El Papa se dirige a la Academia Pontificia de las Ciencias para abogar por un progreso científico ético Francisco: "Hay que reconocer y prevenir los usos manipuladores de la IA"

Papa Francisco
Papa Francisco

En el discurso entregado a la Academia Pontificia de las Ciencias, Francisco expresa su preocupación por el fuerte impacto de la humanidad sobre la naturaleza y los ecosistemas

Invita, además, a considerar los beneficios y las graves implicaciones negativas de la Inteligencia Artificial que puede "modelar la opinión pública, influir en las elecciones de los consumidores e interferir en los procesos electorales"

(Vatican News).- El progreso alcanzado gracias a la Inteligencia Artificial (IA) «puede resultar beneficioso para la humanidad», por ejemplo «en el campo de la medicina y de la asistencia sanitaria», o porque ayuda «a proteger el medio ambiente natural» o incluso porque permite «el uso sostenible de los recursos a la luz del cambio climático», pero «también puede tener graves implicaciones negativas». Por eso el Papa pidió a la Academia Pontificia de las Ciencias, con ocasión de su asamblea plenaria que comenzó hoy, 23 de septiembre, y continuará hasta el miércoles en el Vaticano, en la Casina Pio IV, sobre el tema «Ciencias para la sostenibilidad y el bienestar en el Antropoceno - Oportunidades, desafíos e inteligencia artificial», que preste especial atención a estas cuestiones que pueden tener consecuencias «para la población, especialmente para los niños y los adultos más vulnerables».

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En el discurso entregado (la audiencia fue cancelada debido al «leve estado gripal» del Pontífice), Francisco instó a «reconocer y prevenir los riesgos de los usos manipuladores de la IA para moldear la opinión pública, influir en las decisiones de los consumidores e interferir en los procesos electorales» y añadió que siempre hay que considerar «las dimensiones inmutablemente humanas y éticas de todo progreso científico y tecnológico».

La era del Antropoceno

El Papa también expresa su preocupación por el «fuerte impacto de la humanidad sobre la naturaleza y los ecosistemas» que ha sido definido por uno de los miembros de la Academia Pontificia -Paul Crutzen- como la Era del Antropoceno, y señala que otros miembros de la Academia, identificando este impacto, están «estudiando los riesgos y problemas relacionados», «especialmente en la crisis climática y la pérdida de biodiversidad», por lo que agradece la atención prestada al tema, con especial atención a las implicaciones «hacia los pobres y marginados». «Las ciencias, en su esfuerzo por conocer y comprender el mundo físico, nunca deben perder de vista la importancia de utilizar ese conocimiento», subraya el Pontífice en el texto escrito, “para servir y promover la dignidad de las personas y de la humanidad en su conjunto”.

Es necesario un discurso público inclusivo

Ante los «graves desafíos sociales» a los que se enfrenta el mundo, el Papa subraya a continuación la necesidad de un «discurso público inclusivo» que «esté informado no sólo por las diferentes disciplinas científicas, sino también por la participación de todos los componentes sociales». Y por ello agradece «la intención de la Academia, en sus diversas conferencias, de prestar atención en sus discursos a las personas marginadas y pobres, incluidos los pueblos indígenas y su sabiduría», reiterando que para la Iglesia, como dice el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2024, «la dignidad intrínseca de cada persona y la fraternidad que nos une como miembros de la única familia humana deben sustentar el desarrollo de las nuevas tecnologías», mientras que “los desarrollos tecnológicos que no conducen a una mejora de la calidad de vida de toda la humanidad, sino que, por el contrario, exacerban las desigualdades y los conflictos, nunca pueden considerarse un verdadero progreso”.

La contribución de la Pontificia Academia para las Ciencias

Es necesario dedicar «mayor atención y estudio» al «impacto de las formas de Inteligencia Artificial en los pueblos y en la comunidad internacional», reitera finalmente el Papa. En un momento en el que «parecen prevalecer las crisis, las guerras y las amenazas a la seguridad mundial», reconoce la particular importancia para la causa de la paz global y la cooperación internacional de las «calladas contribuciones al avance del conocimiento al servicio de la familia humana» de la Pontificia Academia para las Ciencias.

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