Unas vacaciones respetuosas con el medio ambiente

Ser custodios de la creación y del entorno en el que vivimos es responsabilidad de todas las personas. Para nosotros los creyentes es, además, seguir el designio de Dios de proteger la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis.

Las vacaciones son un momento para descansar, divertirse, conocer nuevos lugares y costumbres, cambiar de aires, encontrarse con otras gentes. Ahora que se acercan las vacaciones doy algunas recomendaciones muy concretas:

Disfrutar de espacios naturales sin dañarlos. La riqueza turística de España es incomparable: 3.000 playas repartidas de norte a sur; la mayor biodiversidad de Europa; cientos de espacios naturales protegidos (somos el país con más reservas de la biosfera del mundo después de Estados Unidos). Sea cual sea el lugar elegido comportarse de manera respetuosa con el entorno tiene que ver con: no hacer fuego, no arrojar residuos, no alterar las condiciones del entorno, no introducir especies invasoras ni llevarse flora o fauna local, etc.

Reducir, reutilizar y reciclar. Tampoco en vacaciones hay que olvidarse de las tres erres clásicas de la conducta ecológica:

• Reducir para utilizar solo lo necesario, en especial recursos básicos como el agua, la energía o los alimentos.
• Reutilizar los productos para darles una mayor vida.
• Reciclar para aprovechar los materiales, más aún si se está en espacios naturales donde el impacto ambiental puede ser mayor.

Si no se puede prescindir del vehículo privado sí que se debe practicar una conducción eficiente: hinchar bien las ruedas, ir a una velocidad adecuada, no abusar del climatizador…

El denominado turismo ecológico, o ecoturismo incide en recomendar alojamientos respetuosos con el medio ambiente. Es una alternativa a los destinos turísticos convencionales mucho más en armonía con el entorno. Se concreta en un comportamiento sostenible y de respeto a la naturaleza: productos ecológicos, utilización de sistemas renovables y de eficiencia de los recursos naturales (en especial agua y energía), reciclaje de los residuos, etc. El principal criterio para elegir un establecimiento de ecoturismo es guiarse por los distintivos de las "estrellas verdes” o los certificados específicos, como Bio-Hotels, ISO, EMAS o el Ecolabel europeo.

Los hoteles convencionales saben que la conciencia ecológica está cada vez más extendida. Es por ello que en sus páginas web suelen hacer referencia a su compromiso medioambiental. ¿Es real? Quizás tenga mucho de marketing. Pero será más real en la medida que más y más consumidores exijamos criterios sostenibles.
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