El prefecto vaticano comparte las preocupaciones de la Iglesia sobre esta herramienta de futuro Ruffini: "La Iglesia debe asumir el liderazgo en la configuración ética de la IA"
El doctor Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede habla en la 7ª Convención Nacional Católica de Comunicaciones Sociales de Filipinas
"No es sólo un asunto tecnológico sino una profunda preocupación moral y filosófica que requiere el compromiso activo de la Iglesia", dijo el prefecto de la comunicación de la Santa Sede
Ruffini enfatizó la cuestión crítica de si la inteligencia artificial puede desarrollarse para mejorar la igualdad, en lugar de establecer nuevas jerarquías basadas en el poder informativo
Ruffini enfatizó la cuestión crítica de si la inteligencia artificial puede desarrollarse para mejorar la igualdad, en lugar de establecer nuevas jerarquías basadas en el poder informativo
(AICA).- El doctor Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, pidió a la Iglesia que asuma un papel de liderazgo en la configuración del marco ético para la inteligencia artificial (IA), mientras hablaba en la 7ª Convención Nacional Católica de Comunicaciones Sociales de Filipinas.
"El mundo digital no es algo ya hecho. Cambia cada día. Nosotros podemos cambiarlo. Podemos darle forma. Y necesitamos comunicadores católicos que lo hagan, con amor y con inteligencia humana", afirmó Ruffini.
En un discurso grabado, pronunciado para la 7ª Convención Nacional Católica de Comunicaciones Sociales (NCSCC), realizada en la ciudad de Lipa, al sur de Manila, el 5 de agosto, el prefecto del Dicasterio para la Comunicación subrayó la responsabilidad de la Iglesia en cuanto a guiar los avances tecnológicos con claridad moral y valores centrados en el ser humano.
"La cuestión de fondo no es, pues, la de las máquinas, sino la de los hombres, la de nosotros. Hay y habrá siempre cosas que ninguna tecnología puede sustituir, como la libertad, el milagro del encuentro entre personas, la sorpresa de lo inesperado, la conversión, el estallido de ingenio, el amor gratuito", afirmó.
Organizada por la Comisión Episcopal de Comunicaciones Sociales (ECSC) de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas (CBCP), la convención tiene como objetivo explorar los avances y los riesgos de la IA, ofreciendo conocimientos sobre cómo aprovechar la tecnología para lograr un impacto positivo y, al mismo tiempo, abordar las posibles consecuencias negativas.
Durante la ceremonia de apertura, el obispo Marcelino Antonio Maralit de Boac, presidente del CBCP-ECSC, recordó a los comunicadores católicos lo que la IA significaría para la Iglesia y para la familia humana.
"No se trata solo de una realidad cultural que cambiará. Es una época que cambio", afirmó al respecto. "Necesitamos tener una estrecha supervisión de la tecnología en constante desarrollo", dijo también el prelado, haciéndose eco del Papa Francisco.
"Entonces, ¿por qué tenemos que sentarnos aquí, a hablar, a escuchar, a discernir? Porque estamos en un cambio de época", añadió.
La Convención, en curso del 5 al 8 de agosto, reunió a más de 300 comunicadores católicos y agentes de comunicaciones sociales de 86 diócesis de todo el país.
Necesitamos conciencia y responsabilidad
El doctor Ruffini enmarcó el debate en torno a la IA, no sólo como un asunto tecnológico, sino como motivo de una profunda preocupación moral y filosófica, que requiere el compromiso activo de la Iglesia.
"Necesitamos reglas, necesitamos ética, necesitamos pensamiento filosófico y teológico, y no sólo tecnológico. Necesitamos mirar más allá. Necesitamos conciencia y responsabilidad. Esto desafía a la política, a los filósofos, a los educadores, y también desafía a la Iglesia", añadió.
El prefecto expresó su preocupación por la posibilidad de que la IA profundice las desigualdades sociales y el aislamiento existentes, si no se controla.
¿Esta nueva herramienta, fortalecerá las relaciones entre las personas y hará más cohesionadas a las comunidades o, por el contrario, aumentará la soledad de quienes ya están solos, privándonos del calor que solo la comunicación en persona puede brindar?"
"La pregunta fundamental es: ¿de qué manera esta nueva herramienta fortalecerá las relaciones entre las personas y hará más cohesionadas a las comunidades? ¿O, por el contrario, aumentará la soledad de quienes ya están solos, privándonos a cada uno de nosotros del calor que solo la comunicación en persona puede brindar?", afirmó.
Ruffini enfatizó la cuestión crítica de si la inteligencia artificial puede desarrollarse para mejorar la igualdad, en lugar de establecer nuevas jerarquías basadas en el poder informativo.
Existe la preocupación de que la IA pueda conducir a nuevas formas de explotación y desigualdad, al concentrar el control en algoritmos y datos, que a menudo se extraen de los aspectos privados de la vida de los individuos.
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