Preside la Misa Crismal, a puerta cerrada en la Catedral, concelebrada con los obispos auxiliares y el Cabildo Metropolitano Cardenal Cañizares: “La Iglesia universal está presente, aunque se halle dispersa y encerrada en sus casas, está aquí reunida”
"Allá donde estéis, es necesario volver a lo esencial, momento para descubrir la Iglesia en su interioridad y tomar conciencia de ella desde nuestra propia vocación y misión, desde el sitio donde nos encontramos"
El Arzobispo de Valencia ha querido trasladar palabras de agradecimiento a “todos los que dan su vida por los demás, y a los sacerdotes en su apoyo a los que sufren, llevando el consuelo y el auxilio que de Dios viene"
Ha recordado la importancia de cuidar la oración, la liturgia, la lectura y el estudio de la Palabra de Dios y todos las obligaciones y ejercicios propios de la comunidad católica
Ha recordado la importancia de cuidar la oración, la liturgia, la lectura y el estudio de la Palabra de Dios y todos las obligaciones y ejercicios propios de la comunidad católica
| Archivalencia
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha señalado hoy que la Misa Crismal “es una manifestación privilegiada de la unidad de la Iglesia universal, presente en la Iglesia diocesana de Valencia, que aunque se halle dispersa y encerrada en sus casas, está aquí reunida. Allá donde estéis, es necesario volver a lo esencial, momento para descubrir la Iglesia en su interioridad y tomar conciencia de ella desde nuestra propia vocación y misión, desde el sitio donde nos encontramos".
La Misa Crismal ha sido concelebrada en la Catedral por los obispos auxiliares de Valencia, Javier Salinas, Arturo Ros y Vicente Juan, así como por el arzobispo emérito de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña, y el Cabildo Metropolitano.
El Arzobispo de Valencia ha afirmado que “somos una Iglesia vinculada a los enfermos, a las familias, a las víctimas que está originando esta dolorosa y angustiosa pandemia, con todo mi corazón y cariño, no podemos tener miedo, Dios va con nosotros y nos guía por estos valles oscuros hacia las fuentes de aguas tranquilas. Hemos de darnos por completo a su misión”.
En este sentido el Arzobispo de Valencia ha querido trasladar palabras de agradecimiento a “todos los que dan su vida por los demás, y a los sacerdotes en su apoyo a los que sufren, llevando el consuelo y el auxilio que de Dios viene. Qué bien lo estáis haciendo queridos sacerdotes en estos momentos. No buscamos honores, somos humildemente los últimos y no escatimamos en trabajo, en servir a Dios y a los demás”.
El Cardenal ha señalado que “sin Dios, el hombre y el mundo no tienen futuro ni esperanza y, sin embargo, el contexto cultural ofrece otro camino muy diferente, un mundo que vive como si Dios no existiera y Occidente sigue en las vías de la secularización y laicismo. Por ello hemos de volver a Él, que todo lo hace renacer en una nueva vida. La alegría y la fuerza con Dios nos hace percibir con vigor la gran urgencia de convertirnos en mensajeros del Evangelio”.
Finalmente, ha recordado que "es preciso repetir la importancia de cuidar la oración diaria, que estos días estamos intensificando, y cuidar la liturgia, la meditación de la Palabra de Dios, la Adoración Eucarística, el sacramento de la Penitencia, los retiros espirituales, además de la Eucaristía y la Liturgia de las Horas cada día, el rezo del Santo Rosario, y la oración personal, la lectura y el estudio de la Palabra de Dios".
En la Misa Crismal, que se ha celebrado sin asistencia del pueblo, el Arzobispo ha invitado a renovar las promesas sacerdotales y ha bendecido los óleos y el crisma que serán utilizados en la celebración del Bautismo, Confirmación, Ordenación Sacerdotal y Episcopal, Dedicación de las Iglesias y Unción de Enfermos.
La eucaristía ha podido seguirse en directo por la Ocho Televisión, por el canal Youtube de la Seo y por la página web del periódico La Razón.