El arzobispo de Oviedo cierra la Escolanía de Covadonga tras 80 años de actividad Los antiguos escolanos de Covadonga, en pie de guerra contra monseñor Sanz : “Es una vergüenza”
"Con gran pesar", el Cabildo ha indicado que esta decisión se ha tomado tras la observación, en los últimos años, del "progresivo declive que ha ido sufriendo este coro de voces blancas"
Guillermo Martínez: “Nos declaran una causa por perdida por la incompetencia de sus gestores y por intereses que nada tienen que ver con la oración, la educación y el arte”
La Escolanía se consolidó no solo como un referente musical en Asturias, sino como un símbolo social y educativo. Es decir, como un lugar donde muchos niños encontraron una oportunidad de formación y apertura a un horizonte profesional. Un espacio de movilidad social
Se quejan de que, a día de hoy, Covadonga “es un parque temático dónde se han reducido el número de misas y de actos de culto”
La Escolanía se consolidó no solo como un referente musical en Asturias, sino como un símbolo social y educativo. Es decir, como un lugar donde muchos niños encontraron una oportunidad de formación y apertura a un horizonte profesional. Un espacio de movilidad social
Se quejan de que, a día de hoy, Covadonga “es un parque temático dónde se han reducido el número de misas y de actos de culto”
“Lamentable, una vergüenza”. Este parece el sentir unánime de la sociedad asturiana ante el cierre de la Escolanía de Covadonga, que tuvo lugar el pasado día 5 de julio. Según el abad del santuario, se cierra por falta de niños. “El número de niños es una burda excusa. Hay niños en Ucrania y en mil sitios más, que precisan de un proyecto vital... Lo único inexorable es la flébil/lamentable decisión, más allá de la realidad dibujada”, replica Guillermo Martínez, antiguo escolano, compositor de prestigio y organista de la Catedral de Oviedo hasta el 2022.
"Con gran pesar", el Cabildo ha indicado que esta decisión se ha tomado tras la observación, en los últimos años, del "progresivo declive que ha ido sufriendo este coro de voces blancas", reducido actualmente a siete niños internos, apoyados, en señaladas celebraciones litúrgicas, por cuatro externos y por antiguos escolanos.
"Han sido muy numerosos los intentos y las iniciativas que se han llevado a cabo en los últimos tiempos para dar a conocer la escolanía y la preciosa actividad de culto a la Virgen que se llevaba a cabo en el santuario, así como la completa educación musical que los escolanos recibían a lo largo del año", indicó el arzobispado en una nota de prensa.
Y el propio monseñor Sanz añadía: "La Escolanía la ha cerrado una circunstancia: la falta de niños que acudieran a continuarla. No se puede buscar motivos extraños fuera de este dato implacable". ¿Acusatio non petita...?
En su página de Facebook, los antiguos escolanos sostienen todo lo contrario. Guillermo Martínez, convertido en una especie de portavoz de los escolanos insiste: “Nos declaran una causa por perdida por la incompetencia de sus gestores y por intereses que nada tienen que ver con la oración, la educación y el arte”.
Y arremete contra monseñor Sanz, el máximo responsable del cierre: “Imperdonable Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo. Imperdonable Adolfo Mariño, Abad de Covadonga. Imperdonable el Cabildo de Covadonga e imperdonable los machacas que trajeron tan sórdida decisión... Habéis sido la parca de esta institución, así como de las incipientes carreras de sus niños, que dejaron sus hogares por vosotros, y habéis asestado una puñalada a nuestras ilusiones. Cantáis ‘Ubi caritas et amor Deus ibi est’, 'Donde hay caridad y amor allí está el Señor', pero aquí no hay ni lo uno ni lo otro”.
Para entender la indignación y el dolor de los antiguos escolanos, hay que tener en cuenta que se trata de una institución histórica en el Santuario con una profunda tradición socio-religiosa desde hace muchos años y que, con el paso del tiempo, se consolidó no solo como un referente musical en Asturias, sino como un símbolo social y educativo. Es decir, como un lugar donde muchos niños encontraron una oportunidad de formación y apertura a un horizonte profesional. Un espacio de movilidad social.
Como bien dicen los escolanos, “si todo en la iglesia se tuviese que guiar por los números, el cierre sería generalizado, empezando por el Seminario de Oviedo”. A su juicio, se trata de razones más profundas, porque esta misma problemática la comparten otras escolanías, como la de Montserrat en Barcelona, la de Virgen de los Desamparados en Valencia o la de San Lorenzo del Escorial en Madrid. La diferencia estriba en que éstas últimas se han esforzado en mantener y seguir adelante con su proyecto de futuro, buscando la mejor manera de gestionarlo. Covadonga, en cambio, echa el cierre, como dicen los escolanos, "por mala gestión y por falta de un proyecto de futuro”.
Por eso, los escolanos se quejan de que monseñor Sanz no ha entendido la relevancia nacional e internacional de Covadonga: “Desde el mismo momento en que llegó (2009), el arzobispo Sanz no ha sintonizado con la sociedad asturiana”.
Y se quejan de que, a día de hoy, Covadonga “es un parque temático dónde se han reducido el número de misas y de actos de culto”. Y añaden: “La presencia del clero en el santuario es mínima (abad y otro sacerdote canónigo). Los problemas actuales de gestión son enormes y Covadonga sólo suena por las llamativas homilías del arzobispo, que buscan la confrontación al más puro estilo camorrista. Homilías secundadas, a su vez, por el Abad y sus canónigos, llegando a dar cabida en el Santuario al inicio de campaña de VOX, y con comportamientos que hieren profundamente a la sociedad asturiana”.
La Escolanía de Covadonga, en efecto, no sólo cumple una excelente labor musical, sino que además está en el corazón de los asturianos. Sería una pena, pues, que la piedad y la dimensión social del Santuario se reduzcan simplemente a hacer negocio, algo que desnaturaliza el secular significado religioso de un lugar como Covadonga.
Como dice Guillermo Martínez, “cerrar además el colegio en mitad del verano, cuando nadie puede actuar, es muy cobarde. Dejar a sus trabajadores (padres de familia) en la calle de un día para otro es muy poco cristiano y contar embustes es pecado y carente de ética. Gracias por nada y que os quede bonito el seminario menor, hotel, ampliación de museo o lo que finalmente anheléis hacer con el edificio. Quienes han sido parte de esto tendrán siempre las manos sucias. ¡Que pena! A toda la gran familia de la EdC, tal como cantó Machado... "¡Conmigo váis, mi corazón os lleva!". A mis maestros allí... Gracias, gracias y gracias”.
Por su parte, Miguel Ángel Villarino, profesor de la Escolanía durante 28 años, lanza una invitación a todos los antiguos escolanos: “Por mi parte, el día 8 de Septiembre asistiré a la Santina, y deseo que seamos una masa considerable, aunque sea solo para cantar al final del culto el Himno de Covadonga y que quede grabado en las piedras de la Cueva el sentimiento de pena, que resuene por los años”.
Y otro escolano, Sergio Vázquez, actual director de la coral y la orquesta clásica de Arriondas, pide, al menos, una despedida con honores: “Le debo mucho a la Escolanía, a la institución y es una pena que termine cerrando. Espero que en la Novena a la Santina se le haga una despedida con honores como se merecen la Escolanía y el propio Santuario”.
Profundamente dolidos e indignados, los escolanos prometen seguir dando la batalla por el centro de sus amores y denunciar las auténticas razones comerciales y económicas que están detrás del cierre de la Escolanía por parte de las autoridades eclesiásticas.
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