La Iglesia llama a actuar ante la crisis demográfica y económica de la España vaciada "Por amor a nuestro pueblo": los obispos extremeños alzan la voz contra la despoblación

La Extremadura vaciada
La Extremadura vaciada

La misiva señala datos alarmantes: la región ha perdido habitantes a un ritmo de doce personas al día en la última década, y la emigración de jóvenes se ha convertido en un problema estructural. Además, la tasa de pobreza en Extremadura es la más alta de España, afectando especialmente a las mujeres rurales con escasas oportunidades laborales

"Nos sobrecoge la cantidad de casas semiderruidas o letreros que anuncian que están en venta. Por otra parte, podemos apreciar que donde, no hace muchos años todavía, había bancos, panaderías, ultramarinos, zapaterías y otros comercios, apenas queda hoy rastro de actividad laboral o comercial"

Los obispos de la Provincia Eclesiástica hacen un llamamiento a la sociedad y a las autoridades para afrontar la grave crisis demográfica que atraviesa la región. En una carta pastoral titulada “Por amor a nuestro pueblo”, los obispos Ernesto J. Brotóns Tena (Plasencia), Fr. José Rodríguez Carballo (Mérida-Badajoz) y Jesús Pulido Arriero (Coria-Cáceres) han alertado sobre la progresiva despoblación de Extremadura y han instado a una acción política decidida para revertir esta situación.

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La misiva señala datos alarmantes: la región ha perdido habitantes a un ritmo de doce personas al día en la última década, y la emigración de jóvenes se ha convertido en un problema estructural. Además, la tasa de pobreza en Extremadura es la más alta de España, afectando especialmente a las mujeres rurales con escasas oportunidades laborales. Y describen otros problemas: “La escasa industria, la realidad de nuestras comunicaciones a menudo deficientes, del tren rápido que no acaba de llegar, de los nuevos megaproyectos que dañan nuestro medio ambiente y eliminan posibilidades de desarrollo”.

Por amor a tu pueblo

En el documento, los obispos describen con preocupación la realidad de muchos pueblos: Nos sobrecoge la cantidad de casas semiderruidas o letreros que anuncian que están en venta. Por otra parte, podemos apreciar que donde, no hace muchos años todavía, había bancos, panaderías, ultramarinos, zapaterías y otros comercios, apenas queda hoy rastro de actividad laboral o comercial.” A esta crisis demográfica y económica se suma la falta de servicios esenciales, como una sanidad insuficiente en muchas zonas rurales. Los obispos denuncian que: “No todos los días hay atención médica en los consultorios de los pueblos pequeños que comparten personal sanitario.”

Sin embargo, también se destacan signos de esperanza, como el regreso de familias atraídas por la calidad de vida y la solidaridad que caracteriza a la comunidad.

Obispos de Extremadura

La Iglesia llama a mantener la esperanza: “Esa esperanza nos sostiene y nos mantiene en movimiento, capacitándonos para superar la tentación de permanecer paralizados”;  y actuar contra la despoblación: ante la crisis demográfica y económica de la España vaciada, los obispos destacan la importancia de la esperanza como motor de cambio y subrayan la necesidad de no permanecer inmóviles ante los desafíos que amenazan el futuro del medio rural.

Un gesto simbólico para la sensibilización

Como parte de esta iniciativa, los obispos han convocado un acto simbólico: el lunes 31 de marzo, a las 13:00 horas, las campanas de todas las parroquias de la provincia eclesiástica sonarán simultáneamente en señal de alerta por la “Extremadura vaciada”. Asimismo, en las celebraciones del sábado 30 se incluirán oraciones y reflexiones sobre esta realidad.

Los obispos concluyen su mensaje con un llamado a la unidad y la esperanza: “Cuantos formamos parte de la Iglesia (…) no podemos quedar insensibles”

Los obispos reafirman su compromiso con el bienestar de su pueblo y hacen un llamamiento a la acción conjunta de las autoridades y la sociedad para enfrentar este desafío.

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