Francisco advierte del "deseo de poder" y la "deslealtad" en algunas realidades eclesiales Andanada del Papa a los fundadores de nuevos carismas: "Nadie es dueño de los dones de la Iglesia, nadie debe sofocarlos"
Denuncia "los casos de abusos de diversa índole que se han producido en estos grupos y que siempre tienen su origen en el abuso de poder"
“No pocas veces, la Santa Sede ha tenido que intervenir en los últimos años, iniciando difíciles procesos de rehabilitación”
"Construir el futuro no significa dejar el presente que estamos viviendo. Por el contrario, hay que preparar el futuro aquí y ahora, aprendiendo a escuchar y a discernir el tiempo presente con honestidad y valentía"
"La pertenencia a una asociación, a un movimiento o a una comunidad, sobre todo si se refieren a un carisma, no debe encerrarnos en un "barril de hierro", hacernos sentir seguros, como si no fuera necesario responder a los desafíos y a los cambios"
“Todos los cristianos estamos siempre en movimiento (…). Pensar que somos "nuevos" en la Iglesia, y que por tanto no necesitamos cambios, puede convertirse en una falsa seguridad. Incluso las novedades envejecen pronto”
Francisco alertó del “doble juego” que supone decir “con palabras que queremos servir a Dios y a los demás, pero en los hechos servimos a nuestro ego, y nos entregamos a nuestro deseo de aparentar, de obtener reconocimiento, aprecio...”
"No es fácil ser Papa, pero Dios ayuda. Dios siempre ayuda"
Lee el discurso íntegro del Papa (traducción oficial)
"Construir el futuro no significa dejar el presente que estamos viviendo. Por el contrario, hay que preparar el futuro aquí y ahora, aprendiendo a escuchar y a discernir el tiempo presente con honestidad y valentía"
"La pertenencia a una asociación, a un movimiento o a una comunidad, sobre todo si se refieren a un carisma, no debe encerrarnos en un "barril de hierro", hacernos sentir seguros, como si no fuera necesario responder a los desafíos y a los cambios"
“Todos los cristianos estamos siempre en movimiento (…). Pensar que somos "nuevos" en la Iglesia, y que por tanto no necesitamos cambios, puede convertirse en una falsa seguridad. Incluso las novedades envejecen pronto”
Francisco alertó del “doble juego” que supone decir “con palabras que queremos servir a Dios y a los demás, pero en los hechos servimos a nuestro ego, y nos entregamos a nuestro deseo de aparentar, de obtener reconocimiento, aprecio...”
"No es fácil ser Papa, pero Dios ayuda. Dios siempre ayuda"
Lee el discurso íntegro del Papa (traducción oficial)
“Todos los cristianos estamos siempre en movimiento (…). Pensar que somos "nuevos" en la Iglesia, y que por tanto no necesitamos cambios, puede convertirse en una falsa seguridad. Incluso las novedades envejecen pronto”
Francisco alertó del “doble juego” que supone decir “con palabras que queremos servir a Dios y a los demás, pero en los hechos servimos a nuestro ego, y nos entregamos a nuestro deseo de aparentar, de obtener reconocimiento, aprecio...”
"No es fácil ser Papa, pero Dios ayuda. Dios siempre ayuda"
Lee el discurso íntegro del Papa (traducción oficial)
"No es fácil ser Papa, pero Dios ayuda. Dios siempre ayuda"
Lee el discurso íntegro del Papa (traducción oficial)
“Caemos en la trampa de la deslealtad cuando nos presentamos ante los demás como los únicos intérpretes del carisma, los únicos herederos de nuestra asociación o movimiento; o cuando, creyéndonos imprescindibles, hacemos todo lo posible por ocupar puestos de por vida; o también cuando pretendemos decidir a priori quién debe ser nuestro sucesor. Nadie es dueño de los dones recibidos para el bien de la Iglesia, nadie debe sofocarlos”. El Papa Francisco lanzó este mediodía una andanada contra los sectores inmovilistas de la Iglesia, personificados en fundadores e iniciadores de nuevos movimientos, que tratan de perpetuarse en el poder, en lugar de servir.
Durante un encuentro semipresencial con el dicasterio de los Laicos y algunos de los líderes de realidades eclesiales, Francisco advirtió de dos “obstáculos” de sus responsables: “el deseo de poder” y “la deslealtad”.
Y es que, abundó el Pontífice, “el ejercicio de la gobernanza en el seno de las asociaciones y los movimientos es un tema que me interesa especialmente, sobre todo teniendo en cuenta los casos de abusos de diversa índole que se han producido en estos grupos y que siempre tienen su origen en el abuso de poder”.
“No pocas veces, la Santa Sede ha tenido que intervenir en los últimos años, iniciando difíciles procesos de rehabilitación”, admitió el Papa, quien señaló que “pienso no sólo en estas situaciones tan feas, que hacen mucho ruido, sino también en las enfermedades que provienen del debilitamiento del carisma fundacional, que se vuelve tibio y pierde su capacidad de atracción”.
Acompañar el sufrimiento
Bergoglio inició su discurso agradeciendo a todos los hombres y mujeres, que siguiendo sus carismas, y el Evangelio, acompañaron y acompañan el dolor de los más sufriente, especialmente en este tiempo de pandemia. “Gracias por vuestra presencia como laicos y laicas, jóvenes y mayores, comprometidos en vivir y testimoniar el Evangelio en las realidades ordinarias de la vida, en vuestro trabajo, en tantos contextos diferentes”.
En estos meses, añadió, “habéis visto con vuestros propios ojos y tocado con vuestras propias manos el sufrimiento y la angustia de tantos hombres y mujeres a causa de la pandemia, especialmente en los países más pobres”.
