Mensajes de la Iglesia católica en la actual crisis colombiana Carta abierta al papa Francisco sobre la crisis en Colombia

FRancisco y el Cristo manco de Colombia
FRancisco y el Cristo manco de Colombia

"Deseo expresar mi preocupación por las tensiones y los violentos enfrentamientos en  Colombia, que han provocado muertos y heridos. Son muchos los colombianos que están aquí: oremos por vuestra patria"

"¡Qué decepción! Esperé 12 días para escuchar de su santidad el llamado a la negociación entre el gobierno nacional y los líderes del paro"

"Algo de decepción tendrá usted al ver que dos de las naciones visitadas ese 2017, Myanmar y Colombia, se debaten ahora en una crisis política y social"

"La manera más adecuada de situarse ante el conflicto es aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso"

FRANCISCO Y CRISTO DE BOJAYA

Querido papa Francisco:

Hoy domingo 9 de mayo 2021, en horas de la madrugada me alisté para seguir desde Colombia el ángelus dominical en el que esperaba sin duda su mensaje claro y contundente respecto a la situación que atraviesa mi país. La televisión comenzó a mostrar a los peregrinos poco a poco más numerosos en la plaza de san Pedro por la progresiva superación de la pandemia de Covid 19 en Italia. Banderas de Colombia levantadas al revés se unían como una larga cinta que la comentarista internacional de la RAI no supo interpretar. Detrás de ese tricolor rojo, azul y amarillo, pocas banderas también de Colombia eran llevadas al derecho, pero sin unirse a las anteriores. Allí, pensé, se refleja lo que está viviendo mi país. Todos pedimos su ayuda aunque no todos en el mismo sentido. Mientras unos reclaman, mayoritariamente, una negociación que permita cambios estructurales, otros sostienen el statu quo y esperan la pronta pacificación. Qué difícil su situación santo padre, ser llamado como juez, una autoridad por todos reconocida por encima de las partes.

REGINA CAELI 9 MAYO 2021

Entonces, usted apareció en el balcón de la biblioteca vaticana comentando el evangelio del VI domingo de pascua (Jn 15,9-17), “Amar como ama Jesús significa ponerse al servicio, al servicio de los hermanos, tal como hizo Él al lavar los pies de los discípulos. Significa también salir de uno mismo, desprenderse de las propias seguridades humanas, de las comodidades mundanas, para abrirse a los demás, especialmente a quienes tienen más necesidad”.

Luego vino el Regina Caeli y el elenco de los conflictos en el mundo que muestran el ejemplo inverso a lo que usted explicaba sobre el verdadero amor; Jerusalén, Kabul; finalmente, Colombia. Sus palabras fueron: “Además, deseo expresar mi preocupación por las tensiones y los violentos enfrentamientos en  Colombia, que han provocado muertos y heridos. Son muchos los colombianos que están aquí: oremos por vuestra patria”.

COLOMBIANOS EN PLAZA SAN PEDRO 9 MAYO 2021

Y continuó sus saludos mencionando al nuevo beato “Rosario Angelo Livatino, mártir de la justicia y de la fe”. Antes de despedirse saludó a las personas que padecen fibromialgia. También un saludo especial a las madres en su día: “¡Y no pueden faltar las mamás! En este domingo, en numerosos países se celebra la fiesta de la mamá. Saludamos a todas las mamás del mundo, incluso a aquellas que ya no están. ¡Un aplauso a las mamás!”. Finalmente, como lo hace habitualmente pidió a todos continuar orando por usted.

PLAZA SAN PEDRO 9 MAYO 2021

Terminado el rezo del Regina Caeli, le confieso mi primera reacción ante su discurso: “¡Qué decepción! Esperé 12 días para escuchar de su santidad el llamado a la negociación entre el gobierno nacional y los líderes del paro. Menos mal, se refirió al menos a la crisis actual que vive Colombia, pero con sólo dos renglones que duraron 15 segundos de la transmisión televisiva.

Con el pasar del día he seguido reflexionando en sus palabras y recordé también el pasaje de Hch 1, 11, después de la ascensión del Señor, “Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este que os ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá así tal como le habéis visto subir al cielo.», y pensé, que no podemos esperar la solución de nuestros problemas desde el exterior mirando al cielo o a su ventana. La solución no puede ser Deus ex machina.

FRANCISCO Y PASTORA MIRA GARCÍA

Entendí entonces que sus palabras sobre Colombia fueron precisas y prudentes: su “preocupación por las tensiones y los violentos enfrentamientos en  Colombia, que han provocado muertos y heridos”. Consuela saber que usted sigue los acontecimientos de esta parte del mundo sopesando la veracidad o parcialidad de las fuentes; también que por su invitación muchos seguirán orando por el país desde todos los rincones del mundo.

Santidad, al escuchar su reflexión de esta mañana me había concentrado en el saludo que regalaría a los colombianos. Ahora que lo pienso mejor, su explicación del evangelio del domingo puede ser el principio de solución para el actual conflicto colombiano y para los demás conflictos en el mundo siguiendo el ejemplo de Jesús: “ponerse al servicio de los hermanos; desprenderse de las propias seguridades humanas, de las comodidades mundanas, para abrirse a los demás, especialmente a quienes tienen más necesidad; decir no a otros “amores” que el mundo nos propone: amor al dinero, amor al éxito, a la vanidad, al poder… Estos caminos nos llevan a ser cada vez más egoístas, narcisistas, prepotentes”. También el ejemplo que propuso al mundo del beato: Rosario Angelo Livatino que en “su servicio a la colectividad como juez integérrimo nunca se dejó corromper, se esforzó por juzgar no para condenar, sino para redimir. Su trabajo lo ponía siempre “bajo la tutela de Dios”. Recomendaciones todas, que si se ponen en práctica en Colombia y en el mundo ayudarían a gestionar mejor los conflictos y a practicar la verdadera política.

