Reza por las víctimas de todas las guerras, y por los muertos en el accidente aéreo de Brasil La advertencia del Papa: "En lugar de escuchar al Señor, buscar una confirmación de lo que pensamos nosotros"

No escuchar a Dios, sino esperar que Él nos confirme en lo que pensamos. Este es uno de los grandes riesgos de algunas visiones de la fe, como sucede desde los tiempos de Jesús. Así lo advirtió en el Angelus de este domingo el Papa Francisco, desde el balcón de la plaza de San Pedro.

Haciendo referencia a la reacción de los judíos ante la afirmación de Jesús confirmando que "he bajado del Cielo", Bergoglio subrayó cómo "están convencidos de  que Jesús no puede venir del cielo, porque es hijo de un carpintero y porque su madre y sus hermanos son  gente común, personas conocidas, normales, como tantos otros".

"¿Cómo podría Dios manifestarse de manera tan ordinaria? Están bloqueados en su fe por su idea preconcebida sobre sus orígenes humildes y por la  presunción, por tanto, de que no tienen nada que aprender de Él", subrayó el pontífice, lamentando cómo estos creyentes "tienen sus esquemas rígidos y no hay lugar en sus corazones para lo que no encaja en ellos, para lo que no pueden catalogar y archivar en las estanterías  polvorientas de sus certezas". 

"Y sin embargo -añadió-, son personas que cumplen la ley, dan limosnas, respetan los ayunos y los tiempos de  la oración. Y Cristo ya ha realizado varios milagros". ¿Cómo es que esto  no les ayuda a reconocer en Él al Mesías? "Porque realizan sus prácticas religiosas no tanto para escuchar al  Señor, sino más bien para encontrar en estas una confirmación a lo que ellos ya piensan", recalcó el Papa.

De hecho, "no se preocupan siquiera de pedir a Jesús una explicación: se limitan a murmurar entre ellos contra Él, como para tranquilizarse mutuamente sobre lo que están convencidos, cerrándose como en una  fortaleza impenetrable. Y así no son capaces de creer".

"La cerrazón del corazón, cuánto mal hace", añadió.

"Prestemos atención a todo esto, porque a veces nos puede suceder lo mismo también a nosotros, en  nuestra vida de fe y en nuestra oración: es decir, puede suceder que en lugar de escuchar realmente lo que el  Señor tiene que decirnos, busquemos en Él y en los demás solo una confirmación de lo que pensamos nosotros,  de nuestras convenciones, de nuestros juicios", reclamó Francisco, quien advirtió que "este modo de dirigirnos a Dios no nos ayuda a encontrarlo  de verdad, ni a abrirnos al don de su luz y de su gracia, para crecer en el bien, para hacer su voluntad y para  superar los cierres y las dificultades".

Y es que, subrayó, "la fe y la oración verdaderas abren la mente y el corazón, no los cierran". Por ello, invitó a los fieles a preguntarse si "¿en mi vida de fe soy capaz de callar realmente en mi interior y de escuchar  a Dios? ¿Estoy dispuesto a acoger su voz más allá de mis esquemas y venciendo también, con su ayuda, mis  miedos?". "Que María nos ayude a escuchar con fe la voz del Señor y a cumplir con valentía su voluntad", finalizó, antes de los saludos posteriores al rezo.

En los saludos posteriores al Angelus, Francisco recordó los bombardeos nucleares en Hiroshima y Nagasaki, asegurando su oración "las víctimas de todas las guerras, y nuestra oración por Ucrania, Medio Oriente, Palestina, Israel, Sudán y Myanmar”.

"Hoy es la fiesta de Santa Clara, quiero felicitar a todas las clarisas, a quienes me une una gran amistad", finalizó el Papa, quien pidió una oración "por las víctimas del trágico aéreo en Brasil".