Mi privilegio de ser padrino de bautismo
Son palabras de Benedicto XVI. Son más que palabras. Es una completa descripción de lo que somos y a lo que aspiramos.
Tú, Sofía, tienes razones para considerarte una privilegiada, por tener unos padres que al sentir esa sed de infinito han descubierto la fuente de la fe para saciarla.
Y yo, a partir de este momento, me siento un privilegiado, por haber sido elegido como padrino de tu bautismo. Porque tengo la certeza de que la responsabilidad que asumo es una bendita responsabilidad, que contribuirá a recargar mi chispa vital, a engrandecerme como persona y a reforzar mi espiritualidad.
Para mí ser creyente no es algo secundario o complementario, sino que está plenamente integrado en mi manera de entender la vida, y de relacionarme con los demás. Como padrino intentaré trasmitirte lo que para mí es la vida plena; la vida con sentido, sustentada por la sabiduría, la bondad, la justicia y la trascendencia. Para ayudarte a disfrutar de una interioridad muy viva y a tener tu vida muy asentada y muy bien anclada.
Me tendrás siempre al borde de tu camino, para contribuir a que aprecies y cultives esa cosas que tan poco cuestan y tanto valen: la espiritualidad, la familia, la amistad, la naturaleza, la cultura…
Ten la certeza de que, si tú o tus padres me lo pedís, estaré disponible para apoyarte y ayudarte. Disfrutando, desde la distancia, de tus logros y alegrías. Y si, en algún momento, una espina se clava en tu corazón estaré ahí para llorar contigo, para ayudarte a cicatrizar la herida, si me lo pides.
Rezaré para que, con tu esfuerzo y compromiso, se cumplan los deseos y anhelos que vayan anidando en ti. Para que llegues a tener una vida equilibrada; para que vivas en paz contigo misma, con tus seres queridos y con cuantos se crucen en tu camino. Para que te rodees de grandes personas con las que compartir vida, cariño, y metas que merezcan la pena.
Oraré para que seas feliz. Para que seas consciente de que la felicidad no es una meta, sino un camino que debes ir haciendo y conquistando cada día. Al margen de ese camino siempre me encontrarás.