El Papa recuerda el 80 aniversario del voto a la Virgen de Roma contra los nazis Francisco pide a la Salus Populi Romani la paz en "la atormentada Ucrania, en Palestina e Israel, en Sudán o Myanmar"
"Demasiados conflictos en distintas partes del mundo siguen abiertos hoy en día. Pienso en particular en la atormentada Ucrania, en Palestina e Israel, en Sudán, en el Myanmar, donde todavía resuenan las armas y se sigue derramando más sangre humana"
"Son dramas que afectan a innumerables víctimas inocentes, cuyos gritos de terror y sufrimiento interpelan las conciencias de todos: ¡no podemos ni debemos ceder a la lógica de las armas!"
Bergoglio confía en poder "reavivar en los romanos el propósito de ser en todas partes constructores de la verdadera paz, relanzando la fraternidad como condición esencial para recomponer los conflictos y las hostilidades"
Bergoglio confía en poder "reavivar en los romanos el propósito de ser en todas partes constructores de la verdadera paz, relanzando la fraternidad como condición esencial para recomponer los conflictos y las hostilidades"
El 4 de junio de 1944, la diócesis de Roma, junto a Pío XII, llevó a cabo un voto a la patrona de la capital, la Salus Populi Romani "para implorar la salvación de la ciudad" frente a la "devastación nazi". Con este motivo, el Papa ha escrito una carta al pueblo romano, en conmemoración a los 80 años de "aquel acontecimiento tan lleno de significado", en el que hace suyo dicho voto en el momento actual.
"El recuerdo de aquel acontecimiento tan lleno de significado quiere ser ocasión de oración por los que perdieron la vida en la Segunda Guerra Mundial y de renovada meditación sobre el terrible azote de la guerra", escribe Francisco. "Demasiados conflictos en distintas partes del mundo siguen abiertos hoy en día. Pienso en particular en la atormentada Ucrania, en Palestina e Israel, en Sudán, en el Myanmar, donde todavía resuenan las armas y se sigue derramando más sangre humana", reflexiona el Papa.
"Son dramas que afectan a innumerables víctimas inocentes, cuyos gritos de terror y sufrimiento interpelan las conciencias de todos: ¡no podemos ni debemos ceder a la lógica de las armas!". "¿Llegará algún día el mundo a cambiar la mentalidad particularista y guerrera que hasta ahora ha tejido gran parte de su historia?", se preguntaba en su día Pablo VI, una pregunta que también recoge Francisco. "Esta pregunta, que todavía espera una respuesta, impulsa a todos a trabajar concretamente por la paz en Europa y en el mundo entero. La paz es un don de Dios, que también hoy debe encontrar corazones dispuestos a acogerlo y a trabajar para ser constructores de reconciliación y testigos de esperanza".
Por ello, Bergoglio confía en poder "reavivar en los romanos el propósito de ser en todas partes constructores de la verdadera paz, relanzando la fraternidad como condición esencial para recomponer los conflictos y las hostilidades".
"Que María, Mediadora de la gracia, siempre vigilante y solícita con todos sus hijos, obtenga para toda la humanidad el don de la concordia y de la paz. Confío a la materna intercesión de María Salus Populi Romani a todo el pueblo de Roma, especialmente a los ancianos, los enfermos, los que se encuentran solos y en dificultad. Que Ella, Virgen de la ternura y del consuelo, fortalezca la fe, la esperanza y la caridad para irradiar en el mundo el amor y la misericordia de Dios", finaliza la carta.
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