Como miembros de asociaciones de fieles, movimientos eclesiales internacionales y otras comunidades, “tenéis una verdadera misión eclesial”, subrayó el Papa, especialmente “en aquellos que, estando en las periferias existenciales de nuestras sociedades, experimentan en su carne el abandono y la soledad, y sufren muchas necesidades materiales y pobreza moral y espiritual”.
“También sois, a pesar de vuestras limitaciones y pecados cotidianos, un claro signo de la vitalidad de la Iglesia: representáis una fuerza misionera y una presencia profética que nos da esperanza para el futuro. También tú, junto con los pastores y todos los demás fieles laicos, tienes la responsabilidad de construir el futuro del santo pueblo fiel de Dios”, incidió el Pontífice, quien advirtió que “construir el futuro no significa dejar el presente que estamos viviendo. Por el contrario, hay que preparar el futuro aquí y ahora, aprendiendo a escuchar y a discernir el tiempo presente con honestidad y valentía”.
Un "mundo paralelo"
De lo contrario, recalcó, “corres el riesgo de vivir en un "mundo paralelo", destilado, lejos de los verdaderos desafíos de la sociedad”. Y es que, advirtió el Papa, “”la pertenencia a una asociación, a un movimiento o a una comunidad, sobre todo si se refieren a un carisma, no debe encerrarnos en un "barril de hierro", hacernos sentir seguros, como si no fuera necesario responder a los desafíos y a los cambios”.
“Todos los cristianos estamos siempre en movimiento (…). Pensar que somos "nuevos" en la Iglesia, y que por tanto no necesitamos cambios, puede convertirse en una falsa seguridad. Incluso las novedades envejecen pronto”, insistió.
Por ello, reclamó a los responsables de estas realidades “una gran docilidad y humildad”, y en esa línea se inscribe el Decreto sobre Asociaciones Internacionales de Fieles, promulgado el 11 de junio de este año.
"Muchos, muchos, con una novedad que es genial, han acabado en situaciones muy duras: han acabado bajo una visita apostólica, han acabado con pecados viles, en comisarías ... Y están haciendo un estudio. No sé si esto se puede publicar, pero ustedes saben mejor que yo, por el parloteo clerical, cuáles son estas situaciones. Hay muchos y no solo estos grandes que conocemos y que son escandalosos - ¡las cosas que hicieron para sentirse como una Iglesia aparte, parecían los redentores! - a pero también pequeño. En mi país, por ejemplo, tres de estos ya se han disuelto y todos han acabado en las cosas más sucias. Fueron la salvación, ¿no es así? Parecían ... Siempre con ese hilo [rojo] de rigidez disciplinaria. Esto es importante. Y esto me ha traído ... Esta realidad de las últimas décadas nos ha mostrado una serie de cambios para ayudar, cambios que nos pide el Decreto".
“En el origen de este Decreto no hay una teoría sobre la Iglesia o las asociaciones de laicos que queramos aplicar”, explicó el Papa. “Es la realidad de las últimas décadas la que nos ha mostrado la necesidad de los cambios”.
Cambios y llamamiento a la conversión
En lo tocante al “deseo de poder”, Francisco recordó que “todas las realidades eclesiales están llamadas a la conversión”, por lo que “es beneficioso y necesario prever una rotación en los puestos de gobierno y una representación de todos los miembros en vuestras elecciones. Incluso en el contexto de la vida consagrada hay institutos religiosos que, al mantener a las mismas personas en los puestos de gobierno, no se han preparado para el futuro; han permitido que se produzcan abusos y ahora están pasando por grandes dificultades”.
Sobre la “deslealtad”, Francisco alertó del “doble juego” que supone decir “con palabras que queremos servir a Dios y a los demás, pero en los hechos servimos a nuestro ego, y nos entregamos a nuestro deseo de aparentar, de obtener reconocimiento, aprecio...”.
Finalmente, sobre los fundadores, Bergoglio pidió “distinguir, en los movimientos eclesiales (y también en las congregaciones religiosas), entre los que están en proceso de formación y los que ya han adquirido una cierta estabilidad orgánica y jurídica. Son dos realidades diferentes”.
“Somos miembros vivos de la Iglesia y para ello necesitamos confiar en el Espíritu Santo, que actúa en la vida de cada asociación, de cada miembro, actúa en cada uno de nosotros”, concluyó Francisco, en un discurso que dará que hablar, especialmente en el interior de esa Iglesia que lleva ocho años y medio ‘molesta’ (por decirlo suavemente).
No es fácil ser Papa, pero Dios ayuda. Dios siempre ayuda
Hubo coda final:
"Gracias por escuchar. Y una cosa: cuando leí el borrador del Decreto, que luego firmé -el primer borrador-, pensé. "¡Pero esto es demasiado rígido! Le falta vida, le falta...". Pero querido, ¡ese es el lenguaje del Derecho Canónico! Y aquí es una cuestión de derecho, es una cuestión de lenguaje. Pero debemos, como he tratado de hacer, ver qué significa este lenguaje, la ley. Por eso quería explicarlo bien. Y también para explicar las tentaciones que hay detrás, que hemos visto y que tanto daño hacen a los movimientos y también a los institutos religiosos y laicos".
"Gracias por escuchar, y gracias al Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida por organizar este encuentro. Les deseo a todos un buen trabajo y una buena reunión. Di lo que te salga del corazón en esta reunión. Pregunta las cosas que quieres preguntar, aclara las situaciones. Esta es una reunión para hacer esto, para hacer Iglesia, para nosotros. Y no te olvides de rezar por mí, porque lo necesito. No es fácil ser Papa, pero Dios ayuda. Dios siempre ayuda".
Etiquetas