Urge promover la cultura del encuentro
Tras darles la cordial bienvenida, el Papa expresa su “agradecimiento por la presentación del volumen ‘La cultura del encuentro: relaciones internacionales, diálogo interreligioso y paz’ que representa el fruto del Encuentro de Estocolmo de octubre de 2019”. No falta el saludo al cardenal Anders Arborelius, a quien el Pontífice agradece “el apoyo que la Iglesia en Suecia ha dado a esta iniciativa, en favor de la promoción del diálogo entre las religiones y al servicio de la unidad de la familia humana”.
Partiendo de la presentación del libro, el Santo Padre les reitera una vez más la urgencia de la promoción de la cultura del encuentro, en particular en este momento histórico:
"La persistente crisis sanitaria mundial ha puesto dolorosamente de manifiesto la urgencia de promover una cultura del encuentro para toda la humanidad, de modo que crezca entre los hombres y mujeres de nuestro tiempo el deseo de encontrarse con los demás, de buscar puntos de contacto, de tender puentes, de desarrollar proyectos que incluyan a todos (cfr. Encíclica Fratelli tutti, 216). En este contexto, acojo con especial beneplácito la búsqueda de respuestas a las oportunidades y los desafíos que esta perspectiva plantea a las religiones del mundo".
A continuación Francisco subraya a los académicos y diplomáticos el “papel importante” que desempeñan en la promoción de esta “cultura del encuentro” en los varios países, y les dice:
"Por su naturaleza, su contribución exige estar basada tanto en un análisis orgánico como en una orientación a las aplicaciones y resultados prácticos y relacionales, con especial atención a los derechos de los más pobres y marginados. En otras palabras, las mentes y los corazones deben estar en armonía en la búsqueda del bien común universal y -en la mejor tradición de la Escuela de Salamanca- en la búsqueda del desarrollo integral de cada persona, sin excepción ni discriminación injusta".
En la búsqueda de un mundo más unido y reconciliado
El Obispo de Roma no deja de evidenciar que actualmente, “un tal enfoque integrado para defender y promover los derechos de todos es responsabilidad de los líderes políticos y religiosos, ya que es precisamente una cultura del encuentro la que puede sentar las bases de un mundo más unido y reconciliado”. Porque, asegura el Papa, “sólo una cultura así puede conducir a una justicia y una paz sostenibles para todos, así como a un verdadero cuidado de nuestra casa común”.
En la conclusión, el Papa vuelve su mirada a “las incertidumbresy desafíos del presente” a los que la humanidad sigue enfrentándose, los alienta e impulsa:
"Los animo a seguir comprometidos con la búsqueda de caminos nuevos y creativos que lleven al crecimiento de esta cultura del encuentro, en beneficio también de la concordia y el bienestar de las generaciones futuras".