Ahora o posiblemente nunca... Esperanza contra todo desesperanza Esperanza para la tierra y para la humanidad: Laudato si 23

Esperanza para la tierra y para la humanidad: Laudato si 23
Esperanza para la tierra y para la humanidad: Laudato si 23 Semana

La semana Laudato si 23 nos empuja a celebrar el octavo aniversario de la encíclica laudato si. Lo hacemos con la convicción de que es poco lo que estamos haciendo para responder de corazón y creyentemente al grito de la tierra y de la humanidad. El lema de este año nos vuelve a congregar con un mensaje esperanzador: "Esperanza para la tierra. Esperanza para la humanidad".  No seamos desesperanzados con nuestra pasividad e indiferencia.

YO NO SOY DE AQUÍ, PERO TÚ TAMPOCO

(Círculo del silencio)

Al calor de una canción y su mensaje, una vez más, convocados por Cáritas Diocesana, nos reuniremos en “Círculo de silencio” para concienciarnos y concienciar a la población de problemáticas urgentes y graves. En este caso nos reuniremos en el Parque Bioclimático el jueves 25 a las 19 horas para reflexionar sobre el cambio climático y la inmigración, en el contexto de la semana Laudato Si. Nos parece muy grave lo que está sucediendo y no podemos permanecer indiferentes.

La comunidad científica cada vez nos alerta más sobre las evidencias del cambio climático. Los informes oficiales nos hablan de un aumento de la temperatura media del planeta por encima de 1.2 ºC, estando este aumento repartido de forma desigual a lo largo del globo. Otras muchas consecuencias relacionadas con el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos son también evidentes: aumento de las olas de calor, aumento de los periodos secos, aumento de las inundaciones, de los huracanes, del nivel del mar,… Realmente, no hablamos ya de cambio climático, sino de emergencia climática.

En 2022, se contabilizaron 31,8 millones de desplazamientos internos por fenómenos meteorológicos extremos. Los desplazamientos relacionados con catástrofes durante el año también fueron un 41% superiores a la media de la última década. Las inundaciones fueron responsables de la mayoría —seis de cada diez— de estos desplazamientos forzosos, seguidas por tormentas, sequías, deslizamientos de tierras y, por último, temperaturas extremas. Estos impactos van deteriorando la seguridad alimentaria o el acceso al agua e influyen indirectamente en que muchas personas tengan que abandonar sus hogares en búsqueda de mejores condiciones de vida.

Las migraciones climáticas son un claro ejemplo de la “paradoja climática”, en la que quienes más sufren sus consecuencias son quienes menos han contribuido a la emergencia. Además, las poblaciones con menores recursos económicos en países empobrecidos son las más afectadas por la crisis climática y siendo las mujeres las que padecen con más crudeza sus impactos.

La encíclica Laudato Si, escrita por el papa Francisco hace ahora 8 años, amalgama estos saberes científicos con saberes filosóficos y reflexión cristiana, uniendo fe y razón y planteando por primera vez un abordaje de estas cuestiones desde una perspectiva teológica y ecológica integral. En ella (LS 25) Francisco visibiliza la tragedia de “el aumento de los migrantes huyendo de la miseria empeorada por la degradación ambiental, que no son reconocidos como refugiados en las convenciones internacionales y advierte que(LS 49) “no suele haber conciencia clara de los problemas que afectan particularmente a los excluidos. Ellos son la mayor parte del planeta, miles de millones de personas. Hoy están presentes en los debates políticos y económicos internacionales, pero frecuentemente parece que sus problemas se plantean como un apéndice, [……] Ello se debe en parte a que muchos profesionales, formadores de opinión, medios de comunicación y centros de poder están ubicados lejos de ellos, en áreas urbanas aisladas, sin tomar contacto con sus problemas. Viven y reflexionan desde la comodidad de un desarrollo y de una calidad de vida que no están al alcance de la mayoría de la población mundial. […..] Pero hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres”.

“A la política y a las diversas asociaciones les compete un esfuerzo de concientización de la población. También a la Iglesia. Todas las comunidades cristianas tienen un rol importante que cumplir en esta educación” LS 214.

Para pasar a la acción, Laudato Sí nos propone  (LS 222) “un modo alternativo de entender la calidad de vida, y alienta un estilo de vida “profético y contemplativo, capaz de gozar profundamente sin obsesionarse por el consumo”. Porque la sobriedad que se vive con libertad y conciencia es liberadora (LS223)

Como ciudadanos y como creyentes en este círculo del silencio queremos concienciarnos y concienciar de esta problemática que afecta a la naturaleza y a la humanidad. No queremos ser indiferentes, en el silencio nos unimos a los que sufren y deseamos una educación y una cultura que responda en verdad a los problemas más urgentes de la sociedad. Nos sentimos llamados e interpelados a vivir conforme a la una verdadera ecología integral, en una austeridad felicitante y liberadora. Solicitamos a nuestros gobernantes que tengan presente en sus programas esta realidad sangrante de lo natural y lo humano.

Javier Acero (Físico), Trinidad Ruíz (Botánica), José Moreno (Teología)

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