El Papa vuelve a conceder una entrevista a La Sexta en plena pandemia del coronavirus Francisco, a Évole: “Tengo esperanza en la Humanidad. Vamos a salir mejores”
"Me preocupa la soledad (...) Hoy tenemos que rescatar la convivencia"
"Dios perdona siempre. Nosotros perdonamos de vez en cuando. La naturaleza no perdona nunca. Los incendios, los terremotos... la naturaleza está pataleando para que nos hagamos cargo del cuidado de la naturaleza"
Bergoglio, como uno más, formó parte del collage que creó Évole, junto a psicólogos, amas de casa, filósofos, médicos, enfermos (médicos enfermos), limpiadoras, músicos, presos, transportistas o sus propios padres
Bergoglio, como uno más, formó parte del collage que creó Évole, junto a psicólogos, amas de casa, filósofos, médicos, enfermos (médicos enfermos), limpiadoras, músicos, presos, transportistas o sus propios padres
'¿Es usted optimista?' “Es una palabra que no me gusta, porque el optimismo me suena a maquillaje. Yo tengo esperanza en la humanidad, en los hombres y en las mujeres, tengo esperanza en los pueblos. Tengo mucha esperanza. Los pueblos que van a tomar de esta crisis enseñanzas para repensar sus vidas. Vamos a salir mejores, menos, por supuesto. Muchos quedan en el camino y es duro. Pero tengo fe: vamos a salir mejores”. El Papa Francisco volvió a conectarse con Jordi Évole en un especial sobre el coronavirus emitido por La Sexta.
Bergoglio, como uno más, formó parte del collage que creó Évole, junto a psicólogos, amas de casa, filósofos, médicos, enfermos (médicos enfermos), limpiadoras, músicos, presos, transportistas o sus propios padres. Un relato magníficamente trazado con las limitaciones propias de la falta de recursos técnicos y humanos que es otra de las consecuencias de esta pandemia. En este crisis también hay clases, postureo y mucha desigualdad, relató uno de los protagonistas del experimento de #LoDeQuédateEnCasa, que concluyó con el testimonio de José Múgica, ex presidente de Uruguay.
"La plaza de San Pedro es un desierto"
“La plaza de San Pedro es un desierto”, comenzó bromeando el Papa, quien confesó que “estoy aislado, pero no. Me cuido, no recibo grupos, pero sí recibo audiencias personales. Y sigo trabajando normalmente”. No fue baladí que Bergoglio recibiera a un Évole que está haciendo un programa sobre encarcelados. “Estamos encerrados. Es curioso: el Via Crucis de este año lo pedí que lo hicieran los encarcelados de Padua, y lo han hecho con una fuerza impresionante. Me toca mucho el problema de las cárceles, siempre hay que tener una ventana abierta”, confesó el Papa.
¿Qué le diría a quienes han perdido un ser querido? “Lo último que haría es decirles algo. Lo que trato es hacerles sentir mi cercanía. Hoy día es más importante el lenguaje de los gestos que el de las palabras. Hay que decir algo, pero la cercanía en el gesto, el hacerles llegar un saludo...”
¿Y a los trabajadores, las mujeres maltratadas...? “Está saliendo un drama no sé si subterráneo, pero sí disimulado de nuestras sociedad, es que a veces son sociedades hipócritas e inconscientes”, destacó Francisco, quien denunció la escalada de la violencia. “Los aprovechados ven todo un comercio en el mundo tan triste de las mujeres maltratadas, de los sin techo. Ellos tienen una esperanza muy chiquita, no tienen dónde apoyarse. Esto es muy triste, pero a la vez nos damos cuenta de que existen”.
No a los despidos
Sobre los futuros despidos, Francisco fue claro:
“El sálvese quien pueda no es la solución. Una empresa que despide para salvarse no es una solución. En este momento, más que despedir hay que acoger, y hacer sentir que hay una sociedad solidaria. Son los grandes gestos que hacen falta ahora”.
Pero el Papa no es el dirigente de una multinacional, no sabe el dinero que va a perder, contesta Évole: “Puede ser que no las sepa, pero sé las penurias que va a pasar el operario, la empleada que va a ser despedido. Todo es malo, pero aparecen realidades y se nos piden que nos hagamos cargo de ellas”.
