El cantautor gallego, autor del himno de la PEJ, y el futuro de la música católica Rubén de Lis: "¿Músico católico? Soy un católico que se dedica a la música"
"La música católica contemporánea nunca estuvo con más vida que ahora. Porque hay que distinguir lo que es la parte litúrgica, la de cantar en misa, de los conciertos de música católica contemporánea, que pueden ser como cualquier tipo de evento"
"Siempre que se tenga buena melodía, un contenido bonito como la fe y como la esperanza… Como si lo haces en reaggeton. Es que la gente a veces confunde el estilo musical con el contenido"
"La Iglesia católica es una propuesta más en el mundo de una forma de vida con amor, con esperanza. Yo conozco mucha gente que no es creyente ni siquiera, y es maravillosa. Y conozco gente de Iglesia que no es la mejor referencia. O, a veces, incluso uno mismo, que se cree que se las sabe todas, y mete la pata. Pero, bueno, así somos"
"La Iglesia católica es una propuesta más en el mundo de una forma de vida con amor, con esperanza. Yo conozco mucha gente que no es creyente ni siquiera, y es maravillosa. Y conozco gente de Iglesia que no es la mejor referencia. O, a veces, incluso uno mismo, que se cree que se las sabe todas, y mete la pata. Pero, bueno, así somos"
"Siempre que se tenga buena melodía, un contenido bonito como la fe y como la esperanza… Como si lo haces en reaggeton. Es que la gente a veces confunde el estilo musical con el contenido". Rubén de Lis es un cantautor católico -"un católico que se dedica a la música", precisa-, autor el himno de la reciente Peregrinación Europea de Jóvenes. Hablamos con él de música, de fe, y de su último libro, autobiográfico, 'Del bar al altar'. La cosa promete
Rubén, bienvenido. ¿Qué tal te trata Madrid?
-Muy bien. Estamos encantados.
-La primera pregunta, casi es obligada. ¿Hay futuro para la música católica, o qué pinta un cantautor católico en el mundo de la música donde, aparentemente, no parece que haya mucho espacio y, si lo hay, está fuera de los circuitos?
-Pues, fíjate, la verdad es que la música católica contemporánea nunca estuvo con más vida que ahora. Porque hay que distinguir lo que es la parte litúrgica, la de cantar en misa, de los conciertos de música católica contemporánea, que pueden ser como cualquier tipo de evento, donde lo único que cambia es el contenido, la palabra. Pero el espectáculo, la logística, puede ser igual que cualquier concierto de cualquier artista secular que ves hoy en día.
Y en cuanto al porvenir, yo lo veo cargado de futuro porque lo pude comprobar en la PEJ, con los jóvenes, donde la propuesta encajó de maravilla; los chavales súper entregados… Europa está un poquito más atrasada que Brasil, por ejemplo, pero hay una realidad diferente.
-En Latinoamérica pega más mucho más fuerte.
-Claro; 3000 jóvenes se reúnen en nada… Pero, poquito a poco se va caminando y se va haciendo Iglesia, y la gente va consumiendo más música católica. música cristiana. Yo veo futuro.
-¿Y hay objeciones, o ya se está superando por parte de los obispos? Porque la composición tiene que tener un componente de libertad muy potente, y muchas de las acusaciones que se hacen a esa parte de la Iglesia es precisamente por lo contrario; sesión de control si hay temas controvertidos que no se puedan tratar… ¿Te has encontrado con eso, o el proceso de creación es libre?
-Yo no tengo problema. Mis canciones son autobiográficas, y creo que cuando tú hablas de una realidad, estás contando una verdad. Cuando tú cuentas una verdad, eso llega. Y cuando hablas sobre la verdad de fe, llega más aún. Y si tú cuentas tu testimonio…
La verdad es que nunca tuve ningún problema en este sentido. Creo que los obispos y los sacerdotes se dan cuenta de que la música es una herramienta fundamental; la punta de lanza que atraviesa el corazón, no sólo en la música católica, sino en la música en sí.
"Mis canciones son autobiográficas, y creo que cuando tú hablas de una realidad, estás contando una verdad. Cuando tú cuentas una verdad, eso llega. Y cuando hablas sobre la verdad de fe, llega más aún"
Entonces, siempre que se tenga buena melodía, un contenido bonito como la fe y como la esperanza… Como si lo haces en reaggeton. Es que la gente a veces confunde el estilo musical con el contenido. Repito lo de Brasil porque es el ejemplo más fácil que tengo. Yo veo músicos católicos haciendo samba, y sin ningún problema, llenando estadios.
-¿Cómo te defines como músico?
-Versátil.
-Qué estilos manejas?
