El Papa abordó la polémica durante su encuentro con sacerdotes en Roma Francisco, sobre 'Fiducia supplicans': "Las personas deben ser acogidas en la Iglesia"
"El sínodo no tiene fecha límite", señaló Bergoglio, quien pidió a los sacerdotes "alimentar el deseo de que la sinodalidad se arraigue en la vida de la Iglesia"
El Papa recalcó que el documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe insiste en que "las personas deben ser acogidas en la Iglesia". No se trata del sacramento del matrimonio, porque "nada cambia en el sacramento"
Mientras los de siempre juegan al despiste, la confusión y apelan a la Tradición frente a cualquier apertura a la misericordia, el Papa Francisco ha vuelto a dar la palabra justa, en el momento adecuado. En esta ocasión, durante el encuentro que, a comienzos de esta semana, mantuvo con una treintena de sacerdotes de Roma, y a cuenta de la polémica (más artificial que real) creada por la publicación de 'Fiducia supplicans', un texto que permite la bendición pastoral de parejas en situación irregular.
"Las personas deben ser acogidas en la Iglesia", subrayó Francisco ante el clero romano, tal y como ha confesado, en declaraciones al US Catholic News Service, recogidas por Katholisch.de, el párroco del Centro Pastoral Santa Gianna Beretta Molla, Antonio Vettorato.
El Papa, señala la publicación, abordó brevemente la cuestión, recalcando que el documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe insiste en que "las personas deben ser acogidas en la Iglesia". No se trata del sacramento del matrimonio, porque "nada cambia en el sacramento", apuntó Vettorato, citando al Papa.
Bergoglio también aprovechó la oportunidad para animar a los sacerdotes a ser educadores eficaces en la realización de cursos matrimoniales para que todos puedan comprender mejor lo que significa el sacramento.
A su vez, Francisco también insistió en la necesidad de una Iglesia que esté siempre en camino, en Sínodo permanente. "La implementación del proceso sinodal no debe apresurarse", apuntó, según Vettorato, recordando que este camino arrancó hace más de medio siglo, en tiempos de Pablo VI. "El sínodo no tiene fecha límite", señaló Bergoglio, quien pidió a los sacerdotes "alimentar el deseo de que la sinodalidad se arraigue en la vida de la Iglesia".