Bergoglio quiere seguir viajando, e influyendo, en los líderes mundiales Aviso a navegantes: el Papa sigue en la brecha
Un Bergoglio fuerte, que sigue en la brecha, mal que les pese a los 'católicos fetén' que quisieran que el 'Papa antiespañol', populista, comunista... abandonara
Llamando a los líderes políticos a 'hacérselo mirar': a no seguir la tesis del gatopardismo: cambiarlo todo para que todo siga igual. Porque las recetas de siempre ya no valen en el mundo que trata de salir de la pandemia
Francisco es el único líder global para un planeta que está a punto de explotar por los bordes
Francisco es el único líder global para un planeta que está a punto de explotar por los bordes
Magnífica la conversación que nuestro corresponsal, Hernán Reyes Alcaide, ha mantenido con el Papa Francisco, y que ofrecemos en exclusiva, en RD. Por lo que dice, y por cómo lo dice. Y por lo que representa. Un Bergoglio fuerte, que sigue en la brecha, mal que les pese a los 'católicos fetén' que quisieran que el 'Papa antiespañol', populista, comunista... abandonara.
Nada más lejos de la realidad: Bergoglio sigue en la brecha. Mandando, y con ganas de seguir viajando (anuncia viajes que otros habían descartado: ojo al efecto de su visita a Lesbos), y llevando su mensaje, que no es otro que el del Evangelio, a todos los rincones de la Tierra. El Papa que sirve, el que no olvida el mandato del cónclave: "No te olvides de los pobres".
Y llamando a los líderes políticos a 'hacérselo mirar': a no seguir la tesis del gatopardismo: cambiarlo todo para que todo siga igual. Porque las recetas de siempre ya no valen en el mundo que trata de salir de la pandemia. Un mundo sin líderes, que acaba de perder a una de ellas, Angela Merkel, a quien Francisco agradece su trabajo, y que cuenta con el primer Papa latinoamericano y jesuita de la historia como el único líder global para un planeta que está a punto de explotar por los bordes.
Francisco, pese a todo, ofrece esperanza. Y lo hace a raudales, consciente de las dificultades, de los enemigos y del odio que genera. Pero también de que en la barca, en esta bendita barca mundial, estamos todos. Y que nos salvamos todos, o todos pereceremos. Desde RD, al menos, estamos dándole al remo. Con el Papa. Con el Evangelio de Jesús. Donde siempre hemos estado. ¿Nos acompañas?
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