El acusado abusó de la relación de amistad que nació entre él y los padres del menor Un cura de Murcia, condenado a siete años de cárcel por abusos continuados a un menor
Le impone una orden de alejamiento de 500 metros del chico durante cinco años y una indemnización de 30.000 euros
El obispado de Cartagena ha mostrado su total rechazo y enérgica repulsa por esos hechos y su cercanía al menor y a su familia
La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a siete años y nueve meses de prisión y cinco de libertad vigilada a un sacerdote que abusó durante meses de forma continuada de un menor de edad en las dos poblaciones de esa comunidad murcianas en las que ejerció.
La sentencia señala que los primeros abusos, básicamente caricias, besos y tocamientos, se produjeron en la población donde el sacerdote estuvo destinado siete años y continuaron con posterioridad cuando fue trasladado a otra parroquia en una segunda localidad.
Señala la sala que el acusado abusó de la relación de amistad que nació entre él y los padres del menor en su primer destino, que llegó a ser casi familiar, hasta el punto de que el párroco disponía de un dormitorio en el domicilio del menor.
Comunicado oficial del Obispado de Cartagena. 10/05/2022https://t.co/ZVcqDdRD3B#regiondemurcia
— Murcia.com (@murcia_com) May 10, 2022
Cuando el acusado cambió de destino, recibió en varias ocasiones la visita del menor y se repitieron los abusos.
Añade la sentencia que para mantener su ascendencia con el niño, le solía hacer regalos de distinta clase.
Dice la sala que a consecuencia de los abusos, el menor ha visto afectado su rendimiento académico y su comportamiento anímico, afectivo y psicológico.
La sentencia, que no es firme, ya que puede ser recurrida en el plazo de diez días ante el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia, le impone una orden de alejamiento de 500 metros del chico durante cinco años y una indemnización de 30.000 euros.
Conocida la sentencia, el obispado de Cartagena ha mostrado su total rechazo y enérgica repulsa por esos hechos y su cercanía al menor y a su familia.
En un comunicado, añade que sigue ofreciendo a esta su ayuda a través de la Delegación Episcopal para la Protección del Menor y de los Adultos Vulnerables y que el párroco sigue suspendido mientras concluye un proceso penal canónico en curso.