El Santo Padre destaca, ante todo, que este tema “sintetiza la actitud con la que hemos tratado de afrontar este tiempo, que todavía está condicionado por la pandemia”.
"La audacia, la esperanza, la creatividad y el coraje no son sinónimos, sino que representan una conexión de intenciones, virtudes, apertura y visiones de la realidad que fortalecen el alma humana. Pero no sólo eso..."
Tras esta premisa el Pontífice recuerda la parábola de los talentos relatada en el Evangelio de Mateo. Y explica que “el de los talentos parece ser el discurso programático de Jesús sobre la audacia necesaria para ser cristianos”, puesto que contra todo “fatalismo, Jesús invita a las multitudes a utilizar sus talentos con valentía”, sin que nos importa cuántos o cuáles sean los talentos de cada uno.
Asumir los riesgos e invertir los talentos el Papa destaca que “Jesús pide que se asuman riesgos y que se los inviertan para multiplicarlos. Cuando se permanece replegados sobre sí mismos con el único objetivo de conservar lo que existe, para el Evangelio somos perdedores: en efecto, será quitado también el que quedaba”, y añade:
"La audacia, la esperanza, la creatividad y el coraje son palabras que perfilan la espiritualidad del cristiano"
Francisco recuerda que en la encíclica Fratelli tutti ha escrito: "La pandemia nos ha permitido recuperar y valorar a tantos compañeros de viajeque, en su miedo, reaccionaron dando su vida. Hemos sido capaces de reconocer que nuestras vidas están entrelazadas y sostenidas por personas comunes y corrientes que, sin duda, han escrito los acontecimientos decisivos de nuestra historia compartida: médicos, enfermeros y enfermeras, farmacéuticos, trabajadores de supermercados, personal de limpieza, cuidadores, transportistas, hombres y mujeres que trabajan en la prestación de servicios esenciales y de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas... Estos han comprendido que ‘nadie se salva solo’: nadie se salva solo”.
Talentos puestos en valor
“Aquí están los talentos puestos para dar fruto... Aquí está la esperanza que sostiene y dirige la creatividad con audacia y coraje”. Por esta razón, glosando un párrafo de su saludo a los jóvenes en el Centro Cultural Padre Félix Varela de La Habana, Cuba del 20 de septiembre de 2015, el Papa dijo:
"Renuevo la invitación a caminar en la esperanza que ‘es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a los grandes ideales que hacen la vida más bella y digna"
Francisco también manifestó, como ha dicho en diversas ocasiones que la esperanza es "como echar el ancla en la otra orilla". “Es esta audacia la que inspira nuevas acciones, orienta las habilidades, estimula el compromiso, da vida a la vida”.
"Quien tiene esperanza sabe que forma parte de una historia construida por otros y recibida en don, como en la parábola de los talentos. Y también sabe que debe hacer fructificar este don"
Por último, el Obispo de Roma dirige su palabra a los diversos actores de la vida social reunidos en Verona para el Festival: empresarios, profesionales, representantes del mundo institucional, de la cooperación, de la economía y de la cultura, para invitarlos a que sigan comprometiéndose inspirados en el camino que el Padre Adriano Vincenzi ha trazado con ellos para el conocimiento y la formación en la doctrina social de la Iglesia. Y como dice el eslogan de esta edición: “¡Dondequiera que estén, construyan el cambio!”. Es lo que les desea el Santo Padre añadiendo que “sabemos que de la crisis no se sale igual: se sale mejor o peor”. Y se despide pidiendo, por favor, que no se olviden de rezar por él.
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