdido, pues me llevó entre tres y cuatro meses prepararlo en el laboratorio de termología del departamento de Física Aplicada I de la Universidad Complutense. Mi trabajo en esfuerzo académico, es equivalente a lo que hizo Cristina Cifuentes, en mi caso constituía una asignatura optativa del grado, en el caso de Cifuentes una asignatura obligatoria y un gran mérito al acabar el master.

Valiendo mucho menos mi trabajo académicamente dirigido que el trabajo de fin de master de Cristina Cifuentes, no llego a entender como ella pudo perder algo así salvo si no lo hizo, porque algo así lo valoras y lo guardas aunque no tenga luego ningún valor. Mi trabajo lo único para lo que sirve es para dejar claro lo malas que son pervaporando agua y alcoholes los tres tipos de membrana de poliamida, no he descubierto nada que no dijera un artículo de investigación de la revista Elsevier.

Es inútil la pretensión de Cristina Cifuentes queriendo resistir la presión política. Su carrera política se la ha cargado ella sola con chanchullos feos o tratos de favor. No sé que quiere ganar resistiendo cuando ya ha perdido toda su credibilidad por haber hecho mal las cosas. Cuanto antes dimita le haría un gran favor a su partido, a la universidad Rey Juan Carlos, a la institución de la Comunidad de Madrid y sobre todo a ella misma. Una pena no lo entienda.