"Necesitamos líderes que permitan a los pueblos entenderse y dialogar", pide el Papa Los 'recados' que deja Francisco desde Kazajistán a los gobiernos del mundo
"Las religiones no son un problema, sino parte de la solución para una convivencia más armoniosa"
"Es la hora de dejar sólo a los libros de historia los discursos que, por demasiado tiempo, aquí y en otros sitios, han inculcado sospechas y desprecio respecto a la religión"
"Este estilo político realmente democrático es la respuesta más eficaz a posibles extremismos, personalismos y populismos"
"Este estilo político realmente democrático es la respuesta más eficaz a posibles extremismos, personalismos y populismos"
Era un encuentro de líderes de las religiones mundiales, pero, "en los tiempos oscuros que vivimos", como los calificó, en medio de "insensata y trágica guerra" en Ucrania, estaba claro que Francisco no olvidaría tampoco la 'cuestión política', entre otras cosas, porque la interrelación entre el cielo y la tierra sigue causando distorsiones interesadas que generan violencia.
Estas son las diez claves que pueden resumir los 'recados' que el Papa dejó desde un país cuyo sistema de integración plurirreligioso y multiétnico alabó en varias ocasiones, avisos para que los dirigente políticos mundiales, en un momento también de crisis de las democracias, no sirvan a otros intereses que a los del bien común de la humanidad y el cuidado de la Creación.
1.- "Yo llego aquí mientras está en curso la insensata y trágica guerra originada por la invasión de Ucrania, mientras otros enfrentamientos y amenazas de conflictos ponen en peligro nuestra época. Vengo para amplificar el grito de tantos que imploran la paz, camino de desarrollo esencial para nuestro mundo globalizado. Y la paz es esto, una vía de desarrollo esencial para nuestro mundo globalizado".
2.- "Las religiones no son un problema, sino parte de la solución para una convivencia más armoniosa. La búsqueda de la trascendencia y el valor sagrado de la fraternidad pueden, en efecto, inspirar e iluminar las decisiones a tomar en el contexto de las crisis geopolíticas, sociales, económicas y ecológicas —pero, en la raíz, espirituales— que atraviesan muchas instituciones en la actualidad, también las democracias, poniendo en peligro la seguridad y la concordia entre los pueblos".
3.- "Es la hora de dejar sólo a los libros de historia los discursos que, por demasiado tiempo, aquí y en otros sitios, han inculcado sospechas y desprecio respecto a la religión, como si fuera un factor de desestabilización de la sociedad moderna. En este lugar es bien conocida la herencia del ateísmo de Estado, impuesto por decenios, esa mentalidad opresora y sofocante por la cual el simple uso de la palabra 'religión' era incómodo"
4.- "La libertad religiosa es un derecho fundamental, primario e inalienable, que es necesario promover en todas partes y que no puede limitarse únicamente a la libertad de culto. De hecho, es un derecho de toda persona dar testimonio público de la propia fe; proponerla sin imponerla nunca".
5.- "Es necesario —en todas partes— que la democracia y la modernización no se queden sólo en palabras, sino que confluyan en un servicio concreto al pueblo (…) Este estilo político realmente democrático es la respuesta más eficaz a posibles extremismos, personalismos y populismos, que amenazan la estabilidad y el bienestar de los pueblos".
6.- "Necesitamos líderes que, a nivel internacional, permitan a los pueblos entenderse y dialogar, y generen un nuevo 'espíritu de Helsinki', la voluntad de reforzar el multilateralismo, de construir un mundo más estable y pacífico pensando en las nuevas generaciones. Y para hacer esto es necesario la comprensión, la paciencia y el diálogo con todos. Repito, con todos".
7.-"El peso de la locura insensata de la guerra. Hay demasiado odio y divisiones, demasiada falta de diálogo y de comprensión del otro; esto, en el mundo globalizado, resulta aún más peligroso y escandaloso. No podemos salir adelante conectados y separados, vinculados y desgarrados por tanta desigualdad".
8.- "Cada vez es más apremiante la necesidad de extender el compromiso diplomático en favor del diálogo y del encuentro, porque el problema de algunos es hoy problema de todos, y quien ostenta más poder en el mundo tiene más responsabilidad respecto a los demás, especialmente a los países más expuestos a las crisis causadas por la lógica del conflicto. Esto es a lo que se debería mirar, no sólo a los intereses que redundan en beneficio propio".
9.- "Es precisamente la indigencia la que permite que se propaguen las epidemias y otros grandes males que prosperan en el ámbito de las necesidades y las desigualdades. El mayor factor de riesgo de nuestro tiempo sigue siendo la pobreza".
10.- "Que se mire el bien del ser humano más que a los objetivos estratégicos y económicos, más que a los intereses nacionales, energéticos y militares, antes de tomar decisiones importantes".
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