El nuevo arzobispo castrense, deseoso de atender las necesidades religiosas de las Fuerzas Armadas Juan Antonio Aznárez : “Siempre que he dicho sí al Señor, que me habla por medio de la Iglesia, me ha ido muy bien”
"Militares, Guardia Civil y Policía Nacional están dispersos a lo largo de la Península y las islas y requieren una atención especial. Precisamente a eso se debe el carácter de diócesis personal, no vinculada a un territorio concreto, sino a esas personas concretas, a esos servidores públicos concretos"
"He de reconocer que mi nombramiento como arzobispo castrense me sorprendió muchísimo, no se me había pasado por la cabeza que pudiesen pensar en mí para esta responsabilidad"
"Echaré de menos Pamplona, por supuesto. Voy viviendo sucesivos ‘duelos’ cada vez que me despido de un grupo, de una persona, pero también es verdad que no renuncio a seguir en contacto con ellos en la medida de lo posible"
"Echaré de menos Pamplona, por supuesto. Voy viviendo sucesivos ‘duelos’ cada vez que me despido de un grupo, de una persona, pero también es verdad que no renuncio a seguir en contacto con ellos en la medida de lo posible"
| Javier Rodrigo - EFE
El hasta ahora obispo auxiliar de Pamplona y Tudela, Juan Antonio Aznárez Cobo, ha asegurado en una entrevista con Efe que accede al cargo de arzobispo castrense de España con el ánimo de "ir preguntando y escuchando mucho y aprendiendo". Sorprendido e ilusionado por el nombramiento, Aznárez ha mostrado su deseo de atender las necesidades religiosas de un colectivo formado por unas 80.000 personas, entre miembros del Ejército y de las Fuerzas de Seguridad del Estado y sus familias.
Aznárez Cobo (Eibar, 1961) es licenciado en Filosofía y Letras en 1984 por la Universidad de Zaragoza y fue ordenado sacerdote el 27 de octubre de 1990, tras realizar los estudios eclesiásticos en el Seminario de Pamplona. Fue enviado a Roma para completar sus estudios en Ciencias Bíblicas en el Instituto Pontificio Bíblico, en el que se licenció en 1997. Entre 1997 y 1999, fue vicario parroquial de San Juan Evangelista de Huarte-Pamplona, para pasar a desempeñar después los cargos de párroco en San Esteban y Santos Emeterio y Celedonio (1999-2004) y de San Jorge (2004-2009).
¿Cuáles son las funciones de un arzobispo castrense?
Todavía soy muy novato, pero fundamentalmente es el servicio, la atención a los militares de Tierra, Mar y Aire, a la Policía Nacional y la Guardia Civil, a sus familias, y a todos los que de un modo u otro colaboran o trabajan en esos ámbitos, dentro de España y también en las misiones, fuera de España.
¿Por qué es necesaria la figura del arzobispo castrense?
Responde a una realidad peculiar, porque es verdad que todos los militares, la Guardia Civil y la Policía Nacional están muy dispersos a lo largo de toda la Península y en las islas y requieren una atención especial. (...) Precisamente a eso se debe el carácter de diócesis personal, no vinculada a un territorio concreto, sino a esas personas concretas, a esos servidores públicos concretos.
¿Con qué ánimo accede al cargo?
El ánimo es bueno. He de reconocer que me sorprendió muchísimo, porque no se me había pasado por la cabeza que pudiesen pensar en mí para esta responsabilidad, pero tengo la confianza de saber que siempre que he dicho sí al Señor, que me habla por medio de la Iglesia, me ha ido muy bien. Con esa confianza asumo esta responsabilidad.
Está entonces "aterrizando" en su nuevo cargo...
Sí. Conozco un poquito, tengo una mínima experiencia de haber hecho el servicio militar, pero tengo que ir preguntando y escuchando mucho y aprendiendo.
¿Visitará a las tropas en el extranjero?
La base de operaciones, por así decir, va a estar en Madrid, en el Arzobispado Castrense, y desde allí por supuesto que me tocará viajar a muchos sitios, cuarteles, academias, dentro de España normalmente y también a las misiones que hay en muchas partes del mundo, en Mali, en Líbano, en Iraq, en Bruselas, en Italia. La idea siempre es la misma: ayudar, acompañar, servir a estos fieles católicos.
El cargo incluye también el de capellán de la Casa Real. ¿Cómo será ese trabajo?
Todavía estoy en fase de enterarme. No he tenido todavía la oportunidad de saludar a la familia real. Sé que hay una relación, pero no sé exactamente cómo se concreta. El tiempo irá diciendo.
¿Se ha puesto ya en contacto con el Ministerio de Defensa?
Ya hablé por teléfono con la ministra Margarita Robles y el día 21 nos vamos a ver en Madrid para saludarnos personalmente. Confío en tener una buena relación con vistas al bien común de estos numerosos ciudadanos que viven en estos ámbitos tan especiales.
¿Le da pena irse de Pamplona?
R.- Por supuesto. Voy viviendo sucesivos ‘duelos’ cada vez que me despido de un grupo, de una persona, pero también es verdad que no renuncio a seguir en contacto con ellos en la medida de lo posible.
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