Como acusación popular, al no ser familia directa de la víctima El Arzobispado de Valencia quiere personarse en la causa judicial abierta por el asesinato del canónigo
Hoy es posible que se sepa ya el resultado final del informe del forense sobre la autopsia realizada. Se ha querido precisar mucho sobre la causa si estrangulamiento o asfixia. Parece que podría ser asfixia. El autor pudo con un pañuelo impedirle la respiración tapándole nariz y boca en la cama, donde fue hallado el cadáver semidesnudo del canónigo
El pase a disposición judicial es inminente, el plazo legal para ser llevado a presencia el detenido se agota, y debe ocurrir a lo más tardar mañana, a no ser que se solicite por la policía prórroga para la práctica de más diligencias, pesquisas que puede deriven en otros asuntos colaterales, pues de lo que va averiguando la policía puede surjan informaciones de distinto interés
El Arzobispado de Valencia ha anunciado en el Juzgado de Instrucción número 19 de Valencia, que lleva el caso del asesinato del canónigo de la catedral de Valencia, Alfonso López Benito, su intención de personarse como acusación particular en el sumario penal abierto, pero, al no ser familia directa de la víctima, la única posibilidad para constituirse en parte sería la de personarse como acusación popular. De momento, el juzgado aún no se ha pronunciado acerca de esa pretensión.
Así lo cuenta el diario Levante, el medio que mejor y más acertadamente está informando sobre el luctuoso suceso. Gracias a ello, sabemos algo de lo que piensa oficialmente el Arzobispado de este asunto al que le ha dedicado públicamente escasas y desafectivas líneas. Se ha convertido en una verdadera fuente resistente de las de libro que se enseña en Teoría de la Comunicación.
Información de sobra tiene el Arzobispado de lo ocurrido, aunque persista en decir que no tiene comunicación oficial de ninguna detención –siempre tirando balones fuera- pues la misma mañana del descubrimiento del cadáver del canónigo emérito se personó en el lugar de los hechos, se le vio salir del edificio, el canónigo en activo José Verdeguer, al que en distintas ocasiones y otros gobiernos episcopales se le ha encargado investigaciones delicadas. La policía, en sus averiguaciones, ha recurrido también a cargos del Arzobispado para que les contaran lo que supieran de vicisitudes e incidencias del canónigo.
Es lógico que el Arzobispado defienda a uno de los suyos y ha debido tomar el paso ante las críticas a sus dos frías, lacónicas y desentendidas notas oficiales del suceso, del que insiste decir se ha enterado por la policía y la prensa. No tenía otra salida que apoyar a su ministro y a la familia. Más cariñosa y solidaria, más humana, ha sido la nota del Cabildo de Canónigos a través de su cuenta de Instagram.
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Informe final del forense
Hoy es posible que se sepa ya el resultado final del informe del forense sobre la autopsia realizada. Se ha querido precisar mucho sobre la causa si estrangulamiento o asfixia. Parece que podría ser asfixia. El autor pudo con un pañuelo impedirle la respiración tapándole nariz y boca en la cama, donde fue hallado el cadáver semidesnudo del canónigo.
La policía sigue recogiendo pruebas, revisando la casa –que tiene una capilla-, mirando papeles, leyendo mensajes de whatshapp, observando movimientos bancarios, tomando huellas. Quiere saber si el detenido actuó sólo o había más gente. Quiere acumular indicios y evidencias para confrontarlo con la posible declaración que haga el detenido autoexculpándose, aunque el teléfono móvil y la tarjeta de crédito de la víctima que se le ha encontrado encima al detenido son pruebas evidentes.
La policía no hablará hasta que lo tenga todo muy atado y entregue al detenido a la autoridad judicial. Depende del cúmulo de pruebas que aporte, reúna y explique, el Juez que le reciba decidirá sobre él. No debe tener muchas luces el autor para llevar consigo encima teléfono y tarjeta bancaria pruebas aplastantemente incriminatorias. O debe estar muy pillado de dinero, necesitado para sobrevivir o para comprar droga. O no tiene nada que perder. Cualquier delincuente profesional o espabilado sabe de sobra cómo se le puede sorprender y lo evita.
El abogado de oficio que se le haya asignado le habrá aconsejado al detenido no confesar los hechos, no decir nada a la policía, reservarse a su comparecencia ante el Juez, incluso no hablar ante la autoridad judicial, a lo que tiene derecho, y esperar que la policía consiga con el aporte de pruebas que lo procesen. De no confesar, y existir indicios suficientes, el Juez le enviará a prisión, a la espera de más pruebas, aunque no confiese de buen grado. La alarma y el escándalo social que el suceso ha creado está convirtiendo en acontecimiento muy mediático. A la Iglesia en Valencia le interesa que las actuaciones se cierren lo antes posible, se celebre el funeral y el sepelio, lo que tendrá que convenir con la familia.
El pase a disposición judicial es inminente, el plazo legal para ser llevado a presencia el detenido se agota, y debe ocurrir a lo más tardar mañana, a no ser que se solicite por la policía prórroga para la práctica de más diligencias, pesquisas que puede deriven en otros asuntos colaterales, pues de lo que va averiguando la policía puede surjan informaciones de distinto interés.
