El presidente de la Fundación Blanquerna publica la novela 'La nissaga d'Abraham Estruch' Josep Maria Carbonell: "La narración literaria es una maravilla. Permite volar"

Josep Maria Carbonell
Josep Maria Carbonell

Este verano, Josep Maria Carbonell se va de vacaciones con la satisfacción de ver publicada su primera novela, La Nissaga d'Abraham Estruch (Tierra Editorial)

"Soy de quienes defienden que en la historia también hay providencia, y pienso que el dolor debe tener un sentido que a menudo sólo se encuentra en la voluntad inescrutable de Dios"

El relato, que comienza en Auschwitz y continúa en tierras del Empordà pasando por ciudades como Brooklyn o París, está protagonizado por personajes como una familia superviviente del Holocausto, un cura diocesano de Barcelona y un carlista de estirpe de Sant Martí Vell

Con estos ingredientes, Carbonell teje una vibrante historia de amor que surge como cumplimiento de un camino de esperanza

(Flama)- Este verano, Josep Maria Carbonell se va de vacaciones con la satisfacción de ver publicada su primera novela, La Nissaga d'Abraham Estruch (Tierra Editorial), con la que el presidente de la Fundación Blanquerna culmina uno de sus sueños. El relato, que comienza en Auschwitz y continúa en tierras del Empordà pasando por ciudades como Brooklyn o París, está protagonizado por personajes como una familia superviviente del Holocausto, un cura diocesano de Barcelona y un carlista de estirpe de Sant Martí Vell. Con estos ingredientes, Carbonell teje una vibrante historia de amor que surge como cumplimiento de un camino de esperanza.

El viaje de tus sueños, con RD

-¿Cómo ha sido el proceso de escritura de esta primera novela?

-Empecé a escribirla hace 18 años y desde entonces trabajé en ella cada verano, que es cuando tenía tranquilidad para poder escribir. En los últimos dos años, el tiempo que hace que me he jubilado como profesor, he intensificado el proceso, y durante los últimos siete meses he contado con la ayuda de un tutor de narración creativa que me ha ayudado a dar a la obra la calidad literaria necesaria, puesto que hasta ahora yo desconocía la metodología en el campo de la ficción, ya que sólo había publicado libros de carácter académico y espiritual. 

Museo estatal de Auschwitz-Birkenau - CIPDH - UNESCO

-¿Cómo describiría la experiencia después de esta larga inmersión?

-La narración literaria es una maravilla. Permite volar, imaginar mucho; te permite, a partir de tu experiencia y de lo vivido, levantar escenarios que son imposibles en la vida real. Toda la novela es pura ficción, pero contiene algunos aspectos de lo que he vivido en los últimos cuarenta años.

-¿Se puede decir que utiliza los distintos espacios y personajes para reflexionar sobre temas que le han interesado durante su vida?

-En efecto. Uno de estos temas es el diálogo entre una fe católica más tradicional y una más progresista a partir de la relación entre un carlista de estirpe como es Abraham Estruch, personaje central de la novela, con una fe más sencilla, menos dogmática, más tradicional, y Daniel Raurich, cura católico de Barcelona que está más identificado con los valores del progresismo.

Por otra parte, exploro también el debate entre el cristianismo y el judaísmo, que es uno de los temas que más me han interesado en los últimos treinta años. Tengo una gran admiración con el judaísmo, siento que los cristianos somos herederos y esta tensión entre estas dos grandes religiones me ha parecido siempre muy interesante. Pero al margen de estos aspectos, el debate central de la novela es si la historia es puramente azar o necesidad, como se defiende desde posiciones laicas, o interviene la providencia.

-¿Usted qué piensa sobre esto último?

-Soy de quienes defienden que en la historia también hay providencia, y pienso que el dolor debe tener un sentido que a menudo sólo se encuentra en la voluntad inescrutable de Dios.

-El diálogo entre judaísmo y cristianismo mantiene toda su vigencia en estos tiempos, tan convulsos en todo el mundo y, particularmente, en Oriente Próximo, donde el conflicto entre Israel y Palestina vive momentos terriblemente dramáticos.

-Terminé medio año antes del estallido de la guerra de Gaza, pero el conflicto entre Israel y Palestina es un tema que sigo con mucho interés desde hace veinticinco años y conozco a fondo sus tensiones. Es una de las heridas de la historia más cercanas a nosotros. Al contrario de otros conflictos que por alguna razón nos quedan más lejos, como la tragedia del pueblo kurdo, las guerras y las matanzas en el África subsahariana o en la India, la herida de Tierra Santa podemos decir que es también nuestra herida .

-¿Ha disfrutado escribiendo este libro?

-Ha sido una maravillosa experiencia. He culminado un pequeño sueño que era hacer una novela. He disfrutado mucho haciéndola, he volcado mucho de mi imaginario, en el libro hay diálogos entre los cuatro personajes que dejan muchas preguntas abiertas. Porque otra de las cosas que quiero reivindicar con la novela es la duda sana, ya que hay muchas cuestiones que nos obligan a mantener una actitud de profunda interrogación ante el misterio de la vida.

-Para acabar, y cambiando, de tema, ¿cuáles serían los retos más inminentes de la Fundación Blanquerna de cara al próximo curso, una vez se acaben las vacaciones?

-Tenemos por delante un desafío muy importante que es el futuro Grado en Medicina, que será esencial para consolidar nuestros estudios en salud. Tardará aún dos años en su gestión administrativa, en paralelo a la construcción del nuevo edificio en Travessera de Gràcia, que culminará el proceso. Y todo deberemos llevarlo a cabo buscando siempre la singularidad de Blanquerna y siendo fieles a los valores de nuestro proyecto educativo, que tiene un carácter especial gracias a que está impregnado del humanismo cristiano.

Fundación Blanquerna - Sitios de Barcelona

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