El Papa pide la paz en Haití, Ecuador, Ucrania, Palestina y e Israel durante el Angelus Francisco: "Un cristiano que no es responsable y protagonista de la fe, es un cristiano 'de agua de rosas'"
"Llevar la salvación de Dios a todos ha sido para Jesús la felicidad más grande, la misión, su alimento, el sentido de su existencia entre nosotros, su respuesta de amor al amor del Padre"
Jesús busca "personas de corazón dilatado, positivas y generosas, sabias y serenas, deseosas de amar como Dios ama y de llevar a todos la esperanza y la salvación"
"Los que sufren siempre son los más débiles, pienso en los más pequeños, tantos niños asesinados, dejados abandonados sin sueños, sin futuro. Seamos responsables de orar para constuir la paz para ellos".
"Anunciar el Evangelio no es tiempo perdido, es ser más felices ayudando a los demás"
"El Señor ama implicarnos en su obra de salvación, nos quiere activos col Él, responsables y protagonistas"
"Los que sufren siempre son los más débiles, pienso en los más pequeños, tantos niños asesinados, dejados abandonados sin sueños, sin futuro. Seamos responsables de orar para constuir la paz para ellos".
"Anunciar el Evangelio no es tiempo perdido, es ser más felices ayudando a los demás"
"El Señor ama implicarnos en su obra de salvación, nos quiere activos col Él, responsables y protagonistas"
"El Señor ama implicarnos en su obra de salvación, nos quiere activos col Él, responsables y protagonistas"
Domingo de la Palabra de Dios en la plaza de San Pedro. El Papa entrega a los fieles (muchos, muchos fieles hoy en la soleada mañana romana) ejemplares del Evangelio, y reflexiona sobre el de este día: "Síganme y los haré pescadores de hombres", el primer mandato de Jesús a quienes, entonces, todavía no eran sus discípulos.
"El Señor ama implicarnos en su obra de salvación, nos quiere activos con Él, responsables y protagonistas", reflexionó Francisco. "Un cristiano que no es responsable y protagonista de la fe, no es un cristiano, o es un cristiano de agua de rosas, como decía mi abuela", improvisó.
Paciencia con los discípulos
Un Jesús que tuvo "paciencia" con los díscípulos, que "a menudo no comprendían sus palabras, a veces no se llevaban bien entre ellos, durante mucho tiempo no lograron acoger aspectos esenciales de su predicación, como el servicio". Pero, "sin embargo, Jesús los eligió y siguió creyendo en ellos. ¿Por qué? ¿Y por qué nos llama también a nosotros a anunciarlo? En última instancia, ¡porqué quiere que seamos felices!", explicó el Pontífice.
"El Señor continúa creyendo en nosotros, ¡es maravilloso!", recalcó a braccio.
"De hecho, llevar la salvación de Dios a todos ha sido para Jesús la felicidad más grande, la misión, su alimento, el sentido de su existencia entre nosotros, su respuesta de amor al amor del Padre", insistió Francisco frente a los que cierran las puertas de la salvación a quienes no son como ellos. Así, donando amor, añadió, "nos volvemos plenamente aquello para lo que fuimos hechos: personas de corazón dilatado, positivas y generosas, sabias y serenas, deseosas de amar como Dios ama y de llevar a todos la esperanza y la salvación".
"Anunciar el Evangelio, entonces, no es tiempo perdido: es ser más felices ayudando a los demás; es liberarse de sí mismo ayudando los demás a ser libres; ¡es hacerse mejores ayudando a los demás a ser mejores!", reclamó el Papa, quien pidió a los fieles "evangelizar, y a hacerlo en el estado de vida en el que se encuentra, con las capacidades, los amigos, el trabajo, la edad, el barrio que tiene".
Año dedicado a la Oración
Tras el rezo del Angelus, Francisco recordó que en los próximos meses se abrirá la Puerta Santa del Jubileo. "Les pide intensificar la oración para vivir bien este tiempo de gracia". Hoy, por eso, se inicia "el Año dedicado a la Oración", destinado a encontrar la importancia "de la oraicón en la vida de la Iglesia y en el mundo".
"Oremos por la unidad de los cristianos y no dejemos de invocar la paz del Señor en Ucrania, Israel y Palestina, y en otras partes del mundo. Los que sufren siempre son los más débiles, pienso en los más pequeños, tantos niños asesinados, dejados abandonados sin sueños, sin futuro. Seamos responsables de orar para constuir la paz para ellos".
"He seguido con dolor el secuestro en Haití de un grupo de personas, ente ellos seis religiosas. Pido por la concordia en el pais, y el cese de la violencia que prueba tantos sufrimientos a esta querida población", finalizó el Papa, pidiendo también la paz para Ecuador.
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