¿Qué es lo que más le preocupa de esta crisis? “Me preocupa la soledad. Hemos tercializado la convivencia, el mano a mano de la convivencia lo hemos olvidado. Algunas veces ves una familia que están comiendo juntos, los padres mirando la televisión y los chicos mirando el móvil. Hoy día los padres empiezan a escuchar a sus hijos, porque no pueden salir. Tienen tiempo para encontrarse. Hoy tenemos que rescatar la convivencia, y éste sea uno de los logros que podemos llegar a tomar en esta tragedia muy triste, pero tenemos que recuperar la convivencia humana, la cercanía”.
"A mí no me va a tocar"
Todos pensábamos que esto no nos iba a pasar: “Es un mecanismo de defensa”, explica Francisco. “El lobo está lejos, el cuco está lejos, no nos va a llegar. El mecanismo siempre es proyectar un mal, una calamidad, en el anonimato del universo. Universalizar lo malo, son conceptos, noticias que llegan, y cuando llegan te agarran”.
¿Pecamos de arrogantes, de soberbios... de pensar que yo me voy a salvar?, cuestiona Évole. “Siempre existe esa presunción de que a mí no me va a tocar. Yo soy un 'preferido' de la sociedad, de los dioses, de la cultura, esto no es para mí....”. Esto, y la violencia. “La violencia no nos va a ayudar nunca”.
"El sálvese quien pueda no es solución. Despedir a la gente no es solución (...) Me preocupa la soledad. Tenemos que rescatar y recuperar la convivencia y la cercanía humana", dice el @Pontifex_es a @jordievole en #LoDeQuedateEnCasa. Este Papa es otra cosa. Un hombre a escuchar pic.twitter.com/T9APsx07Hp
— Txerra Cirbián 📷 (@txerrac) March 22, 2020
Los políticos, a la altura
¿Ha estado los líderes políticos a la altura? Francisco lo tiene claro. “Sí, en la medida en que todos podemos estar. Hombres y mujeres comprometidos, que han tomado las cosas en serio. En algunos lugares enseguida. La responsabilidad política en general, salvo alguna excepción, que es pública, ha sido buena”, sostiene el Papa, que no quiere dar nombres que todos tenemos en la cabeza.
Parte de la sociedad no opina igual: “Puede ser... pero nosotros que nos quejamos por no haber sido notificados a tiempo, tampoco pensábamos que no nos iba a tocar. Todos pecamos de alguna manera de 'subevaluar' el problema”.
Homenaje a los sanitarios
¿Qué les diría a los médicos, personal santiario., enfermeras, investigadores...? "Los admiro, me enseñan cómo comprometerse y les agradezco el testimonio. Médicos, enfermeros, voluntarios... que tienen que dormir en las camillas porque ya no hay camas en el hospital y no puede ir a su casa, esa es la vida que están llevando. A mí me gusta usar una palabra, que me hace bien, los santos de la puerta de al lado".
Un mensaje del Papa Francisco para los empresarios. #LoDeQuédateEnCasapic.twitter.com/3wUgdImRFN
— Lo de Évole (@LoDeEvole) March 22, 2020
"Muchos no son creyentes, otros son agnósticos o llevan una vida de fe a su manera, pero en el testimonio... vos ves capacidad de 'jugarse' por el otro, aunque entre ellos haya muertos", concluye Francisco, que también se refiere a la Policía, “son los que están están manteniendo el funcionamiento social para que no falte lo esencial, y lo hacen con una altura muy grande”.
¿Se pueden tener crisis de fe? “Evidente. Nadie está exento de las tentaciones existenciales”, explica el Papa, que añade que en su vida, tuvo dudas y crisis de fe, aunque no ahora. “Nadie se salva del camino común de la gente, que es el mejor camino, el más seguro, el concreto, y eso nos hace bien a todos”.
Preguntado por si esta pandemia es una 'venganza' de la naturaleza, Francisco concluye: “Hay un dicho, que vos lo conocés. Dios perdona siempre. Nosotros perdonamos de vez en cuando. La naturaleza no perdona nunca. Los incendios, los terremotos... la naturaleza está pataleando para que nos hagamos cargo del cuidado de la naturaleza”.
Sí, el propio Papa ha dudado de Dios.#LoDeQuédateEnCasapic.twitter.com/HlCrkxOiGI
— Lo de Évole (@LoDeEvole) March 22, 2020