Mirian Pérez Vilera es coordinadora del Programa de Trabajadores Migrantes del centro de Madrid de Hermandades del Trabajo, y representante del movimiento en la Pastoral del Trabajo y plataforma Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) de la diócesis. Con ella hablamos de esta jornada.
«Desde Hermandades -asegura- vamos a vivir el 1º de mayo con mucha ilusión, como cada año, porque para nosotros es un día para reivindicar los derechos de todos los trabajadores. Ya tenemos el manifiesto por el 1º de Mayo, un texto que hemos trabajado junto al Consejo Nacional, con la colaboración de toda la comunidad de Hermandades.
El lema que hemos elegido para este año es Sin la paz, nada es posible. En esta misma línea se ha desarrollado la mesa redonda que hemos tenido este jueves, 25 de abril, en nuestra sede, en la que representantes del Instituto de Estudios sobre el Trabajo José Ramón Otero han reflexionado sobre El futuro del trabajo y el Estado de bienestar: Reflexiones en el Día del trabajador. A esto hay que añadir la Eucaristía del 1º de mayo que celebraremos, como venimos haciendo desde hace unos años, junto a la Pastoral del Trabajo, y que, organizada por el equipo de la Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), tendrá lugar en la parroquia Nuestra señora de las Angustias».
Formación integral de la persona
Acerca del lema elegido este año para el 1º de mayo, Cuidamos el trabajo para cuidar a las personas, Mirian indica que «Hermandades del Trabajo, desde sus orígenes, ha tenido presente la formación integral de la persona, es decir, que se les atiende en todas sus dimensiones. Son personas que necesitan relacionarse con otros para vivir su integridad en sentido material, social y espiritual. Porque, como dice el papa Francisco, “el individualismo es la causa de gran parte de nuestros problemas sociales”. Por eso, debemos trabajar comunitaria y colectivamente por el bien de las personas, sus familias y su entorno, hasta llegar a toda la humanidad».
Reconoce que, «en los últimos tiempos, se nota un cambio en el perfil de los trabajadores, ya que actualmente los trabajos más demandados son los relacionados con la tecnología de la información, inteligencia artificial, RRSS... De todo esto tienen que estar informados los trabajadores, y ahí estamos nosotros para ayudarles. Aunque actualmente no podemos formarles de manera reglada en estos aspectos, estamos impartiendo talleres básicos destinados a migrantes, jóvenes y mujeres, que siguen siendo los grupos con más dificultadespara encontrar un trabajo digno. Por eso, tenemos que seguir insistiendo en una formación integral que les permita acceder en igualdad de condiciones a esta nueva sociedad, al nuevo ámbito laboral, y que puedan desempeñarse con las nuevas tecnologías y modos de trabajo».
«En el ámbito de la formación -prosigue-, Hermandades sigue intentando encontrar la manera de poderformar o capacitar a los trabajadores para la búsqueda de empleo. Por ello, en marzo de 2024, dentro del Programa de Trabajadores Migrantes y Familias Trabajadoras, y enmarcado en el plan Pastoral e innovación social, se comenzaron a impartir esos talleres básicos para el empleo, con el objetivo de que las personas puedan obtener nociones de la forma de vivir de la sociedad española. Algunos de los talleres son: habilidades domésticas, cuidado de mayores, cuidado de niños, ofimática básica, conociendo tu móvil, riesgos laborales, primeros auxilios, entre otros».
«Por otro lado -continúa-, dentro del programa de Trabajadores Migrantes y Familias Trabajadoras, hacemos un trabajo de acogida que se realiza de lunes a viernes, de 11:00 a 14:00 horas. En este espacio se acoge, orienta y acompaña. Tanto si son personas recién llegadas como si llevan un tiempo en España, siempre necesitan alguna orientación, saber de qué manera integrarse a esta nueva sociedad, sentirse escuchados y acompañados y saber que no los consideramos solo un número».
Confiesa que «Hermandades del Trabajo consigue estos objetivos trabajando en red con otras instituciones, tanto de la Iglesia como privadas, ya que si no contamos con los recursos que ellos solicitan los derivamos a otras entidades». «Así intentamos hacer real nuestro lema Unos por otros y Dios por todos», concluye.