La catedral de Santa Maria de la Seu d'Urgell acogió la ordenación del nuevo obispo coadjutor Josep-Lluís Serrano: “Hay que redimir, consolar, curar y levantar”

Josep-Lluís Serrano
Josep-Lluís Serrano Flama

El ritual ha tenido como ordenantes principales el arzobispo venezolano Edgar Peña Parra, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, el mismo Joan-Enric Vives i Sergi Gordo, obispo de Tortosa, diócesis de la cual procede Serrano. Los han acompañado en el presbiterio unos treinta obispos más y decenas de sacerdotes de los obispados de Urgell y Tortosa

"Hay que revivir el sentido de la familia cristiana, sentirnos pueblo, porque en esta vida, hay que redimir, hay que consolar, curar, levantar, recuperar, recrear”, ha señalado el ya obispo coadjutor

El proceso de selección de Josep-Lluís Serrano Pentinat habría empezado a gestarse en el seno de la misma secretaría de Estado después de la visita del cardenal Pietro Parolin en Andorra ahora hace apenas un año

(Flama).- "Era un niño tremendo, no se estaba nunca quieto", han coincidido a señalar un grupo de vecinas de Tivissa este sábado alrededor de las diez y media de la mañana mientras buscaban un asiento en la catedral de Santa María de la Seu d'Urgell desde donde no perderse detalle de la ordenación episcopal del hombre a quien vieron crecer en su pueblo y que hoy se ha convertido, con 47 años, en el obispo más joven de todo el Estado, Josep-Lluís Serrano Pentinat.

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Ellas han sido algunas de las primeras personas en entrar en el templo, que un rato después, con la sucesiva llegada de decenas de autoridades eclesiásticas y civiles de Cataluña y Andorra y centenares de fieles, se ha llenado para acoger un tipo de ceremonia que no se producía en la Sede desde el año 1971, cuando fue ordenado quién sería obispo de Urgell y copríncipe de Andorra durante los siguientes treinta años, Joan Martí Alanis.

"Hoy la catedral exulta de joya", ha dicho el actual arzobispo de Urgell, Joan-Enric Vives, en el parlamento de bienvenida en que ha dedicado una muestra de afecto a la madre de Josep-Lluís Serrano, Pepita, presente en la ceremonia: "Tuviste un chico muy firme, lo has subido bien", ha dicho Vives sobre quien, a partir de ahora, será el obispo coadjutor de la diócesis con derecho a sucesión.

Un nuevo obispo al servicio de su pueblo


El ritual ha tenido como ordenantes principales el arzobispo venezolano Edgar Peña Parra, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, Joan-Enric Vives i Sergi Gordo, obispo de Tortosa, diócesis de la cual procede Serrano. Les han acompañado en el presbiterio el nuncio en España, Bernardito Auza y unos treinta obispos más y decenas de curas de los obispados de Urgell y Tortosa.

El arzobispo Vives en la ordenación del su ahora obispo coadjutor
El arzobispo Vives en la ordenación del su ahora obispo coadjutor Flama

"Serás obispo precisamente en la fiesta de Sant Mateu, apóstol y evangelista, coincidencia providencial, porque te ha gritado a ser cómo él, un hombre santo, un testigo apasionado de la buena nueva que es el Evangelio de Jesús", ha dicho Peña en la homilía dirigiéndose a quién desde 2019 ha sido su secretario personal en la Sección para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, uno de los organismos más relevantes de la curia romana.

Peña ha hecho un repaso a la trayectoria vital de Serrano, y ha destacado la "generosidad" y "dedicación" con que ha servido la Iglesia desde sus primeros años como cura en pueblos pequeños de Tortosa hasta la posterior etapa al servicio de la diplomacia vaticana en países como Mozambique, Nicaragua (donde ambos se conocieron en 2016) o Brasil. "Un servicio que ha ampliado sus horizontes", como ha asegurado Peña, y que ha sido decisivo para su nombramiento al frente de una diócesis donde el obispo también tiene un cargo político y estatal, el de copríncipe andorrano, compartido con el presidente de la República Francesa.

Un mensaje de esperanza y justicia


Al final de la celebración, que ha durado cerca de tres horas hasta alcanzar su punto culminante con la imposición de las manos de los obispos concelebrantes, la plegaria de ordenación y la entrega del libro de los evangelios, el anillo, el báculo y la mitra, el nuevo obispo coadjutor de Urgell ha dirigido su primera alocución pública agradeciendo quienes lo ha acompañado en esta ceremonia y otras que no han podido ser, como su difunto pare, Jaume Pentinat.

Peña Parra aplaude a quien fue su secretario particular en el Vaticano
Peña Parra aplaude a quien fue su secretario particular en el Vaticano Flama



"Hoy es un Día de Acción de Gracias", ha dicho el de Tivissa con expresión serena y una vez superados algunos momentos de la ordenación en que se le ha podido ver emocionado. Serrano, que ha escogido como lema episcopal Ut vitam habeam ["Para que tengan vida"] del Evangelio de Juan, ha tenido un recuerdo por los más necesidades de la sociedad, por los niños, por los ancianos, por los pobres, por los trabajadores y las familias que atraviesan dificultades y por los immigrantes, para quienes ha pedido acogida y estimación.

Peña Parra, Josep Lluís Serrano. y el cardenal Omella
Peña Parra, Josep Lluís Serrano. y el cardenal Omella Flama

Más tarde, dirigiéndose al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, el jefe de gobierno de Andorra, Xavier Espot y otros representantes de las instituciones públicas de Cataluña y Andorra presentes en la ceremonia, el obispo coadjutor ha manifestado el deseo de servicio "para acontecer luz, justicia y paz".

El sentido de la familia cristiana


Serrano fue nombrado el pasado 12 de julio, nueve meses después de la visita del cardenal Parolin a Andorra con motivo de los 150 años de la proclamación de la Virgen María de Meritxell como patrona del país. Durante la visita, después de mantener varias reuniones con el gobierno andorrano, el secretario de Estado de la Santa Sede mostró su apoyo explícito a la continuidad del coprincipado en respuesta a quienes exigían la extinción de esta formulada instaurada en el país desde el siglo XIII. 

Un momento de la ordenación episcopal de Serrano
Un momento de la ordenación episcopal de Serrano Flama

La toma de posesión de Josep-Lluís Serrano abre una nueva etapa en el obispado de Urgell y Andorra, en que el nuevo coadjutor irá conociendo progresivamente el territorio hasta que el Papa apruebe la jubilación de Joan-Enric Vives, que el 24 de julio pasado puso su cargo a disposición del pontífice después de cumplir 75 años, como establece el derecho canónico. Entonces, Serrano pasará a ser obispo titular de Urgell y copríncipe de Andorra.

"Hay que revivir el sentido de la familia cristiana, sentirnos pueblo, porque en esta vida, hay que redimir, consolar, curar, levantar, recuperar, recrear", ha advertido Serrano minutos antes de concluir una ceremonia en que la lluvia que caía al exterior en el momento de la salida no ha borrado la expresión de alegría y satisfacción de las más de las ochocientas personas que han llenado el templo en esta jornada histórica.

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