Misa-funeral en la catedral hispalense en memoria de Ratzinger Sevilla despide a Benedicto XVI, un hombre "sabio, bondadoso y valiente"
Monseñor José Ángel Saiz ha comenzado su homilía reconociendo "la emoción profunda" con la que recibió la noticia de la muerte del Papa emérito
Ha destacado su "profunda espiritualidad, su altura intelectual, su búsqueda infatigable de la verdad y su entrañable humildad"
La ceremonia ha estado concelebrada por el arzobispo emérito, monseñor Juan José Asenjo, y ha participado una representación del Cabildo Catedralicio y del clero diocesano, numerosas figuras de diversas realidades de la Iglesia en Sevilla y fieles
El consistorio sevillano ha estado representado por un nutrido número de concejales, con el alcalde, Antonio Muñoz, a la cabeza
La ceremonia ha estado concelebrada por el arzobispo emérito, monseñor Juan José Asenjo, y ha participado una representación del Cabildo Catedralicio y del clero diocesano, numerosas figuras de diversas realidades de la Iglesia en Sevilla y fieles
El consistorio sevillano ha estado representado por un nutrido número de concejales, con el alcalde, Antonio Muñoz, a la cabeza
| RD/EFE
El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz, ha presidido en la Catedral la misa funeral por el papa emérito Benedicto XVI, fallecido el pasado 31 de diciembre, al que ha definido como "un hombre sabio, bondadoso y valiente".
Monseñor Saiz ha comenzado su homilía reconociendo “la emoción profunda” con la que recibió la noticia de la muerte del Papa emérito, y ha destacado su “profunda espiritualidad, su altura intelectual, su búsqueda infatigable de la verdad y su entrañable humildad”.
Igualmente, ha señalado cómo en la vida de Benedicto XVI “percibimos también la vivencia de la unión con Jesucristo, configurado sacerdotalmente a él, haciendo de Jesucristo el centro, la clave, la finalidad, el eje y la explicación única de su existencia”.
Más adelante, el arzobispo hispalense ha reseñado algunas de las características principales del magisterio del Papa emérito: “La búsqueda, la defensa, la cooperación apasionada con la verdad, con toda la fuerza de su corazón y de su intelecto”.
No en vano, ha recordado, su lema episcopal fue ‘Colaborador de la verdad’, es decir, “quiso ponerse al servicio de la verdad en un mundo en el que esta cuestión ha desaparecido casi totalmente, en el que existe una crisis de la verdad, en el que solo parece tener cabida el relativismo".
En esta línea, ha insistido en que “él nos ha enseñado a apuntar a lo esencial, al amor, a la verdad, a la belleza, a los planteamientos profundos y globales”.
La ceremoniaha estadoconcelebrada por el arzobispo emérito, monseñor Juan José Asenjo, y en ella ha participado una representación del Cabildo Catedralicio y del clero diocesano, así como numerosas figuras de diversas realidades de la Iglesia en Sevilla, junto a cientos de fieles que han querido dar su último adiós al Papa alemán.
El consistorio sevillano ha estado representado por un nutrido número de concejales, con el alcalde, Antonio Muñoz, a la cabeza.