-Casi todo, por eso lo de versatilidad. Yo toco una bulería flamenca y rock and roll. Con 16 años estaba aquí, en Madrid, estudiando. Quería ser un guitarrista de lo famosos. Esa era mi inquietud. Y lo conseguí; he acompañando a muchos artistas alrededor del mundo. Ahora ya llevo 15 años o más como solista. Y un día puedes ver a Rubén de Lis tocando en un ayuntamiento porque lo contrató el concello para un evento folk (tengo un proyecto que se llama 'Volta a Galicia en 6 cordas' que es música tradicional gallega pero con guitarra en vez de con gaita, y ahora me voy a Brasil con eso), pero también me puedes ver en una iglesia contando un testimonio y cantando a Dios con una rumba pop, o con una rumba, también.
Entonces, cuando me preguntan ¿qué eres? ¿un músico católico? Yo digo que soy un católico que se dedica a la música.
"Cuando me preguntan ¿qué eres? ¿un músico católico? Yo digo que soy un católico que se dedica a la música"
-Esta es una confusión que conviene aclarar. A los que escribimos también nos pasa; uno no es católico en el momento en el que está componiendo y después deja de serlo. Es algo que forma parte de tu vida, no solo un adjetivo.
-Totalmente. Es que, además, yo insisto y hago esa aclaración. Muchas veces, cuando me dicen tú eres cantautor, yo digo no, soy compositor. Pero, ¿eres cantautor católico? Y digo: católico, cristiano o Rubén, soy las veinticuatro horas. Y luego, 'me dedico a'… Por eso, las etiquetas me gusta abandonarlas. Incluso, aveces me dicen ¿qué eres? Y contesto soy creyente y asisto en la Iglesia católica. Porque también tengo hermanos y amigos evangélicos, y ateos.
-La música en las comunidades evangélicas es muy, muy importante.
-Musicalmente, las comunidades están más por el gospel, le dieron más importancia desde antes. Vieron que atraían más a la gente a través de la música. No solo en la liturgia o en el culto, sino en teatros, en escenarios al aire libre, que es lo que está haciendo la música católica, y muy bien, en España. Yo puedo corroborar que la Iglesia, la Conferencia Episcopal, organizó la PEJ en Santiago con una logística de 10.
-¿Cómo fue la PEJ?
-Fantástica.
-La seguimos desde aquí, y la impresión era de que la gente vivía los conciertos.
-Yo tengo videos, que también puedes ver en la página de la Conferencia. En la Delegación de Juventud, están todos los vídeos colgados.
Repito, a nivel logística podrías poner a cualquier grande al lado, que no tenía nada que envidiarle. Eso es un puntazo porque la gente tiene el cliché de la música de iglesia como 'alabaré, alabaré'… Yo canto Alabaré en misa porque es parte de la liturgia, pero después estamos ahí, dándolo todo a full.
Ver quince mil jóvenes, entre los doce mil que vinieron de Europa más los que estaban ahí porque peregrinaban, cantando las canciones, el himno, conociendo a los artistas… fue espectacular.
Vuelvo a la pregunta del principio, de si esta música tiene futuro; claro que lo tiene. Pero, en mi opinión, no se debe hacer tan distante. Hay que darle continuidad para que no sea un foguete y se apague.
-Un proyecto dedicado y bien pensado de afición a la música y de música en valor.
-Eso es. Y todos los veranos, pues hacer dos o tres eventos. No con esa magnitud porque supongo que el gasto es enorme, pero cada comunidad, cada obispo en cada diócesis, organizar eventos puntuales, diez al año, para mantener a los jóvenes ahí.
"Ver quince mil jóvenes, entre los doce mil que vinieron de Europa más los que estaban ahí porque peregrinaban, cantando las canciones, el himno, conociendo a los artistas… fue espectacular"
-¿Cómo surge la idea del himno?
-En 2020, en plena pandemia. Abril. Estábamos todos en casa, agobiados, y nos manda una carta el episcopado con un mensaje sobre la PEJ de la convocatoria del himno y del logo. Cada uno en su casa la hizo, y yo hice la mía. Y la verdad es que me quedó un himno brutal. Yo tengo la bendición, porque antes era guitarrista de famosos, de tener muchos contactos.
Trabajé con el productor de Bisbal, que estaba parado, que es catalán y que ahora está consagrado. Le propuse un tema, le mandé guitarra y voz. Le dije, David, vamos a hacer un himno con unas gaitas; bien gallego, bien característico. Así que lo produjo. Lo hicimos todo a distancia; hoy la técnica nos lo permite. Y la verdad es que, al margen de que sea Rubén de Lis, yo lo escucho desde fuera y digo ¡Guau! Quedó bien-himno.
-Es que la técnica también es importante. Hablabas de darle continuidad. Vivimos en una sociedad en la que darle continuidad a algo que se diga católico, para bien o para mal, es complicado desde cualquier óptica, pero es verdad que confesarse católico y vivir como católico no está muy de moda.
