En palabras desde su estudio en la Plaza de San Pedro, el Papa dijo que estaba "siguiendo con particular preocupación las noticias que llegan de Nigeria". Mencionó, "los violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y un número de jóvenes que protestan".
"Roguemos al Señor para que se evite cualquier forma de violencia. En la constante búsqueda de la armonía social en la promoción de la justicia y el bien común."
Manifestaciones
En los últimos acontecimientos, el sábado el principal oficial de policía de Nigeria ordenó la movilización inmediata de todos los oficiales para "recuperar el espacio público de los elementos criminales que se hacen pasar por manifestantes".
Su orden se dio después de días de protestas pacíficas por los abusos de la policía y luego de violentos disturbios que dejaron por lo menos 69 personas muertas. Se teme que esta última orden policial pueda alimentar nuevas tensiones después de la del país en años. Las manifestaciones en Nigeria y los disparos de los soldados provocaron una inmediata condena internacional.
Las protestas, en las que participan muchos jóvenes, comenzaron con llamamientos para que se clausurara una unidad policial, la Brigada Especial Antirrobo (SARS). Ahora los manifestantes piden reformas más amplias en el país.
El presidente Muhammadu Buhari disolvió la unidad el 7 de octubre, que ha sido acusada de torturas y asesinatos extrajudiciales.
La nueva orden policial llegó cuando el toque de queda de 24 horas se desató por primera vez el sábado en Lagos, una ciudad de unos 20 millones de habitantes en la que la riqueza y la pobreza contrastan fuertemente, inflamando los agravios por la desigualdad y la corrupción.