Curso Cebitepal 'Miradas interdisciplinarias y alternativas al aborto' María Clara Bingemer: "Las mujeres pobres son la primeras y mayores víctimas del aborto"

(ADN Celam).- Entrevistamos para ADN Celam a la Dra. María Clara Bingemer, teóloga y académica de reconocimiento internacional, que forma parte del cuerpo docente del Curso organizado por el Cebitepal “Ética del Inicio de la Vida – Miradas interdisciplinarias y alternativas al aborto”, que se inicia el 20 de abril.

-¿De qué se trata este Curso sobre “Ética del Inicio de la Vida – Miradas interdisciplinarias y alternativas al aborto” y cuál es tu rol en él?

-Se trata de dar una visión desde adentro de la Iglesia pero en diálogo con miradas de otras ciencias y también mirando a la sociedad: sus preguntas, sus perplejidades, sus angustias. Sobre todo mirando a las mujeres, diría yo.

El inicio de la vida fue puesto en la cuenta de las mujeres y ahí quedó. Los hombres no se sienten responsables por los hijos que hacen, por su nacimiento y su crecimiento. Eso pasa cuando la mujer está embarazada: es dejada sola con su embarazo y muchas veces recurre al aborto que, muchas veces, la mata o incapacita para tener otros hijos. Pero también con los hijos ya nacidos, que muchas veces son criados por la madre, una vez que el padre se fue con otra mujer para hacer otra vida y, muchas veces, otra familia.

Entonces este curso tendría, entre otros, este objetivo. Después sería presentar una visión bien fundamentada desde las distintas disciplinas para dar un panorama más firme sobre esta cuestión que es tan delicada. Ahí tendremos personas del área jurídica, médica, de las ciencias sociales, la filosofía y la teología.

-¿Desde qué disciplina analizas tú el tema del inicio de la vida en este Curso? ¿O lo haces de modo interdisciplinario?

-Intento hacerlo desde una teología que tiene la mirada del género. Desde la mujer que soy, pero también desde las mujeres pobres que son la primeras y mayores víctimas del aborto. Como dice Ivone Gebara, la sociedad en que vivimos es abortiva y empuja las mujeres pobres al aborto porque no las ayuda en nada, sobre todo a encontrar otras soluciones —como el dar en adopción al niño que nace—  que podrían evitar un aborto que acaba dándose por fuerza de la desesperación en que se encuentra la mujer. Para eso me apoyo en la mística estadunidense Dorothy Day, que pasó por esa experiencia y enseña mucho con sus relatos.

-¿Por qué volvemos una y otra vez a hablar de aborto, y se renuevan las polémicas encendidas y los debates radicalizados? ¿Por qué nos cuesta tanto ponernos de acuerdo? 

-Porque es un tema bien delicado. Canónicamente envuelve una excomunión “automática”, “latae sententia”, lo que me parece que es bien injusto que recaiga sobre la mujer y sobre el médico… ¿Y no sobre el hombre que hizo el hijo? También porque hay teorías feministas hoy que no aceptan ese control masculino y de poder sobre el cuerpo de la mujer. Estas son protagonistas en ese debate y muchas veces sobre su radicalización. También juega el argumento jurídico que distingue liberación del aborto de descriminalización. Son cosas diferentes. Donde se aprobó la descriminalización, hubo menos muertes de mujeres, lo que es una ganancia importante.

Está la cuestión del cuerpo de la mujer: mi cuerpo, mis decisiones. Está bien, de acuerdo. Pero está también el cuerpo del otro que no puede reivindicar sus derechos, aunque los tenga. Y también la cuestión sobre la vida de la madre: a veces hay que hacer una elección, o la madre o el hijo. Es una cuestión ética que ya fue objeto incluso de novelas y películas.

Por todo eso, creo que es tan difícil ponerse de acuerdo. A mi entender, la Iglesia tiene que escuchar más las mujeres, responsabilizar más a los hombres y no tirar sobre los hombros de unos y otros unas consignas rígidas que son difíciles de cumplir si no se tiene el fundamento, la razón y el sentido de su existencia.

-María Clara, uno de los puntos en los que entramos en conflicto grave cuando hablamos de aborto es la determinación del inicio de la vida. ¿La mirada de fe sobre el comienzo de la vida humana entra en contradicción con la mirada científica?

-Sí. La ciencia argumenta que no empieza todo solamente en la fecundación, sino cuando está completa la nidación que son seis semanas.  Ahí existe vida humana, antes todavía no. Esto está presente incluso en algunos escritores eclesiásticos, como el mismo Santo Tomás. Pero para la mirada de fe, desde el inicio es un ser humano. Eso llevó a especulaciones un tanto casuísticas de la moral católica, que iban hasta antes de la cópula entre la pareja humana, hasta la masturbación que podría matar millones de seres humanos. 

Entonces no creo que haya contradicción entre fe y ciencia. Puede haber una armonía, pero este argumento que en la fecundación ya hay vida humana, desconociendo el argumento de la nidación me parece marcado por un patriarcalismo que desconsidera los ritmos y la corporeidad femenina. Todo no empieza y acaba en la eyaculación del hombre: este espermatozoide tiene que “nidarse” (una bella palabra) en un útero femenino. Considerar vida humana cuando esto se da tiene todo sentido.

Como el discurso eclesiástico está marcado por mucho patriarcalismo a lo largo de la historia, creo que tendría que ser revisado, incluso hay científicos católicos que lo hacen.

-Si extendemos un mapamundi, la aprobación de leyes que autorizan el aborto avanza como una mancha de aceite, parafraseando al Papa Benedicto XVI cuando habló de drogas. ¿Cómo ves a Nuestramérica en este aspecto?

-Sí, la cosa avanza. Argentina aprobó, Brasil, etc. Creo que es como el divorcio: luchar contra su existencia es luchar contra la ley de la gravedad. Acá también. En tesis, la descriminalización podría ayudar a que las mujeres que no tienen una mirada de fe y quieren recurrir al aborto podrían al menos tener un recurso a condiciones mejores, que atentaría menos contra sus vidas. En todo caso, creo también que ampliar la información sobre la posibilidad de la adopción sería igualmente fantástico. Hay colas de parejas que quieren adoptar. Es un crimen no reforzar la adopción como una salida para jóvenes madres que no pueden educar a sus hijos.

Este Curso se dicta del miércoles 20 al viernes 22 y del lunes 25 al jueves 28 de abril
De 5:30 a 7:00 p.m. hora de Colombia
Modalidad: Virtual Sincrónico
Para ampliar información:

cebitepalencontacto@celam.org
WhatsApp +57 3226800541

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