-Yo lo comparo, sabes con qué, con la Guardia Civil. Tú dices el nombre Guardia Civil y ¿en qué piensas? «Joer, me van a meter una multa». Pero hay que pensar, a veces, un poco mas allá. Visto desde fuera, piensas, «en la Iglesia me van a culpar, me van a juzgar, van a decir que soy pecador»… Hasta que entras dentro y ves que no todos somos santos. Y la Guardia Civil, por supuesto que nos multa a veces, pero tiene gente que es muy amable cuando tienes un accidente. Entonces: ni santificar todo, ni culpar a todo.
"Visto desde fuera, piensas, «en la Iglesia me van a culpar, me van a juzgar, van a decir que soy pecador»… Hasta que entras dentro y ves que no todos somos santos"
La Iglesia católica es una propuesta más en el mundo de una forma de vida con amor, con esperanza. Yo conozco mucha gente que no es creyente ni siquiera, y es maravillosa. Y conozco gente de Iglesia que no es la mejor referencia. O, a veces, incluso uno mismo, que se cree que se las sabe todas, y mete la pata. Pero, bueno, así somos.
-Tú cuentas algo de eso, tu propia experiencia personal, en 'Del bar al altar'. Un libro en el que narras tu ascenso, tu descenso al infierno y tu reecuentro, también, con la fe y con la vida.
-Así es: del bar al altar. Si hacemos una similitud, 'del bar' es mi vida sin Dios, una vida medio descolocada, perdida. Y 'al altar' es vivir la vida con Jesús en el corazón, con entusiasmo.
Entusiasmo en griego es 'con Dios en el corazón'. Yo tengo un eslogan que dice "vive la vida sobrentural de la forma más natural posible". Lo que tú ves en mí aquí, es lo que hay. No hay trampa ni cartón; vas a ver mañana a Rubén de Lis tocando flamenco o pasado tocando en la iglesia. Cambia un poco el contenido, el lugar, pero Rubén es la misma persona, el mismo creyente y la misma propuesta.
Los que lo lean van a encontrar un libro sencillito de leer, con fotos desde la infancia, todo mi recorrido. Pero también hay un contenido de desarrollo personal de la fe. Tengo otra frase (es un movimiento que estoy iniciando). Todos tenemos habilidades extraordinaria para lidiar con cualquier situación porque "todo lo puedo en Cristo" (✋🏻✊🏻✌🏻).
"Entusiasmo en griego es 'con Dios en el corazón'. Yo tengo un eslogan que dice 'vive la vida sobrenatural de la forma más natural posible'"
Utilizo un lenguaje de calle, natural, como soy yo. Soy así contigo, con el obispo, en la tele, en la radio o en los conciertos. Y es una realidad que trasmite porque es mi verdad. Yo no quiero ser como tú, ni como el otro. Yo quiero ser mi mejor versión. Y es a lo que invito a la gente en 'Del bar al altar': busca tu mmejor versión y apóyate en la fe porque vas a tener una vida maravillosa.
Problemas tenemos todos. Sinceramente, cuando me dicen no tengo fe, digo no sabes lo que te pierdes. Porque la fe para las personas parece que es ir a misa, y esa es solo unas de las partes de la fe. La misa es alimentarte, retroalimentarte, estar en comunidad. Es maravillosa…
-Comprobar que mirando a los ojos del otro, estás mirando los ojos de Dios. Y, al final, los que tenemos fe, tenemos responsabilidades.
-Eso es.
-Hay otro gran horizonte -hablábamos antes de los grandes eventos-, la Jornada de la Juventud, que se retrasó también por la pandemia y que es el año que viene en Lisboa. De alguna manera, la PEJ ha sido como un ensayo general. ¿Cómo te planteas la JMJ?
-De aquí a final de año, estamos, gracias a dios, (mi esposa y yo, que siempre me acompaña), a full. Ahora estamos en Madrid, venimos de Portugal, vamos a la Rioja, luego a Ourense y ya, el 29 de septiembre viajamos a Brasil. Luego, volvemos. Italia, hasta final de año…
Por ahora tengo la cabeza aquí. Ya tengo contratos para organizarme; me interesa organizar el antes y el después siempre… Lo que me preocupa un poco es la logística, pero tengo muchas ganas de participar, como muchos de los artistas católicos de aquí. Aunque, está claro que es la Jornada 'Mundial' y todo el mundo quiere participar. Pero, si Dios quiere, habrá hueco para todos.
-Y el gallego es un puente entre esos dos mundos…
-Y yo hablo portugués, además. Es una buena oportunidad.
-Mucha suerte, mucho ánimo, suerte con el libro, con las actuaciones, y gracias por dar tu testimonio y por presentarnos así, como eres. Otro día te haremos traer la guitarra para que nos cantes algo.
-Muchas gracias, Jesús. Hasta pronto.
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