Albert Vanhoye (1923-2021), todo un maestro
| X. Pikaza
Acaba de morir (29.7.2021), casi centenario. Ha aparecido una breve noticia de su vida en RD. Fue mi profesor (1969-1971) y director de tesis doctoral "frustrada" (1982-1984). Recojo en esta postal la semblanza de su obra,que publicada en mi Diccionario de Pensadores Cristianos. Añado una breve nota posterior.
A. Vanhoye ha sido un Biblista católico francés de la Compañía de Jesús, luego Cardenal de la Iglesia . Estudió teología Escolastica en Enghien (1951-1955) y Sagrada Escritura en Pontificio Instituto Bíblico de Roma, donde se doctoró el año 1963. Ha sido profesor de exégesis del Nuevo Testamento en el escolasticado jesuita de Chantilly (1959-1962) en el Pontificio Instituto Bíblico, Roma, desde 1963.
Decano del instituto Bíblico de 1969 a 1990, donde se ha especializado en el análisis literario y redaccional de textos bíblicos, en una línea cercana al estructuralismo. Era un profesor exquisito, por su claridad, por su precisión, su amor al texto como tal. Muchos aprendimos a conocer mejor la Biblia con su ayuda. Yo le estoy especialmente agradecido.
Más que estructuralista en sentido técnico era cuidadoso y preciso en el análisis de la estructura de los textos, muy interesado por la composición literaria de los libros bíblico, por su ritmo interno, por la unidad sincrónica de su pensamiento que por el proceso diacrónico de su elaboración y surgimiento.
Le interesaba la retórica de los textos, en el sentido más hondo del término, los giros de lenguaje (especialmente reflejados en las repeticiones, paralelismos, quiasmos...). Estaba convencido de que el pensamiento se expresa en la misma dinámica literaria de los argumentos y nos ayudó a seguir y precisar mejor esa dinámica.
De esa forma nos enseñó a leer muchos de la Biblia, especialmente las cartas de Pablo y Hebreos, insistiendo en su pensamiento de conjunto... Así le recordamos como maestro, y a él debemos mucho de lo que sabemos.
Ha analizado con enorme precisión el sentido del “sacerdocio-sacrificio” en la "carta-discurso" a los Hebreos, con lo que ello ha implicado y sigue implicando para la visión y estructura de la Iglesia como “pueblo sacerdotal”, desde la perspectiva del Sacerdocio Común de todos los cristianos y desde la función específica de los ministerios. Por él sé lo que puedo saber, por ejemplo, de 1-2 Cor. Eso es algo que nunca le podré agradecer lo suficiente.
Pasando a sus cargos diré que ha sido miembro de la Pontificia Comisión Bíblica de 1984 a 2001 secretario de dicha comisión de 1990 a 2001, siendo nombrado cardenal el año 2006 por expresa voluntad de Benedicto XVI. Ente sus libros destacan: La structure littéraire de l’épître aux Hébreux (Tournai 1963); Situation du Christ. Hébreux 1–2 (Paris 1969); La lettre aux Hébreux: Jésus-Christ, médiateur d'une nouvelle alliance (Paris 2002). Entre los traducidos al castellano cf: El mensaje de la carta a los Hebreos (VD, Estella 1990); Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo según el Nuevo Testamento (Sígueme, Salamanca 1992).
Pero más que sus libros nos ha interesado a muchos su magisterio directo, la precisión y cuidado con la que leía nuestros trabajos, anotando, corrigiendo, insinuado nuevos caminos de comprensión de los textos, con respeto, con sencillez, con cercanía respetuosa.
Somos muchos los que pensamos que él no ha dicho la última palabra sobre esos temas, pero sus trabajos han abierto un camino y siguen siendo imprescindibles para una compresión exegética y teológica (eclesial) de la problemática de fondo de los ministerios y de la estructura sacerdotal del conjunto de la iglesia.
El dirigió mi “tesina” (trabajo de fin de carrera) en el Instituto Bíblico de Roma (1972), y desde entonces mantuvimos una relación no muy extensa pero estable en el campo académico. Le presenté mi proyecto de “tesis doctoral” sobre Mt 25 (Hermanos de Jesús y servidores de los más pequeños en Mt 25, 31-46). Siguió con muchísima profesionalidad mi estudio sobre el tema,respondiendo siempre a mis aportaciones y pregunta con inmenso rigor, con su letra pequeña y muy precisa (siempre a mano).
A primeros del año 1984 yo había culminado básicamente el trabajo. Me rogó que introdujera ciertas correcciones de estilo y que precisara algunos argumentos, cosa que yo acepte sin más. Con esas precisiones me dijo podía mandar mi trabajo para la defensa como Tesis doctoral(pues los restantes requisitos académicos habían quedado resueltos").
Pero en la primavera de ese año me negaron el “nihil obstat” para enseñar en una Facultad de Teología Católica, como la de Salamanca. Eso no implicaba prohibición de defender la tesis, sino quizá todo lo contrario, un estímulo para ello. Pero lo consulté a algún "colega" y me aconsejaron que quizá era mejor no defender en ese momento la tesis, que dejara dejara el doctorado en Biblia para más adelante.
Y así lo hice. No tuve ánimo para presentar académicamente el trabajo en el Bíblico, ni para discutir en público sobre temas discutidos. Se lo dije, y él me respondió que lo lamentaba, pero que respetaba la la decisión que yo tomara.
Y así tome la mi decisión de publicar inmediatamente el estudio de tesis, ya escrito (y corregid, con el título de Hermanos de Jesús...) en vez de mandarlo para el tribunal de doctorado... De esa manera "quemé mis naves", pues no podría defender ese estudio como tesis doctoral... y así he seguido hasta el día de hoy, pasados casi 40 años.
Por eso, cuando me piden un “currículo” suelo poner Dr. Ph. Dr. Th.Cand. Dr. Sacrae Scripturae. La palabra “candidato” quiere ser un homenaje al magisterio del Prof. A. Vanhoye, que quiso que yo fuera doctor en Sagrada Escritura.
Hoy lamento aquella decisión. Hubiera sido mejor presentar el libro como tesis y defenderla en el Bíblico de Roma; pero me aconsejaron mal, o yo no quise tomar la decisión que ahora pienso que habría sido la correcto. Pero debo y quiero agradecer al Prof. A. Vanhoye su rico magisterio, su profesionalidad y su cercanía humana en un tema que era importante para mí. Por todo eso quiero seguirle llamando mi maestro. Descansa en la Paz de tu Señor. Gracias por tu magisterio.