103- "Diccionario Griego-Español del Nuevo Testamento". Fascículo 3.
Hoy escribe Antonio Piñero
Hace un cierto tiempo que tengo sobre mi mesa el fascículo número 3 de esta obra, sobre la que –creo- no he escrito todavía en el blog. Me parece interesante comentarla ahora porque se trata de una empresa importante, e interesantísima para los estudios del Nuevo Testamento, que quizá muchos no conozcan. Su ficha es
Diccionario Griego-Español del Nuevo Testamento (DGENT). Análisis semántico de los vocablos. Fascículo 3, anthístemi-apóleia. Cátedra de Filología Griega. Ediciones El Almendro, Córdoba, 2007, columnas 595-994. ISBN: 978-84-8005-046-3 (obra completa) y 978-84-8005-109-5 (fascículo 3).
No es éste un diccionario corriente, sino que cada lema -aquí por ejemplo comenzando por el vocablo anthístemi, que aparece 14 veces en el Nuevo Testamento- no aparece simplemente traducido como en los otros diccionarios, es decir, no se ofrece solamente los correspondientes significados en español según los contextos, sino que
a) se analiza el vocablo según su contenido semántico (de significado), y
b) se ofrece una definición del significado básico del que pueden deducirse otros análogos.
Creo que la mejor ilustración es un ejemplo, para lo que utilizamos el vocablo arriba mencionado, que abre el fascículo, anthístemi.
1. Viene primero una descripción, por así decirlo, externa: se trata de un lexema (“lo que conlleva un significado”) que denota una acción = un hecho, y una oposición = una relación con alguien y algo. El vocablo connota un agente, personal, que actúa en contra u oposición de algo.
2. A continuación se procede a un análisis del lexema en todos los casos en los que aparece en el Nuevo Testamento y se indaga su “fórmula semántica”.
Es éste un paso teórico prescindible para el usuario corriente, que puede atenerse simplemente a los resultados. Pero teóricamente no es prescindible, ya que hasta ahora en prácticamente todos los diccionarios los diversos significados se ofrecían al lector “porque sí”, por los análisis de los que componía el diccionario, o por los análisis de otros autores en los que se apoyaban. Pero no se manifestaba cómo procedía el análisis.
En el caso presente se ofrece al lector el proceso cómo se desarrolla este análisis de significado (“semántico”; en griego el verbo semaíno tiene el sentido de “señalar”, “indicar”, “significar”), para que pueda ser verificado, corregido, rechazado o aceptado.
La base de este análisis son dos obras de Juan Mateos y Jesús Peláez, Método de análisis semántico aplicado al griego del Nuevo Testamento y Metodología del Diccionario Griego-Español del Nuevo Testamento, respectivamente, publicadas en Editorial El Almendro, de Córdoba en 1989 y 1996 (1ª edición).
3. Sobre este análisis se ofrece la “definición” del significado del lexema que se estudia. En concreto: anthístemi significa “tratar de impedir (lo que connota un ‘hecho’ y una ‘relación’) que alguien (una entidad o persona) realice una acción(un ‘hecho’ también)”.
Como digo, el usuario normal puede prescindir de este análisis, que repito no puede ni debe obviarse, porque de lo contrario el “nuevo” diccionario sería como los demás; no aportaría casi nada.
4. Después se ofrece una traducción al español (después de transcribir el texto griego comúnmente aceptado, que suele ser el de la edición 27 Nestle-Aland) de los pasajes del Nuevo Testamento más importantes.
En este caso, en el presente artículo o lema, de las catorce apariciones en el Nuevo Testamento aparecen traducidas doce, distinguiendo claramente si el término al que se opone la acción es la divinidad, los demonios o una persona humana.
Por ejemplo: Rom 9,19 se traduce “¿Quién puede resistir su voluntad?”; Mt 5,39: “Pues yo os digo: no hagáis frente al malvado”; y Hch 13,8: “Pero les hacía la contra Elimas”.
Como puede observarse, una vez que esté terminado el diccionario, tomándola de las citas estudiadas, se puede construir una traducción prácticamente completa del Nuevo Testamento.
La tarea de realización de este diccionario es titánica, y sólo puede hacerla un grupo, el “Grupo de análisis semántico de Córdoba”, y trabajando durante muchos años. La empresa fue iniciada por el fallecido Juan Mateos (el conocido autor del Nuevo Testamento en la edición de Cristiandad y el autor, entre otros muchos libros del Comentario al Evangelio de Marcos, cuyo segundo volumen hemos comentado en este blog) y ahora lo continúa el Dr. Jesús Peláez, catedrático de Filología Griega de la Universidad de Córdoba y especialista en lengua y literatura del cristianismo primitivo. Es el fundador y director también de la prestigiosa revista Filología Neotestamentaria.
El grupo GASCO está compuesto por los siguientes investigadores: Lourdes Arroyo, Luis Domingo, Lourdes García, Pope Godoy, Rufino Godoy, José I. Fernández, Juan Guillén, Marta Merino, Israel Muñoz, Lautaro Roig y Dámaris Romero, todos doctores o licenciados en Filología Bíblica Trilingüe, Clásica o Teología. Y creo que ocasionalmente colabora también con el grupo la profesora del Departamento de Griego, Carmen Padilla.
Sólo me queda desearle al director y a su grupo un fructífero trabajo y que lleven a feliz término esta tarea verdaderamente hercúlea.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com
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