El economista clausura el III Congreso sobre Hambre y Pobreza de la UCV Stefano Zamagni: “Los paraísos fiscales son estructuras de pecado"
Los líderes religiosos, los famosos más influyentes o las asociaciones internacionales tienen un papel muy importante en la defensa de los alimentos transgénicos”
Cardenal Cañizares: “¿Para qué queremos la universidad? Para formar personas que se inclinan ante sus hermanos más vulnerables”
| UCV
El prestigioso economista italiano Stefano Zamagni, profesor de la Universidad de Bolonia y de la Universidad John Hopkins (EE. UU), además de presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, ha participado en el III Congreso sobre Hambre y Pobreza de la UCV señalando como “estructuras de pecado” a los paraísos fiscales: “Como señala el magisterio de la Iglesia, además de los pecados personales, existe el pecado en las instituciones. Se trata de estructuras de pecado que no dan la posibilidad al ser humano de hacer el bien, y los paraísos fiscales son un ejemplo muy práctico de ello”.
“Nacidos fruto de una decisión de los países del G8 hace unos cuarenta años con el objetivo de que las grandes corporaciones depositen en esos lugares sus ganancias y se eviten pagar impuestos. Cuando un economista dice que los paraísos fiscales son fundamentales dentro de la actividad financiera está mintiendo, es vergonzoso. No existían antes”, ha lamentado.
Otro ejemplo de estructuras de pecado en la economía mundial para Zamagni son los ‘land grabbing’ o contratos de tierras: “La ONU normalizó esto hace 28 años, pero es una vergüenza. Hay que ver lo que está pasando en América del Sur y África con esos contratos, gracias a los que algunos países obtienen el permiso de explotar territorios de otras naciones, pero no para aumentar la tasa de desarrollo de estos, sino para obtener recursos para sí mismos”.
Dar paso a una economía del cuidado
Transformar estas y otras “estructuras de pecado” es una de las tres propuestas de Zamagni para poner solución a las “vulnerabilidades económicas, sanitarias y espirituales” de la actual estructura de la economía global, “desveladas por la pandemia”. La más importante de ellas sería la introducción del concepto de “economía del cuidado”.
“En economía existe la metáfora del ‘homo economicus’. El hombre utilitarista se pregunta por qué debe preocuparse de las generaciones futuras. Sólo si se pasa del ‘homo economicus’ al ‘homo curans’, si se llega a la economía del cuidado de la que habla Francisco en Fratelli tutti podremos cambiar las cosas. el principio de fraternidad que expone el papa nos dice a cada uno que, es cierto, debemos actuar en nuestro propio interés, pero de una manera que también ayude a los demás, que favorezca al bien común. Como puede sospecharse, las consecuencias políticas de esto son enormes”, ha remarcado.
Por otro lado, el presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales ha lamentado que “no se hable” de la “vulnerabilidad espiritual” de la estructura económica global. Según Zamagni, hoy existe una “escasez” de bienes relacionales y comunes, y la consecuencia de ello es que la felicidad está “en claro descenso” en las sociedades modernas: “La tasa de suicidios en Estados Unidos, por ejemplo, el país más avanzado del mundo, aumenta cada año, también la venta de psicofármacos, el consumo de drogas, los divorcios y las separaciones; ¡el 42% de los homicidios de todo el mundo ocurren en EE. UU.! Todo ello muestra que no hay una correlación positiva entre riqueza y felicidad”.
Richard Roberts: “Los líderes religiosos, los famosos más influyentes, las asociaciones internacionales tienen un papel muy importante en la defensa de los alimentos transgénicos”
El investigador Richard J. Roberts, cuyos descubrimientos en la estructura del ADN fueron reconocidos con el Nobel de Fisiología y Medicina en 1993, ha impartido también una conferencia en el encuentro internacional de la UCV. En su intervención, Roberts ha asegurado que “la sociedad civil tiene un papel muy importante en el apoyo a los alimentos transgénicos”.
“Los líderes religiosos más importantes, los famosos más influyentes a nivel mundial, los grupos y asociaciones internacionales que fomenten valores éticos, la paz, la lucha contra el hambre y la pobreza; todos ellos deben alzar la voz y defender la bondad de los transgénicos. Y no sólo en lo referente a estos, sino también a las vacunas, por ejemplo”, ha expuesto.
Los productos transgénicos son “totalmente seguros”, ha recordado Roberts: “Todas las asociaciones científicas profesionales señalan que no hay ninguna razón para preocuparse por los transgénicos: el método es más seguro, quizás, que los usado de manera tradicional para mejorar los cultivos”.
Cardenal Cañizares: “¿Para qué queremos la universidad? Para formar personas que se inclinan ante sus hermanos más vulnerables”
El cardenal arzobispo de valencia, Antonio Cañizares, ha propuesto a la UCV “estar todavía más abierta a ayudar a los países del tercer mundo para que tantas necesidades de alimentación, salud y educación puedan encontrar una respuesta. Hoy en día las universidades se especializan: que la UCV tenga este reto y originalidad. Si no, ¿para qué queremos la universidad? Para formar personas que se inclinan ante sus hermanos más vulnerables”.
“Lo que hemos escuchado durante estos días es lo que debe hacer una universidad y cada uno de nosotros: erradicar el hambre en el mundo. Es posible: alimentos hay, personas necesitadas, hay; corazones capaces de amar, hay. Hagamos lo que hizo el buen samaritano”, ha argüido el gran canciller.
“¡Nada de teorías, a la práctica! Que las instituciones nos pongamos al servicio de la herida principal que hay en la humanidad. La humanidad tiene hambre de alimentos, hambre del conocimiento y de educación. La universidad puede ayudar a paliarlo”, ha subrayado Cañizares.
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