FRANCISCO EN CARTAGENA

También recordé que hace casi 4 años usted, papa Francisco, visitó nuestro país y que habló a toda la población sin distinción de credo, raza, sexo o estrato social. Sus mensajes claros y contundentes fueron aplaudidos por la mayoría de nosotros. Algo de decepción tendrá usted al ver que dos de las naciones visitadas ese 2017, Myanmar y Colombia, se debaten ahora en una crisis política y social. Sin embargo, la semilla regada en esas tierras está dando fruto en la construcción de naciones más solidarias a pesar de la oscuridad de estos días. Tal vez, ahora estamos comprendiendo sus enseñanzas de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium del 2013:

“Para avanzar en esta construcción de un pueblo en paz, justicia y fraternidad, hay cuatro principios relacionados con tensiones bipolares propias de toda realidad social. Brotan de los grandes postulados de la Doctrina Social de la Iglesia, los cuales constituyen «el primer y fundamental parámetro de referencia para la interpretación y la valoración de los fenómenos sociales»” (EG 221). Permítame recordar sólo dos:

El tiempo es superior al espacio, “Este principio permite trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos. Ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles y adversas, o los cambios de planes que impone el dinamismo de la realidad. Es una invitación a asumir la tensión entre plenitud y límite, otorgando prioridad al tiempo. Uno de los pecados que a veces se advierten en la actividad sociopolítica consiste en privilegiar los espacios de poder en lugar de los tiempos de los procesos” (EG 222).

FRANCISCO EN COLOMBIA 2

La unidad prevalece sobre el conflicto: “El conflicto no puede ser ignorado o disimulado. Ha de ser asumido. Pero si quedamos atrapados en él, perdemos perspectivas, los horizontes se limitan y la realidad misma queda fragmentada. Cuando nos detenemos en la coyuntura conflictiva, perdemos el sentido de la unidad profunda de la realidad. (EG 226). “Ante el conflicto, algunos simplemente lo miran y siguen adelante como si nada pasara, se lavan las manos para poder continuar con su vida. Otros entran de tal manera en el conflicto que quedan prisioneros, pierden horizontes, proyectan en las instituciones las propias confusiones e insatisfacciones y así la unidad se vuelve imposible. Pero hay una tercera manera, la más adecuada, de situarse ante el conflicto. Es aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso. «¡Felices los que trabajan por la paz!» (Mt 5,9)” (EG 227). “El anuncio de paz no es el de una paz negociada, sino la convicción de que la unidad del Espíritu armoniza todas las diversidades. Supera cualquier conflicto en una nueva y prometedora síntesis. La diversidad es bella cuando acepta entrar constantemente en un proceso de reconciliación, hasta sellar una especie de pacto cultural que haga emerger una «diversidad reconciliada»” (EG 230).

Gracias Francisco, porque en todo su magisterio está regalando continuamente las pautas para construir sobre roca una sociedad más humana y solidaria. En el caso de la sociedad colombiana, líderes de todos los sectores podemos encontrar en sus mensajes y escritos los principios que se fundamentan en el Evangelio y que han sido asimilados en su experiencia personal.

FRANCISCO EN COLOMBIA 1

Tenemos que recordar los mensajes durante su visita apostólica a nuestro país del 6 al 11 de septiembre de 2017. Baste recordar un apartado de su saludo a las autoridades, el cuerpo diplomático y algunos representantes de la sociedad civil en Bogotá:

“El lema de este País dice: «Libertad y Orden». En estas dos palabras se encierra toda una enseñanza. Los ciudadanos deben ser valorados en su libertad y protegidos por un orden estable. No es la ley del más fuerte, sino la fuerza de la ley, la que es aprobada por todos, quien rige la convivencia pacífica. Se necesitan leyes justas que puedan garantizar esa armonía y ayudar a superar los conflictos que han desgarrado esta Nación por décadas; leyes que no nacen de la exigencia pragmática de ordenar la sociedad sino del deseo de resolver las causas estructurales de la pobreza que generan exclusión y violencia. Sólo así se sana de una enfermedad que vuelve frágil e indigna a la sociedad y siempre la deja a las puertas de nuevas crisis. No olvidemos que la inequidad es la raíz de los males sociales (EG 202).

PROTESTAS EN COLOMBIA ANSA

Les pido que escuchen a los pobres, a los que sufren. Mírenlos a los ojos y déjense interrogar en todo momento por sus rostros surcados de dolor y sus manos suplicantes. En ellos se aprenden verdaderas lecciones de vida y de humanidad, de dignidad. Porque ellos, que entre cadenas gimen, sí que comprenden las palabras del que murió en la cruz —como dice la letra de vuestro himno nacional”.[1]

Ojalá, el gobierno nacional y los líderes del paro inicien pronto una negociación que favorezca los intereses de todos los colombianos. Los jóvenes en las calles y diversos sectores del pueblo colombiano están haciendo lío, como usted les ha invitado hacer. Otros, deslegitiman el derecho constitucional a la protesta recurriendo al asesinato y al vandalismo.

Seguiremos orando por usted y agradecemos su preocupación y su oración por Colombia.

[1] https://www.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2017/september/documents/papa-francesco_20170907_viaggioapostolico-colombia-autorita.html

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