"La fuerza histórica de los pobres", un libro escrito hace 45 años, fue reeditado por el Centro de Estudios Públicos (CEP) y el Instituto Bartolomé de Las Casas del Perú y presentado el miércoles pasado en un panel de expertos en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), en Lima.

Es un libro propio de la década de los 70 pero vigente en el presente, señaló la directora de la casa editorial, Carmen Lora. Reúne ocho trabajos en medio de polémicas teológicas, eclesiales y políticas. La decisión de su reedición está vinculada a la vigencia que sigue teniendo la contribución teológica y pastoral de Gustavo Gutiérrez y a la demanda que tiene este libro, se indicó en este acto.

En el panel participaron el teólogo jesuita Ernesto Cavassa, exrector de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y actualmente director del servicio jesuita "Fe y Alegría"; Antonio Zapata, historiador y profesor del Departamento de Humanidades de la PUCP; Alejandra Montoya, economista y dirigente del movimiento Unión Nacional de Universitarios Católicos en su época de estudiante; y Omar Coronel, sociólogo y politólogo, profesor del Departamento de Ciencia Política de la PUCP especializado en el estudio de movimientos sociales.

Los expositores subrayaron que, pese a los 50 años transcurridos, los trabajos teológicos como este libro del padre Gustavo Gutiérrez verifican la solidez de su planteamiento teológico, que se sitúa siempre en la realidad concreta de la vida de las mayorías latinoamericanas.

Antonio Zapata, desde sus conocimientos académicos, afirmó que en la historia social y política de América Latina de los años 60 y 70, “este libro de los pobres es mucho más optimista. El proceso de los años 60 es presentado como una lucha, no como un camino seguro y fácil, pero que avanzaba con alguna firmeza porque los sectores populares aumentaban su conciencia, su autoconciencia”. Añadió que en la sociedad contemporánea hay que evitar “caer en el debate planteado por la agenda moral como si fuera un debate definitorio, sino darle su sitio y seguir insistiendo en que los temas capitales se hallan en otro terreno y que ese nuevo terreno, ese viejo terreno puede volver a ser nuevo y volver a colocarse en el centro”. Esto implica, “nuevamente poner como centro la pobreza”, indicó.

Por su parte, el politólogo Omar Coronel destacó que “La fuerza histórica de los pobres” sigue teniendo un rol decisivo y evocó el “tejido organizativo de las comunidades eclesiales de base” en Brasil. “En la Amazonía peruana, esa red fue clave para resistir a la llamada ley de la selva de Alan García en el 2009. La Conferencia de Aparecida, el papado de Francisco, junto a sus encíclicas Laudato si' y Fratelli Tutti y, particularmente, la formación de la REPAM, de esta red eclesial panamazónica”. Todo esto, sostuvo, “son cambios institucionales que, como antes, acompañan y todavía son decisivos para múltiples luchas. Además, el mensaje de esa Iglesia pobre que está con los pobres ha sido aún importante para resistir a los autoritarismos contemporáneos”. Así, “la praxis que defendía la Teología de la Liberación está vigente, está actuando y su mensaje de fe, entendido como dialéctica de memoria y liberación, es un recurso valioso para empoderar y legitimar las luchas actuales de toda América Latina”.

La economista Alejandra Montoya afirmó que “es muy importante entender ahora la pobreza en sus múltiples dimensiones y grados, así como estar cerca, no hablar desde una manera muy académica y lejana, sino estar cerca y en diálogo con la población en situación de pobreza. Es crucial para saber qué nos sentimos. Es el corazón lo que significa la presencia de Gustavo, no aquí física, pero sin duda simbólica y espiritualmente muy cerca de nosotros”.

Finalmente, el jesuita Ernesto Cavassa hizo un extenso e interesante análisis teológico, especialmente a los contenidos del Documento de Puebla, que corresponden al tiempo de las reflexiones del Padre Gutiérrez. Comenzó recordando que Puebla “dice en primer lugar que la realidad latinoamericana es escándalo y contradicción. Eso me parece importantísimo. Según el texto en el número 28, vemos a la luz de la fe como un escándalo y una contradicción con el ser cristiano, la creciente brecha entre ricos y pobres”. Añadió que “Puebla dice también que esa pobreza tiene rostros y habla de los rostros de los pobres, que después en Aparecida se va a retomar y se van a incrementar. Y dice que son rostros muy concretos en los que deberíamos reconocer los rasgos sufrientes de Cristo”.

A estos y otros importantes temas “se refiere Gustavo en varios de sus textos escritos en los setentas que tienen como trasfondo” una iglesia que nace desde el pueblo. En una óptica más actual, el teólogo jesuita, junto con defender el rigor científico de Gustavo Gutiérrez, expresó que sus escritos están en directa relación con el pensamiento del Papa Francisco y el sínodo de la Sinodalidad en curso, porque “hace referencia directamente a los pobres como protagonistas del camino de la Iglesia. Y habla de que los pobres son el rostro de una iglesia sinodal. Es decir, se recoge la categoría de la teología latinoamericana de modo tal que aparece de un modo muy marcado, muy resaltado en el informe final" de la primera asamblea realizada en 2023 y cuya segunda parte tendrá lugar en octubre próximo.