Misa en la Almudena dedicada a los contemplativos Carlos Osoro: "Cuánta concordia, alegría y justicia social habría, si asumiéramos la lógica del amor de Dios"
El cardenal ha resaltado el valor del amor como esencia de Dios y misterio de la Trinidad, el misterio de la vida. "La comunión la que hace posible todo el crecimiento"
Ha recordado que hoy es un día en el que la diócesis reza además por los contemplativos y por quienes celebran sus bodas de oro y plata matrimoniales, ha insistido en que Dios "nos da su amor y misericordia"
| Rodrigo Pinedo, Archimadrid
«El Dios en quien creemos, que se nos ha revelado en Jesús, no es un Dios solitario. Es un Dios que es amor, un amor que se da, que se relaciona y que se unifica. El Dios cristiano es comunión». Así lo ha asegurado el cardenal Carlos Osoro este domingo, fiesta de la Santísima Trinidad, en la catedral de Santa María la Real de la Almudena.
Según ha resaltado el arzobispo de Madrid, «no se trata de descubrir el misterio de Dios, que nos sobrepasa», sino que «entenderemos algo de la Trinidad si nos referimos al misterio de la vida»: «Padre, Hijo y Espíritu son vivientes. La característica fundamental es que son el uno para el otro, por el otro, con el otro y en el otro. Es la comunión la que hace posible todo el crecimiento».
En este sentido, ha incidido en que «el ser humano, creado a imagen de Dios, se realiza en la medida en que se relaciona, se libera cuando se abre, crece, y cuando ama». «Cuánta concordia, cuánta alegría, cuánta justicia social habría en este mundo si asumiéramos en nuestro pensar, en nuestro actuar, esta lógica del amor de Dios», ha aseverado.
Entrega en medio de las alegrías y dificultades
En un día en el que la diócesis reza además por los contemplativos y por quienes celebran sus bodas de oro y plata matrimoniales, ha insistido en que Dios «nos da su amor y misericordia» y consuela siempre «con la cercanía, con la verdad y con la esperanza».
Con la vista puesta en los matrimonios presentes por invitación de la Delegación de Laicos, Familia y Vida, el cardenal Osoro ha reconocido el ejemplo de «dos personas que han unido su vida por amor», «haciendo partícipes el uno al otro de ese amor de Dios que es incondicional», y muestran «esa entrega, ese beso de paz que os habéis dado día tras día en medio de las dificultades y también de las alegrías».
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