El arzobispo de Zaragoza no descarta una visita papal: "Francisco dejó abierta la puerta" Escribano: "Es necesario replantear la condición del Pilar como santuario y dotarlo para acoger peregrinos"
"El Papa escuchó y se mostró receptivo. Él conoce Zaragoza y el Pilar, tiene grandes amigos aquí. Y dejó abierta la puerta a venir a España y al Pilar". El arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, rememora en entrevista con Religión Digital su reciente audiencia con Francisco, donde se planteó la posibilidad. "¡Nos gustaría tanto!"
"El Pilar es un gran centro de peregrinación internacional. Y esto, haciendo poca difusión. Es necesario replantear la condición del Pilar como santuario y dotarlo de las infraestructuras necesarias para la acogida de los peregrinos. También es necesaria un marketing adecuado"
De cara al Jubileo de 2025 que se celebrará en Roma, no descarta el arzobispo que por las calles de la Ciudad Eterna se pueda ver la procesión del Rosario de Cristal
De cara al Jubileo de 2025 que se celebrará en Roma, no descarta el arzobispo que por las calles de la Ciudad Eterna se pueda ver la procesión del Rosario de Cristal
"El Papa escuchó y se mostró receptivo. Él conoce Zaragoza y el Pilar, tiene grandes amigos aquí. Y dejó abierta la puerta a venir a España y al Pilar". El arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, rememora en entrevista con Religión Digital su reciente audiencia con Francisco, donde se planteó la posibilidad. "¡Nos gustaría tanto!", subraya. "Y la perspectiva del bimilenario de la Venida de la Virgen es un buen escenario para una visita papal".
Y en este día del Pilar, y en esa perspectiva de la histórica conmemoración, Escribano subraya la importancia de este "foco de evangelización y de acogida" que ha irradiado más allá de nuestras fronteras -Hispanoamérica, Filipinas, África...-, lo que haría "necesario replantear la condición del Pilar como santuario y dotarlo de las infraestructuras necesarias para la acogida de los peregrinos".
En esta nueva fase entra también el marketing necesario para hacer del Pilar un centro de peregrinación internacional, y el marco del Jubileo 2025 en Roma, con más de 30 millones de visitantes, o convierte en un escaparate global, por lo que no descarta el arzobispo que por las calles de la Ciudad Eterna se pueda ver la procesión del Rosario de Cristal. "Esa participación es posible. También tenemos una gran Semana Santa, con unas cofradías muy vitales. El sonido del tambor y el bombo, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, o alguna de nuestras imágenes podrían ser una presencia significativa".
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Como arzobispo de Zaragoza tuvo ocasión de visitar recientemente al Papa y hablarle de su diócesis y de la Virgen del Pilar. ¿Qué le comentó Francisco?
Solicité una audiencia privada con Francisco y fui con el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, y con la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca. Hablamos de Aragón, de Zaragoza y de la Virgen del Pilar. Como arzobispo, le mostré el cariño y la adhesión de la Archidiócesis. El Papa escuchó y se mostró receptivo. Él conoce Zaragoza y el Pilar, tiene grandes amigos aquí. Y dejó abierta la puerta a venir a España y al Pilar.
¿Cree que podría visitar Zaragoza?
¡Nos gustaría tanto! Y la perspectiva del bimilenario de la Venida de la Virgen es un buen escenario para una visita papal. El Pilar es un foco de evangelización y de acogida. Es cultura del encuentro. Dicho esto, es una decisión del Papa en su solicitud pastoral por todas las Iglesias.
¿Cómo conmemoró la archidiócesis el 40º aniversario de la segunda vista de Juan Pablo II a Zaragoza?
Dentro de la novena del Pilar. El jueves 10 de octubre fue el día en concreto. Para nosotros es un estímulo para seguir trabajando la evangelización y el compromiso con los países hermanos de América. Nuestro plan diocesano pastoral -VITA- recoge esa clave de llegar a nuevos mundos, a nuevos destinatarios.
¿Cómo caló en el conjunto de la sociedad aragonesa aquella visita?
Sirvió para abrir Zaragoza a la Hispanidad. San Juan Pablo II nos lo recordó. También fue un momento de rearme vocacional y de revalorización de la misión ad gentes y de agradecimiento a los misioneros y a sus familias. Junto a esto, la presencia del Papa siempre supone la confirmación en la fe, en la universalidad de la misión.
La presencia en la Iglesia de personas procedentes de todos los países de América, la comunidad católica china, la presencia de cristianos de África… son el reflejo de la multiculturalidad que también vive la Iglesia local
Supongamos que, cuarenta años después, hubiese venido su sucesor con motivo de esta efeméride. ¿Qué diferencias encontraría con el pueblo fiel que entonces acogió de manera entusiasta a Karol Wojtyla?
Aragón se hubiese volcado con el Papa. No solo las instituciones, sino las parroquias, las familias y las personas. Es verdad que la Iglesia es más pequeña, pero su ardor misionero es palpable. Francisco habría encontrado en Zaragoza un pequeño mundo: nuestra diócesis es ahora una realidad en que se conjuga lo universal y lo particular. La presencia en la Iglesia de personas procedentes de todos los países de América, la comunidad católica china, la presencia de cristianos de África… son el reflejo de la multiculturalidad que también vive la Iglesia local.
La diócesis se prepara también para la conmemoración del bimilenario que, según la tradición, sitúa en el año 40 la aparición de la Virgen al apóstol Santiago en las inmediaciones de lo que entonces era Zaragoza. Además de una rehabilitación integral de la basílica del Pilar, ¿qué otras iniciativas tienen previsto poner en marcha?
Quedan algo más de quince años. El proyecto es a largo plazo, pero es ilusionante. Estamos trabajando en varias direcciones: la caridad, el diálogo fe-cultura… Es particularmente importante traer a la comunidad de pueblos hermanos de Hispanoamérica, a Filipinas y a Guinea Ecuatorial al Pilar. Todos veneramos a una Madre común. Esta lección de fraternidad debe ser repasada y profundizada. El Pilar es, por otra parte, un gran centro de peregrinación internacional. Y esto, haciendo poca difusión. Es necesario replantear la condición del Pilar como santuario y dotarlo de las infraestructuras necesarias para la acogida de los peregrinos. También es necesaria un marketing adecuado.
¿Cómo van las obras de rehabilitación? ¿Han empezado ya?
Están orientadas. Por una parte, el comienzo de la rehabilitación de las torres está cerca. La redacción del plan director está sobre la mesa. Y hay otro proyecto sobre la iluminación. En esto, resulta clave el mecenazgo. Es otra línea de trabajo, que, junto a la generosa aportación de los devotos, harán posible la rehabilitación integral del templo.
Diócesis como las de Málaga o Sevilla han sido invitadas por el Vaticano a llevar a Roma, de cara a Jubileo 2025, a la Virgen de la Esperanza o al Cachorro. ¿Cabe la posibilidad de que acabe acompañando a esas tallas que tanto fervor generan la Virgen del Pilar?
La Virgen nunca se ha movido de su Pilar. Y el Pilar nunca se ha movido de donde lo dejó la Virgen. Ese viaje es imposible. Pero el tesoro artístico devocional que ha generado el Pilar es enorme. Pensemos en el monumental Rosario de Cristal. Esa participación es posible. También tenemos una gran Semana Santa, con unas cofradías muy vitales. El sonido del tambor y el bombo, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, o alguna de nuestras imágenes podrían ser una presencia significativa.